martes, 28 de diciembre de 2010

Menúes para niños de 4 a 6 años


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A continuación una lista de platillos que pueden ofrecerse a los niños para que mantengan una alimentación balanceada y con los requerimientos necesarios para que crezcan sanos y fuertes.

En muchas ocasiones los padres, con un gran deseo de que el niño esté bien nutrido, hacen de la hora de la comida el momento de más tensión en el hogar, con angustia, ansiedades y reproches a la conducta del niño frente al alimento. Los niños tienen la sabiduría natural frente a sus necesidades fisiológicas.


Se come por necesidad, no por obligación
El hambre, que es la normal demanda del alimento, es diferente al apetito que es el normal deseo de satisfacer el gusto. La conducta alimenticia necesita una guía y nadie mejor que la madre para valorar este hecho de gran importancia en el crecimiento físico y emocional del hijo.

Ante el problema señalado existen varios manejos
- La hora de la comida debe ser agradable y necesaria para el niño.. Evitar que se condicione al castigo si no concluye el plato
- Ayude al niño ante la percepción de la comida. Sírvale en el plato más grande la misma cantidad de comida a modo que perciba poca comida dentro de su plato.
- Puede motivarle el poner la mesa, dejar que él mismo se sirva, y que decida y tenga autonomía sobre sus gustos alimenticios.
- Siempre que puedas permítale que coma con los padres para que se apropie de los hábitos alimenticios de su familia, asimilando la conducta y modelos de ésta.
- Permitirle escoger su menú puede influir en el éxito o fracaso de su alimentación. El éxito no significaría solamente que los alimentos ingresen al niño, sino el desenvolvimiento natural y saludable de la criatura al alimentarse.
- No permitirle complacencias y exquisiteces. Eso sólo ubicaría a usted y a su hijo dentro de otro problema. La hora de la comida tiene un lugar, un tiempo y un fin claro y necesario.

No pretenda que el niño coma la misma cantidad de alimento que vosotros. Deje que él decida y coma la cantidad de comida que necesita para satisfacer su hambre y desarrollar de forma sana sus gustos. Si el problema se hace crónico y llega a crear malestar emocional sin soluciones en la familia, por favor consulte un especialista.