domingo, 30 de noviembre de 2008

Aprender a reaccionar frrente a la intimidación (Para adolescentes)


Diariamente, cientos de miles de adolescentes son víctimas de la intimidación. La intimidación es motivo de preocupación para muchos, no solamente los muchachos víctimas de ella. Pero, debido a que los padres, maestros y demás adultos no siempre pueden presenciarla, muchas veces no entienden hasta qué extremo puede llegar la intimidación.

La intimidación es algo serio
La intimidación ocurre cuando una persona es atormentada contínuamente por un individuo o grupo con más poder; ya sea por su fortaleza física o nivel social. Dos de los mayores motivos de la intimidación son la apariencia o el nivel social de la víctima. Los intimidadores atormentan a los niños que ellos estiman no encajan dentro de su grupo debido a su apariencia, comportamiento (por ejemplo los muchachos que son penosos o reservados), raza o religión, o porque los intimidadores piensan que la víctima puede ser homosexual.

Algunos intimidadores atacan a sus víctimas físicamente, o sea con empujones, trompadas, golpes, o hasta asalto sexual. Otros usan el control sicológico o los insultos verbales a fin de ponerse en control de la situación. Por ejemplo, las personas en grupos populares o pandillas frecuentemente intimidan a las personas que ellos categorizan como diferentes, excluyéndolos o chismeando acerca de ellos (intimidación sicológica). También pueden provocarlos o atormentarlos (intimidación verbal). La intimidación verbal también incluye el envio de mensajes cibernéticos crueles, o escribir insultos sobre la víctima en una página cibernética — prácticas que se conocen como ciberintimidación.

Uno de los aspectos más dolorosos de la intimidación es su inclemencia. Al parecer interminable, la víctima está atemorizada constantemente y en muchas ocasiones le afecta el trabajo escolar y la salud. Cuando Amber comenzó a tener dolores de estómago y diarrea, se le diagnosticó un trastorno digestivo llamado síndrome de colon irritable a consecuencia del estrés que tenía por haber sido intimidada mientras cursó el noveno grado. Mafooz pasaba las tardes hambriento y sin poder concentrarse en la clase porque tenía mucho miedo de ir a la cafeteria de la escuela a la hora del almuerzo.

Estudios muestran que las personas que son abusadas por sus compañeros están a riesgo de tener problemas de salud mental, como son la depresión y la ansiedad. También piensan más en el suicidio.

Los intimidadores también están a riesgo de tener problemas. La intimidación es una forma de violencia y frecuentemente tiene como resultado un comportamiento violento según crece el intimidador. No menos de uno en cuatro niños que fueron intimidadores en la escuela primaria tienen antecedentes criminales antes de cumplir los 30 años de edad. Algunos intimidadores adolescentes terminan siendo rechazados por sus compañeros y pierden amistades según crecen. Los intimidadores también fracasan en la escuela y no tienen una carrera, o las relaciones exitosas que otras personas disfrutan.

¿Quién intimida?
Tanto los muchachos como las muchachas pueden ser intimidadores. Los intimidadores pueden ser expansivos y agresivos. O, pueden aparentar ser reservados y tratar de manipular a los demás de manera sutil y engañosa, por ejemplo comenzando un rumor malicioso para ver el resultado.

Muchos intimidadores comparten características comunes. Les gusta dominar a los demás y solamente piensan en sí mismos. Frecuentemente carecen de sociabilidad y toman malas decisiones en su vida social.

Aunque la mayoría de los intimidadores piensan que son superiores y que tienen derecho a importunar a los demás, otros son inseguros. Hacen lucir mal a los demás para ellos lucir más interesantes y poderosos. Algunos intimidadores actúan de esa manera porque ellos han sido víctimas de intimidadores — tal vez en su propia familia hay un intimidador, como uno de sus padres o cualquier otro adulto. Algunos intimidadores tienen trastornos de personalidad que no les permite entender las emociones sociales normales, como la culpa, empatía, compasión o remordimiento.

¿Qué se puede hacer?
La mejor manera para que los niños más pequeños resuelvan el problema de la intimidación es diciéndoselo a un adulto. En el caso del adolescente, la decisión de decírselo a un adulto depende del tipo de intimidación. Cuando la intimidación amenaza tener como consecuencia el peligro físico o que la víctima sufra lesiones, es imperativo que lo reporte a un adulto. Numerosos estudiantes de segunda enseñanza han fallecido a consecuencia del acecho, amenazas y ataques que no reportaron, y este silencio permitió que el intimidador se volviera cada vez más violento. Los adultos en puestos de autoridad — padres, maestros, o entrenadores de deportes — frecuentemente buscan la manera de resolver los problemas graves de intimidación sin que el intimidador sepa que ellos tuvieron conocimiento de la situación.

Si te encuentras en una situación donde estás siendo intimidado de manera que la situación pueda volverse violenta físicamente, trata de evitar estar solo (y si tienes un amigo en esta situación, pasa el mayor tiempo posible acompañándolo). Trata de unirte a un grupo que camine de regreso a sus casas al terminar las clases junto con otras personas, o manteniéndote cerca de amigos o compañeros de clase durante los momentos en que la intimidación toma lugar.

A continuación algunas cosas que puedes hacer para combatir la intimidación sicológica y verbal. También son buenos consejos para compartir con un amigo y así demostrarle tu apoyo:

Ignora al intimidador y aléjate. Esto no significa que eres un cobarde — a veces es más difícil que perder la paciencia y enfadarte. Los intimidadores se entusiasman al ver las reacciones de sus víctimas, y al alejarte o ignorar los mensajes cibernéticos insultantes, le estás dejando saber que no te interesa. Más tarde o más temprano el intimidador se cansará de tratar de fastidiarte. Camina con tu cabeza alta. Esto le deja saber que no eres vulnerable.
No te enfades. ¿Quién no quiere enfadarse con un intimidador? Pero esa es la reacción que él o ella desea ver. Los intimidadores desean tener control sobre tus emociones. Si estás en una situación donde no puedes alejarte serenamente, trata de usar el humor — esto puede cogerlo de sorpresa. Resuelve tu enfado de otras maneras — por ejemplo haciendo ejercicio.
No uses fuerza física. Cualquiera que sea la manera en que decidas hacerle frente al intimidador, no uses fuerza física (como patear, golpear o empujar). Así solamente estás mostrándole tu enfado, y no sabes cuál será su reacción.
Habla acerca del problema. Conversar con un consejero escolar, maestro, o amigo te dará el apoyo que necesitas. Así también puedes desahogar los temores y frustraciones que se acumulan cuando estás siendo intimidado.

Busca tus amigos (verdaderos). Si te han estado intimidando con rumores o chismes maliciosos, puedes usar cualquiera de los consejos anteriores (especialmente ignorar y no reaccionar). Pero llévalo un paso más allá para aliviar tus sentimientos de agravio y aislamiento. Busca uno o dos amigos verdaderos y confíales que el chisme te ha ofendido. Aclara la situación, diciéndoles en confidencia que lo que han dicho de tí no es verdad. Cuando un amigo te dice "Yo sé que el rumor no es verdad. No le presté atención" te darás cuenta que la mayor parte del tiempo las personas ven el chisme como lo que es — despreciable, grosero e inmaduro.

¿Y si tú eres el intimidador?
Todos hemos tenido que enfrentarnos a situaciones y emociones difíciles. Algunas personas, cuando sienten estrés, enfado o frustraciones, atormentan a otros para escapar de sus problemas y dejar de pensar en ellos. Algunos intimidadores han tenido una experiencia directa con la intimidación. Tal vez les han puesto apodos, los han despreciado o en sus familias ha sido normal usar fuerza física con ellos. Cualquiera que sea el motivo, el intimidador no tiene excusa.

Si encuentras difícil resistir la tentación de intimidar, habla con alquien a quien tú admires. Trata de pensar cómo se sienten las personas cuando las fastidias o insultas. Si no puedes logarlo por tu cuenta propia (como en el caso de muchos intimidadores), pide a alguien que te ayude a ponerte en el lugar de la otra persona.

La intimidación tiene una reacción contraproducente, y todos, aún los intimidadores, se sienten infelices. Las personas pueden sentirse intimidadas por ellos, pero nadie los respeta. Si te gustaría que los demás vieran tus virtudes y tu carácter — y que te miren como un líder — busca la manera de usar tu poder de una manera positiva, en vez de usarlo para despreciar a otros.

¿Deseas realmente que los demás piensen que eres rudo, abusivo y malicioso? Nunca es tarde para cambiar, aunque parezca difícil al principio. Pídele a un adulto a quien respetes que te aconseje y ayude a cambiar.

Cómo parar la intimidación en las escuelas
Si el ambiente en tu escuela promueve la intimidación, trabaja para efectuar un cambio. Por ejemplo, tal vez hayan lugares donde los intimidadores acosan a los demás, como son las escaleras o los patios que no están a la vista del personal. Ya que mucha de la intimidación toma lugar en la presencia de los compañeros (el intimidador quiere ser reconocido y sentirse poderoso), buscar la ayuda de amigos o de un grupo de compañeros es una buena manera de efectuar el cambio y mantenerse firme ante los intimidadores.

Déjale saber al intimidador que su comportamiento es inaceptable y que esa no es manera de tratar a los demás.

Esto funciona bien dentro de grupos, como por ejemplo cuando ves que un miembro de tu grupo ha comenzado a fastidiar o esquivar a otro.

La mayoría de las personas no se deciden a hablar porque puede ser difícil. Hay que tener confianza en uno mismo para mantenerse firme ante un intimidador — especialmente si el o ella es uno de los líderes del grupo. Lo más probable es que los demás estudiantes que presencian la intimidación se sientan tan mal como tú, aunque no lo digan. Tal vez piensen que no son tan populares como para expresar su posición, o piensen que son vulnerables y que el intimidador se volverá en contra de ellos. Mantenerse callados (aún cuando no les guste la actitud del intimidador), es una manera de distanciarse de la víctima. Cuando eso sucede, el alcance de la intimidación es aún mayor, pues no solamente el intimidador está intimidando a una persona, sino a varios miembros del grupo. Cuando una persona habla en contra del intimidador, sucede todo lo contrario. Permite que los demás ofrezcan su apoyo y afirmen su posición también.

Otra manera de combatir la intimidación es incorporándose al programa escolar en contra de la violencia. Si tu escuela no tiene uno, comiénzalo tu.

Repasado por: D'Arcy Lyness, PhD

Fuente : Kidshealth

6 Mitos sobre el acné


¿Crees que ya sabes todo lo que es posible saber sobre el acné? Te sorprendería saber que algunas de las cosas que has escuchado sobre el acné - como cuáles son sus causas y cómo lidiar con él - en realidad no son ciertas. Sigue leyendo para obtener información importante.

Mito #1: Broncearse mejora la piel.
Realidad: A pesar de que un bronceado puede enmascarar temporalmente el acné, el sol puede ocasionar sequedad e irritación en la piel, ocasionando brotes sucesivos de acné en el futuro. De hecho, no hay relación entre la exposición al sol y la prevención del acné, y los rayos solares pueden causar envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Protege tu piel cada vez que te expongas al sol escogiendo un protector solar con un factor de protección solar (SPF) de un mínimo de 15 que especifique en la etiqueta de producto que no bloquea los poros de tu piel (no comedogenico o nonacnegenic).

Mito #2: El chocolate y los alimentos grasosos causan acné.
Realidad: Aunque comer demasiados alimentos azucarados o grasosos nunca es una buena idea, los estudios de investigación demuestran que ningun alimento específico ha demostrado causar acné. Sin embargo, cada individuo es diferente. Algunas personas se dan cuenta de que sufren de acné después de comer ciertos alimentos- y estos alimentos suelen variar dependiendo de cada persona. Por ejemplo, algunas personas desarrollan acné después de comer chocolate, mientras que a otras les ocurre después de tomar demasiado café. Si este es tu caso, puede ayudarte que disminuyas los alimentos que consideras problemáticos para poder darte cuenta si estos te ocasionan acné.

Mito #3: Cuanto más te laves la cara, menos acné tendrás.
Realidad: Aunque lavarte la cara ayuda a remover las impurezas como el polvo y el aceite de tus poros, lavarte la cara en exceso puede resultar en sequedad e irritación, ocasionandote más brotes de acné. Es conveniente que evites frotar la piel de tu rostro ya que esto también puede irritar tu piel. Como regla general, lávate la cara dos veces al día con agua y un jabón suave ejerciendo un movimiento circular, y sécala ligeramente una vez que termines.

Mito #4: Extraer un granito de acné hará que desaparezca.
Realidad: Extraer el acné puede dar la apariencia de que ha desaparecido temporalmente, sin embargo, extraerlo puede hacer que permanezca por más tiempo. Cuando aprietas y extraes los granitos de acné, puedes estar presionando aún más profundamente a las bacterias dentro de la piel, ocasionando hinchazón e irritación, y en ocasiones causando la formación de cicatrices rojas o marrones. Algunas veces estas marcas pueden tardar meses en desaparecer, y las cicatrices verdaderas (cuando realmente has presionado profundamente sobre la piel) son permanentes.

Mito #5: Si quieres una piel sin problemas, no uses maquillaje.
Realidad: Mientras escojas cosméticos que no ocasionen acné o que no bloqueen los poros de tu piel, no deberás sufrir de acné. De hecho, algunas bases de maquillaje ahora contienen ácido salicílico o peróxido de benzoilo el cual ayuda a prevenir el acné. Puedes intentar utilizar cremas del color de tu piel que contengan peróxido de benzoilo la cuales disimulan la apariencia del acné y ayudan a mejorar esta condición.

Si has sufrido de acné moderado o severo, debes consultar con tu médico o dermatólogo para que te aconseje sobre los cosméticos que debes utilizar - puede que te recomiende que evites todo tipo de cosméticos o que sólo utilices ciertas marcas para que tu acné no empeore.

Si los productos que utilizas especifican en su etiqueta que no ocasionan acné o no bloquean los poros de la piel (en Inglés, nonacnegenic o noncomedogenic), debes dejar de utilizarlos y consultar con tu médico si te das cuenta de que están irritando tu piel o causandote más brotes de acné.

Mito #6: Si continúas sufriendo de acné, te ayudará utilizar más medicamentos contra el acné hasta que desaparezca.
Realidad: Debido a que los medicamentos para tratar el acné contienen agentes que pueden resecar la piel como el peróxido de benzoilo y el ácido salicílico, el uso excesivo de este tipo de medicamentos puede causar demasiada sequedad, acarreando más irritación y proliferación de acné.

Si los medicamentos para el acné a la venta sin receta médica no mejoran la condición de tu acné, es una buena idea que consultes con tu médico o dermatólogo. Si estás consumiendo un medicamento con receta médica para el tratamiento de tu acné, asegúrate que sigues al pie de la letra las instrucciones de tu médico; algunos medicamentos pueden tomar hasta ocho semanas para hacer efecto.

Actualizado y revisado por: Patrice Hyde, MD

Fuente :
Kidshealth

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Vídeos : Serie Baby Human

Hola amigos de PADRES DEL SIGLO XXI, encontré esta selección de vídeos documentales de la serie Baby Human. Son 5 vídeos : Relacionarse, Sentir, Caminar, Hablar y Pensar, que muestran de manera didáctica el proceso de desarrolllo de los bebés entre 0 y 3 años. Aunque cada uno tiene una duración de más de 30 minutos, es muy recomendable para los que queremos conocer y ser parte activa en ese maraviloso proceso. Muy interesante.
RELACIONARSE

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SENTIR

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CAMINAR

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HABLAR

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PENSAR

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Fuente :Tutv.com

domingo, 23 de noviembre de 2008

La religión y los niños : ¿Tener fe o dudar?

Todos los niños son educados, condicionados, en una cierta religión. Es uno de los crímenes más grandes en contra de la humanidad. No puede haber un crimen más grande que contaminar la mente de un niño inocente con ideas que van a convertirse en obstáculos en su descubrimiento de la vida. Cuando quieres descubrir algo, tienes que ser totalmente imparcial. No puedes descubrir la religión siendo musulmán, o cristiano o hindú, no. Esas son maneras de impedirte que descubras la religión.

Todas las sociedades, hasta ahora, han estado intentando adoctrinar a los niños. Antes de que el niño sea capaz de hacer preguntas, se le dan respuestas. ¿Te das cuenta de que esto es una estupidez? El niño no ha hecho la pregunta, y tú ya le estás dando una respuesta. Lo que estás haciendo en realidad es matar la posibilidad de que surja la pregunta. Has llenado su mente con la respuesta. Y si no tiene su propia pregunta, ¿cómo puede tener su propia respuesta? La búsqueda tiene que ser sinceramente suya. No puede ser prestada, no puede ser heredada.
Pero este disparate ha estado sucediendo durante siglos. El sacerdote, el político y tus padres están interesados en hacer algo de ti antes de que puedas descubrir quién eres. Tienen miedo de que si descubres quién eres, seas un rebelde, seas peligroso para los poderes establecidos. Entonces te convertirías en un individuo viviendo por derecho propio, no una vida prestada. Tienen tanto miedo que antes de que el niño sea capaz de preguntar, de investigar, empiezan a atiborrar su mente con todo tipo de tonterías.

El niño está indefenso. Naturalmente, cree en su madre y en su padre, y por supuesto cree en el sacerdote, en el que a su vez creen el padre y la madre. Todavía no ha aparecido el gran fenómeno de la duda. Y dudar es una de las cosas más valiosas en la vida, porque a menos que dudes no puedes descubrir. “Las dudas las siembra el diablo. La duda es quizá el pecado más grande. La creencia es una virtud. Cree y encontrarás; duda y has equivocado el primer paso”. La verdad es justo lo opuesto. Cree y nunca encontrarás, y todo lo que encuentres no será otra cosa que la proyección de tu propia creencia, no será la verdad. ¿Qué tiene que ver la verdad con creer? Duda y duda totalmente, porque la duda es un proceso de limpieza. Saca toda la basura de tu mente. Te devuelve a la inocencia, vuelves a ser el niño que fue destruido por los padres, por los sacerdotes, por los políticos, por los pedagogos. Tienes que descubrir nuevamente a ese niño. Tienes que empezar desde ese punto.
Los budistas nunca hacen la pregunta: “¿Qué es Dios, dónde está Dios?” Porque el budismo no cree en Dios; por eso el niño ha sido condicionado de esta manera. Cuando pregunta sobre Dios, te crees que es tu pregunta; no lo es. Quizá hayas nacido en una familia hindú, cristiana o judía, y han condicionado tu mente con que Dios existe. Te han transmitido una determinada imagen de Dios, unas determinadas ideas sobre Dios. Y te han metido tanto miedo que dudar se ha vuelto peligroso.
Pero la duda ha sido aplastada, apartada de la vista. Hubo un día en el que te resistías a creer, pero te han convencido. Te han puesto delante todo tipo de recompensas. Puedes convencer a un niño pequeño dándole un juguete; y le has dado todo el Paraíso. Si has conseguido convencerle de que crea, no has hecho un gran milagro. Es una explotación muy sencilla. Quizá lo estás haciendo sin darte cuenta; tú también has pasado a través del mismo proceso. Y una vez que has cerrado las puertas a la duda, has cerrado las puertas a la razón, al pensamiento, a preguntar, a la búsqueda. Dejas de ser un ser humano de verdad.
Las puertas de la duda se han cerrado, eres un zombi, estás hipnotizado, condicionado, convencido a base de miedo, a base de avaricia, a creer en cosas en las que ningún niño normal creería, a menos que todas estas cosas hayan sido manipuladas. En el momento en que dejas de dudar y de pensar, te puedes creer cualquier cosa. Entonces no hay preguntas. Sólo desde la inocencia de tu infancia comienza una búsqueda real de la verdad. Sólo desde ahí es posible la religión.
Y una vez que los niños se enteran de que lo que les ha estado contando como una verdad absoluta son sólo mentiras y nada más, has destrozado algo muy valioso en su ser. Nunca jamás volverán a interesarse en la religión. He podido observar que el mundo se está volviendo cada vez más irreligioso por culpa de las enseñanzas religiosas. ¿Cuánto puedes recordar de lo que te fue enseñado? Nadie se acuerda; se tira todo a la basura.
Nota : El webmaster de este blog no se solidariza con todas las opiniones vertidas en este artículo
Fuente : Ateosteístas

domingo, 16 de noviembre de 2008

Borderline : Pacientes difíciles

El enfermo borderline es un paciente "incómodo" para los psiquiatras. "A ningún médico le gusta un paciente que no se presenta a las consultas, que deja con facilidad el tratamiento o que, al ser dado de alta tras un ingreso de varios días o meses, sigue estando exactamente igual que antes", admite el psiquiatra Fernando Lana.

Aunque el trastorno borderline no es nuevo, los especialistas coinciden en que se manifiesta de forma especialmente virulenta en las sociedades modernas, donde impera la competitividad y los padres compensan la carencia de tiempo para dedicar a sus hijos con una mayor permisividad. "Ponemos el listón demasiado alto a los hijos porque queremos que sean los mejores", apunta la psicóloga Beatriz López. "Los pacientes que vemos proceden de todos los estatus sociales, pero en la mayoría de los casos detectamos problemas de comunicación familiar", agrega Fernando Lana.

Al tratarse de un trastorno que afecta a la manera de ser y a la forma de afrontar los problemas cotidianos, el trastorno borderline requiere una terapia continuada y multidisciplinar, con tratamiento farmacológico incluido. El ingreso psiquiátrico es sólo una medida de choque, que sólo soluciona un problema puntual, coinciden los especialistas.

Psicólogos, psiquiatras y familiares insisten en la necesidad de una red de recursos que incluya desde centros de día, programas de psicoterapia ambulatoria, centros de ingreso específicos y programas de apoyo a las familias. "Los profesionales que en España abordamos este trastorno lo hacemos por iniciativa y empeño propio", recuerda Lana, quien apela a las administraciones públicas para que aborden el trastorno como un problema de salud de considerable importancia.

"El consumo de días de ingreso y de consultas ambulatorias psiquiátricas que genera este trastorno es superior a los que causa la depresión mayor", advierte el psiquiatra.

El tratamiento no cura la enfermedad, pero mejora sustancialmente la calidad de vida del paciente y de su entorno y permite que las recaídas sean menos frecuentes. "Me gustaría transmitir esperanza a los padres con hijos borderline. Yo confío en que un día lleguemos a tener una vida digna. Mientras tanto, pienso: cada día que pasa bueno mi hija, es un día que hemos de disfrutar", explica la madre de la adolescente enferma.


La terapia psicodinámica intenta mejorar la autoestima del paciente, liberar sus rencores ocultos, orientar positivamente su narcisismo, fomentar la confianza en los demás. Los TLP denotan una inmadurez emocional ocasionada por carencias afectivas, que los hacen infelices y también a los demás.

Este trastorno puede aliviarse ayudando al paciente a confiar en sí mismo y en los demás, valorarse y quererse, concretar sus sueños pendientes. Para ello es necesario un terapeuta paciente y comprensivo, que de algún modo, retome la crianza del niño desdichado que hay dentro del paciente.

El tratamiento es largo, debe subsanar sentimientos subyacentes en lo más profundo de la persona, como son: el miedo, el desamor, la rabia, la culpa. Este proceso se ve obstaculizado por la natural desconfianza del paciente, y su miedo a dejar de ser él mismo.

El paciente borderline debe mantenerse libre de situaciones de estrés. Ayudan también el ejercicio físico y las técnicas de relajación. El TLP no puede eliminarse completamente, sería como intentar remodelar totalmente la estructura de un edificio sin demolerlo previamente. Pero sí pueden lograrse mejoras importantes, que permitan al sujeto vivir de un modo más pleno.

La psicoterapia se vive muy intensamente, tienes la sensación de que te va a vapulear. Al terapeuta suele colocarlo en el papel de enemigo. La típica reacción transferencial de estos pacientes es el intenso temor y la desconfianza que inspira el terapeuta, lo viven como un ataque. El paciente le atribuye al terapeuta su propio odio y sadismo y llama la atención el vínculo tan intenso y dependiente con el terapeuta y a la vez el rechazo de depender de él, si no lo rechaza, tiene la fantasía de que el terapeuta le someterá al mismo odio y rechazo de explotación y persecución. Se van alternando los dos roles: el de perseguidor y el de víctima y los combina con el terapeuta. Se identifica con ambos roles mientras que proyecta el complementario sobre el terapeuta. Y detrás de la envestida por el odio existe una búsqueda de una madre ideal. (Kernberg, 1967).

El paciente borderline en tanto que empatiza con la fuerte agresividad proyectada, trata de controlar al terapeuta de manera sádica y arrolladora. El paciente puede ser consciente de su propia hostilidad pero siente que no hace más que responder a la propia agresividad del terapeuta, lo cual justifica su agresividad.

El riesgo que encierra la intensa agresividad expresada por el paciente en la situación transferencial-contratransferencial es tal que hay que tener cuidado con los círculos viciosos en los que el paciente proyecta su agresividad en el terapeuta y reintroyecta o le devuelve imágenes de éste gravemente distorsionadas por la acción de los derivados de impulsos agresivos proyectados, perpetuando así la primitiva relación con los demás y consigo mismo patológica.

El terapeuta, además de la función de contención y la gran carga de agresividad que recibe, tiene que ser cauto y tener cuidado puesto que es fácil caer en un proceso regresivo. Esto haría que el terapeuta se guiara por los impulsos del paciente, perdiendo los límites yoicos o adoptando una conducta hiperrígida. Puede caer en una posición masoquista donde acepta todo lo que le dice y hace el paciente o adoptar una postura narcisista de trato con el paciente de tal forma que desvaloriza al paciente y lo desprecia. Las idealizaciones protegen al terapeuta de la proyección que el paciente hace en él de su propia agresividad y como gratificación de las necesidades narcisísticas.

Mediante este proceso el paciente proyecta en el terapeuta una primitiva representación “totalmente buena” de sí mismo y del otro, en tanto que busca impedir que esta imagen “buena” sea contaminada por sus malas representaciones de sí mismo y de los demás. Debajo de esa idealización se oculta la rabia, por lo que existen temores paranoides y primitivos, tendencias agresivas más o menos directas que van a colocar en el terapeuta.
Las dramatizaciones hay que manejarlas especialmente. Son pacientes que pueden oscilar, entre la máxima distancia afectiva, a una implicación que les pueda colocar en una situación confusional, por eso hay que estar atento, y siempre, dejándose llevar por la prudencia, parar y conversar cuantas veces sea necesario. Las escenas internas no desaparecen, por lo tanto, no hay ningún riesgo de que no se puedan cerrar las dramatizaciones inacabadas en otra ocasión (Herranz, 1999).También hay que poner especial énfasis en la contención afectiva y el cuidado afectivo que se muestra a estos pacientes, puesto que cualquier desatención lo viven como un abandono.

El proceso de cambio durante la terapia la entiendo desde la relación paciente-terapeuta, de tal modo que el manejar los procesos télicos, transferenciales y contratransferenciales es esencial para el cambio, y sobretodo, sosteniéndolo desde un “saberles querer”. Es un proceso en el que tienen que intentar reconocerse y quitarse la armadura del odio. El odio es organizador en la patología borderline y la experiencia afectiva de sentirse querido es disruptiva. (HERRANZ, 1999)

Por último voy a finalizar con una frase que recogimos de la Revista Brasileira de Psicodrama (HERRANZ, 1996) que me gustó mucho, creo que define muy bien como estas personas se sienten atrapadas emocionalmente, en la contradicción, en el lenguaje.

No puedo decir nada porque lo tengo todo,
aunque estoy absolutamente vacía.

Fuente : Psicodrama, Apuntes de Psicología, El País

La Agresividad en los trastornos borderline:"Te odio, por favor quiéreme"


Tal y como sugirió por primera vez Kernberg (1967), en las personalidades fronterizas se observan reiteradamente tendencias agresivas y autoagresivas de extraordinaria intensidad vinculadas con tempranas imágenes de sí mismo y de los demás.

Más allá del origen de esta agresividad, ya sea por causas genéticas o ambientales debidas a graves frustraciones tempranas, se descubre que da lugar a una ira y un odio que causan una atención especial, además de los problemas añadidos, como la tendencia a la escisión y a las conductas autodestructivas.

Otro sentimiento que aparece en estos trastornos es la envidia, envidia hacia los demás significativos, que conlleva un elemento destructivo del otro y de todo lo bueno que pudiera surgir en la relación con el otro. Existe una identificación con la persona originalmente odiada y necesitada que no es más que su propio odio y agresividad reflejado en el otro. La expresión de la agresividad surge porque necesitan del otro. La frase completada sería, “Te odio porque te necesito”, “ Te envidio porque te valoro”. Y la envidia impide que el sujeto se nutra del otro, aprenda del otro y por supuesto no puede disfrutar del otro.

Luego la pregunta más funcional que nos hacemos es ¿De qué se protegen?. Se protegen de una relación de cariño donde el otro pasaría a ser indispensable y tendría que destruirlo. Por eso lanzan mensajes de odio y rechazo, porque huyen del miedo a ser queridos. La agresividad que sostiene en el odio puede ser protectora frente al afecto o frente a la presencia del afecto que señala la ausencia. No pueden sentir que el otro es necesario para ellos porque sólo están llenos de necesidad, por eso cuando muestran el odio desde una postura en la que se creen Dios, debemos entender que es su modo de pedir que les quieran(Herranz,T. 1994). Se protegen de su propia destrucción, de ahí todos los miedos paranoides hacia el otro y hacia toda posibilidad de establecer un vínculo emocional.

Otra de las cuestiones que te planteas es el porqué mantener un vínculo con otro al que odias, ¿Qué sentido puede tener esto?. La organización de las formas de relación no sólo de establecen a través del amor sino que también los estados afectivos como la ira, el odio, en último término la agresividad, también son formas de organización. No han tenido figuras “suficientemente buenas” en las que apoyarse, no han internalizado una imagen buena del otro, no han tenido experiencias y sentimientos suficientemente buenos. La única forma de relacionarse y organizarse que han aprendido ha sido a través del odio, odio que expresa la carencia afectiva de la que han sido objeto y la parálisis en el desarrollo que han sufrido a causa de ello.

RELACIONES PRIMARIAS

Kernberg sostiene que el apego intenso a la madre frustradora es el origen último de la transformación de la ira en odio La destrucción de ese objeto malo pretende restaurar mágicamente al objeto idealizado, bueno, pero el proceso conduce a la destrucción de la capacidad del sí-mismo de relacionarse con el otro.

En nuestra experiencia clínica, la función materna en los borderline siempre ha estado cargada de un componente confusional, el doble mensaje ha encubierto el rechazo. En otras, ha disimulado las descargas intermitentes de envidia, rivalidad y destructividad de la madre. Pero ese patrón que mostraría una relación de dos, hemos visto que en otros pacientes se distribuyen la confusión entre los diferentes miembros de la familia, y nos hemos encontrado una madre ambivalente, y negligente, pero la carga persecutoria la ha recibido del padre. Por lo que la trama mantiene los elementos confusionales, pero atrapa la vida del sujeto en sus relaciones de forma global.

AGRESIVIDAD Y SEXUALIDAD

Las relaciones sexuales se viven como aterradoras, peligrosas y destructivas, con falta de capacidad y con sentimientos prohibitivos contra el sexo en la que se ponen de manifiesto tendencias masoquistas graves.

Las idealizaciones que se establecen con la persona a la que aman son también exageradas y están marcadas por funciones defensivas contra la rabia, son idealizaciones frágiles y exageradas junto con etapas de fácil desvalorización. El rol central en la excitación erótica lo adquiere la agresividad. Transforman las relaciones dependientes en agresivamente destructivas. El intento por integrar la agresión en la excitación sexual como parte del reclutamiento al servicio del amor, tiene su principio en el punto del espectro que ocupa el paciente límite común. La escisión de sí mismo y de los demás de forma alternante, dentro del caos, le protege de la invasión y el control totales por la agresividad intolerable.
A modo de pequeña ilustración clínica, sirva la anécdota de una paciente que cuando sentía placer en sus relaciones íntimas, agredía con rabia y sadismo al otro, según nos decía porque no era posible aceptar que el otro tuviera el poder de producirle placer.

COMO LUCHAN CONTRA SÍ MISMOS: DEFENSAS DE LA PATOLOGÍA BORDERLINE

Las personas con patología borderline utilizan principalmente defensas de escisión y de bajo nivel como la idealización primitiva y la identificación proyectiva fundamentalmente, también la negación, la omnipotencia y la devaluación.

La escisión actúa de tal manera que concibes el mundo en base a dos polos opuestos extremos, desde fantasías omnipotentes hasta la ruina y catástrofe. Esta oscilación se da de forma muy rápida, tienen giros repentinos y completos de todos los sentimientos y conceptuaciones sobre una persona en particular. Por eso la oscilación tan extrema entre aspectos contradictorios de sí mismo.

Bajo los sentimientos de inseguridad, autocrítica e inferioridad, se observa muchas veces tendencias omnipotentes y grandiosas que suelen expresarse como un firme convencimiento inconsciente de que tienen derecho a ser tratados de una forma especial. Son maniobras defensivas contra los sentimientos de necesidad y temor hacia los demás.
La superficialidad de los vínculos emocionales tienen fines defensivos. Por un lado refleja la incapacidad de unir el amor con la agresividad y por otro el concomitante carácter estrecho, rígido y primitivo de sus disposiciones afectivas. También está directamente relacionado con su incapacidad para sentir culpa y preocupación y la imposibilidad de interesarse por otros.

El esfuerzo con fines defensivos que realizan para alejarse de todo compromiso afectivo demasiado hondo lo realizan por no provocar la actuación del temor a ser atacados por el otro con el fin de evitar temores paranoides vinculados con la proyección de imagen agresivas de sí mismo y de los otros.

Las imágenes de si mismo y la de los otros de origen agresivo y las imágenes de si-mismo y de los demás totalmente buenas y defensivamente idealizadas son tan intensas en este tipo de pacientes que su integración se hace imposible. Conciliar imágenes de sí mismo y de los otros, unas cargadas de amor y otras de odio, desencadenaría un monto intolerable de ansiedad y culpa, debido al peligro que ello encerraría para las relaciones con los objetos buenos internos y externos; se produce por lo tanto una activa separación de carácter defensivo entre las imágenes contradictorias de sí mismo y de los objetos; en otras palabras, la disociación o escisión primitiva se convierte en la principal operación de defensa.

Los pacientes fronterizos tienen fuertes tendencias a la proyección. Colocan la agresividad y todas las cualidades negativas que uno piensa y siente de sí mismo, en el otro, y la otra persona, que es importante para él y a la que inconscientemente no quiere perder, siente la necesidad de controlarlo, ya que ahora les teme debido a lo que proyecta en el otro y así impedir que le hagan daño. Es decir, lo que me hace daño lo coloco en el otro, mantengo una relación cercana y lo controlo porque lo temo. Por lo que un borderline es una contradicción; quiere y no quiere al mismo tiempo. El sólo provoca el amor y el odio. Están atrapados en dobles vínculos.

Están llenos de mensajes contradictorios, el cariño está encubierto de rabia, sienten hostilidad. La forma de pedir cariño es agrediendo, “te odio pero quiéreme” “Te odio, por favor, no me abandones”. De nuevo, la frase correctamente construida sería “ Yo te odio porque te amo” (ya que no se puede odiar a alguien que no es importante para uno); “ Por favor, no me abandones porque te necesito” (Sólo se necesita a alguien que es importante).

Fuente : Psicodrama

domingo, 9 de noviembre de 2008

Adolescentes y alcohol. ¿Cómo afrontarlo?

El consumo de alcohol entre los adolescentes, sobre todo durante los fines de semana, se ha convertido en los últimos años en un grave problema de salud pública; distintos estudios y encuestas constatan este fenómeno. Los padres deberíamos saber que los primeros años de la adolescencia son "un período crítico del desarrollo" y que el cerebro adolescente es especialmente sensible a los efectos del alcohol y otras drogas.

Puesto que la adolescencia es una etapa de emociones confusas y tensión no nos debe sorprender que éste es el momento cuando muchos adolescentes prueban por primera vez las bebidas alcohólicas, el tabaco y otras drogas. Y los cambios emocionales repentinos y el comportamiento errático típicos de la edad pueden ofuscar las señales del abuso del alcohol o las drogas. Si su hijo demuestra los siguientes síntomas, es probable que las drogas o el alcohol sean la causa del problema:

· Su hijo se ve aislado, deprimido, cansado y descuidado en su aseo personal.

· Si exhibe demasiada hostilidad y falta de cooperación y nunca cumple con su hora de llegada.

· Tiene nuevos amigos (y no quiere hablar de ellos).

· No le quiere decir a donde va y qué va a hacer.

· Sus calificaciones bajan.

· Pierde interés en sus aficiones, deportes y otras actividades una vez favorecidas.

· Sus rutinas para comer y dormir cambian; se mantiene despierto muy tarde y luego duerme durante el día.

· Su relación con otros miembros de la familia ha empeorado y se rehúsa a discutir la escuela, las actividades, amigos y otros temas importantes.

· Tiene problemas concentrándose y se le olvidan las cosas.

· Trae los ojos rojos o le corre la nariz cuando no tiene un resfriado.

· El dinero de la casa desaparece.

FALSAS CREENCIAS SOBREL EL ALCOHOL

¨ El alcohol no es una droga ¨

Esta falsa creencia es alimentada por la costumbre social de su consumo. A pesar de esto, el alcohol es una droga y su abuso constituye uno de los más serios problemas en la actualidad.

Dentro de la clasificación de las drogas, el alcohol se encuentra dentro de los depresores, relaja, adormece y bloquea los mensajes que van al cerebro modificando las percepciones, el juicio, las emociones y la coordinación.

¨
No es malo que los jóvenes beban mientras que no conduzcan ¨

Esta creencia transmite un mensaje peligroso a los jóvenes. Estudios
Realizados muestran que cuando los padres autorizan a sus hijo para que beban, no importando la razón , estos son más propensos a conducir o subirse a un automóvil conducido por una persona que ha bebido.

¨ Los jóvenes no pueden volverse alcohólicos ¨

Los jóvenes se vuelven dependientes del alcohol más rápido que los adultos. La droga ataca el organismo de los adolescentes más rápido, es decir a más joven más rápidamente se crea la dependencia.

¨ Solo las bebidas fuertes pueden causar problemas, un vino o una cerveza no los afecta

No es el tipo de alcohol sino la cantidad del mismo la que afecta.

¨ El alcohol es una droga suave y no es peligrosa ¨

Una sobredosis rápida de alcohol puede llevar a un estado de coma. Además puede llevar a una falla respiratoria ya que impide al cerebro controlar la respiración.

¿Qué hacer para prevenir en sus hijos adolescentes el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilícitas?

Discuta con su hijo sobre el consumo de estas sustancias.
Escuche lo que él tiene que decir sobre el consumo de estas sustancias, sobre quienes las consumen y sobre la presión que él siente para consumirlas.
Realice ejercicios con su hijo sobre las diferentes situaciones en las que siente presión de consumir alguna sustancia y como responder a las mismas, que hacer para no subirse a un carro con alguien que ha bebido sin sentirse mal, etc.
Discuta con su hijo la publicidad de cigarrillos y alcohol y su relación con diferentes eventos o con la imagen que proyectan los modelos.
Muéstrele a su hijo los peligros de conducir después de haber consumido alcohol, con su ejemplo y no dejando que sus amigos y familiares lo hagan.
No permita ni solicite a sus hijos que le preparen o alcancen bebidas alcohólicas o cigarrillos.
Sea coherente con lo que usted hace y dice.
Finalmente
. Si bebe hágalo con moderación.
. Si bebe no conduzca
. No mezcle el alcohol con medicamentos
. Evite consumir alcohol para reducir el estrés

sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Cómo enseñarle a nuestros hijos que compartan sus cosas?

Todos estamos acostumbrados a ver niños que no quieren prestar sus juguetes o que no convidan sus galletitas a las demás personas. Esto no debe preocuparnos mientras los niños son pequeños, ya que hasta los dos años son muy individualistas y esta es una conducta absolutamente normal.

De todos modos, somos los padres quienes debemos educarlos y enseñarles a compartir, para hacer de nuestros hijos personas generosas.

Hacia los tres años, los niños ya comienzan a disfrutar la compañía de otros niños, y de a poco van comprendiendo el sentido de jugar no uno al lado del otro sino uno con el otro. En este momento el niño necesariamente deberá aprender a renunciar a parte de lo que es propio, aunque sea por unos instantes, para compartir.

De todos modos, en este aspecto, al igual que en todos los que tienen que ver con la educación de los niños, el primer paso es enseñar con el ejemplo. Si desde pequeño el niño ve que sus padres son generosos, que cuando vienen visitas se convidan, que se prestan las cosas, etc. , a la larga probablemente tendrán el mismo comportamiento.

Lo primero es enseñarle a distinguir entre lo que es suyo y lo que no lo es.
Mostrarle que en la casa hay cosas de todos: adornos, muebles, juegos de mesa, herramientas, etc.
Enseñar a valorar y cuidar las cosas propias y las ajenas: pedir por favor, dar las gracias, devolver lo que le prestan…
Enseñar a compartir lo propio: prestar, regalar, ceder un turno que le corresponde

También es importante darle razones breves y sencillas de por qué y para qué actuamos así. Aunque él todavía no entiende los motivos y la grandeza de ser generoso, sí necesita habituarse a actuar así.

Estimularlo a regalar: hacer dibujos para los abuelos y amigos y sobre todo recibir sus pequeños regalos con alegría: un caramelo, un juguete... Y sobre todo: tener paciencia con los resultados. La educación de la generosidad es un proceso muy largo…

En este sentido es conveniente no "obligarlo" a prestar las cosas cuando viene un amigo, sino explicarle que si él presta cuando vaya a la casa de otros niños también le prestarán a él. Otras sugerencias son :
Enseñe y sea ejemplo de lo que es dar y preocuparse por los demás en su propia familia.

Comparta información con otros miembros de la familia e incluya a los hijos de sus amigos en las actividades voluntarias.

Esté en contacto con la escuela de sus hijos y anímelos a utilizar los planes de lección desarrollados y probados por los maestros de Learning to Give como parte central de su currículo.

Inste a su escuela a incluir las actividades académicas de “Servicio-aprendizaje” como método de estudio.

Compre libros y materiales que enseñen a dar, a compartir y a servir para la biblioteca de la escuela . (Encontrará una lista de libros apropiados a cada edad, con una variedad de temas sobre dar y compartir en la Bibliografía Comentada de Learning to Give.)

Cree oportunidades para que los jóvenes participen en las actividades de las organizaciones caritativas de su localidad a través de la participación suya como voluntario o como miembro de la junta directiva de una organización no lucrativa local.

Busque en el website de Learning to Give los planes de lección y otros recursos para la enseñanza de la filantropía.

Léale libros a sus hijos que contengan mensajes de dar, de servir y de cuidar de los demás y de comunidad. Discuta con ellos estos conceptos.

Camine por la parte central de su ciudad señalando todas las organizaciones sin fines de lucro, las iglesias, las bibliotecas y los grupos de servicios humanos que conforman la poderosa red de dar y de servir de su comunidad.
Fuente : Mundobebé