viernes, 27 de enero de 2012

Como influyen los padres en los procesos de elección de sus hijos.

Un día estaba paseando con mi hijo, que en ese momento tenía un año y medio de edad, y una amiga. Entre las actividades del paseo entramos en un kiosco y yo le pregunté a mi hijo: ¿quieres un sándwich o galletitas?. Mi amiga miró con un gesto de sorpresa, suponiendo que no habría respuesta. El niño, en su media lengua, dijo: - Galletitas.- ¿Y qué jugo quieres? (mi amiga nuevamente observó sorprendida la escena). Mi hijo se acercó al expendedor y señaló la que quería. Más tarde mi amiga me preguntó por qué lo hacía elegir todas esas cosas.¿Y por qué no? 

Este relato puede parecer muy poco importante, hasta tonto. Sin embargo tiene que ver con una de las cuestiones fundamentales de la vida: elegir.¿Cómo se forma la capacidad de elegir en una persona? Como casi todas las cosas: practicando. Es un aprendizaje. Elegir implica un derecho y una responsabilidad. Implica también confianza, madurez, duelo por lo que no se ha elegido.A veces cuesta mucho a los padres incentivar a que sus hijos aprendan a elegir. Por muchos motivos. Por empezar hay que darse tiempo para enseñar a elegir, y dar tiempo para que el otro lo aprenda, suavemente, sin apuros. También hay que confiar. Muchas veces para los padres es difícil darnos cuenta de cómo crecen nuestros hijos. Sorprenden continuamente. A veces uno no los “mira” durante un tiempo (esa mirada especial dirigida a sus aprendizajes, sus cambios, etc.), y cuando vuelve a fijar sus ojos y todos sus sentidos sobre él no puede creer lo que está viendo. Entonces aparece una palabra, un gesto, una decisión, una actitud, que nos deja perplejos, y nos hace pensar: “¡Yo no sabía que mi hijo podía decir o hacer algo así!”Esto pasa muy seguido con las elecciones. 

Los padres suponemos (y damos demasiado por seguro, a veces), que nosotros podemos elegir por él, y que lo haremos mejor. Claro que esto es más o menos así cuando son muy chiquitos. Pero cuando van creciendo no siempre estamos a la altura de esa circunstancia y nos quedamos con la idea de que nosotros tomaremos las decisiones por él mejor que él, que nosotros sabemos, aún mejor que él, qué le pasa, qué siente, qué necesita, qué le interesa, qué desea. Y... el tiempo ya pasó (a veces mucho más de la cuenta) y el pequeño niñito ya se convirtió, o se está convirtiendo en un hombre o en una mujer, en la lucha, igual que nosotros. A veces está pidiendo por todos los medios a su alcance que nos demos cuenta de eso, y que confiemos en él, que lo dejemos tomar sus propias decisiones, que paremos un poquito y, simplemente, lo dejemos ser, y volver a sorprendernos, otra vez, como cuando dio sus primeros pasitos, o dijo las primeras palabras. La misma emoción nos envolverá si ahora, nos detenemos y simplemente lo observamos y confiamos. Claro que cometerá errores, que tendrá muchísimo para aprender, pero ¿nosotros no?Otras veces, tristemente, el pequeño o ya joven sujeto quedó tan atrapado en la errónea creencia de que los demás sabrán absolutamente más que él acerca de su propia existencia, de lo que quiere, de lo que le “conviene”, que ni siquiera se plantea la posibilidad de elegir. Triste y pasivamente trata de adivinar lo que quienes siempre han decidido por él opinarían. No sabe del placer de tomar decisiones y la felicidad de llevarlas a cabo, ni conoce el mar de aprendizaje que sobreviene a la tristeza cuando uno se equivoca.No hace falta esperar mucho tiempo para empezar a practicar esto: lo que se aprende desde muy chiquito se internaliza mejor. 

Démosle siempre la oportunidad de hacer y rehacer, de elegir, inclusive de equivocarse, aunque el corazón se nos agriete dolorosamente cuando vemos que sufre. No obstaculicemos su crecimiento ofreciendo siempre la posibilidad de quedarse con todas las opciones, aunque nos fuera posible. No olvidemos que en algún momento, tarde o temprano, esto estará fuera de nuestro alcance. Enseñémosle a hacerse cargo de sus decisiones. Que lo viva. Que sepa que cuando elige, algo de lo no elegido a veces duele y clama.También, y fundamentalmente, es una cuestión de respeto. Respeto por la vida. No es raro escuchar a los padres decir: “¡Pero si yo doy la vida por él (o ella)! No vale dar la vida por ellos, vale diferenciar cuál es mi vida y cuál la suya. Reconocer los límites. Dar la vida a un ser no es tener dos vidas propias. Es tener suficiente amor y generosidad para regalarle la vida. A los hijos se los puede educar, proteger, amar, pero hay que “darles la vida”. Esto implica no sólo engendrarlos (o adoptarlos), sino además aceptar que es “su” vida, y regalársela sin condiciones para que ellos puedan apropiarse de su vida sin deudas. No quitarles pedacitos de esa vida para hacer en ella lo que no pudimos hacer en la nuestra, para saldar nuestras cuentas pendientes con nosotros mismos y con los demás.Así de simple, y así de complicado: enseñar a elegir, aprendiendo a dar la vida.

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jueves, 12 de enero de 2012

A mi hijo le duelen las piernas en la noche

¿Tu hijo está dando el estirón? Entonces es posible que tenga los típicos dolores de crecimiento. Aunque no son síntomas de ninguna enfermedad, sí resultan bastante molestos. Descubre cómo reconocerlos y aliviarlos.

Los dolores del crecimiento son bastante frecuentes entre los niños de 4 a 8 años –afectan a más del 30% de este grupo de edad- y se localizan en sus miembros inferiores, sobre todo en los muslos y pantorrillas. A pesar de que son benignos, de que no son un síntoma de ninguna enfermedad y de que desaparecen de forma espontánea cuando el pequeño cumple 8 o 9 años, crean bastante ansiedad en los padres, que no saben qué le ocurre a su hijo.

 El dolor de crecimiento es común durante las edades de 4 años en adelante. Aunque tu hijo se queje del dolor de piernas puede ser que también le duelan otras partes del cuerpo. A los niños les fascina brincar, saltar, correr y hacer muchas otras actividades físicas fuertes, éste esfuerzo físico también causa que las piernas le duelan más. Estos dolores en su cuerpo irán disminuyendo durante su crecimiento hasta desaparecer en la adolescencia



Cómo reconocerlos

*Se cree que al crecer, los huesos provocan tensión en los músculos y en los tendones. Su aparición, muy intermitente, suele coincidir con los picos en el desarrollo físico de los niños o, lo que es lo mismo, con los famosos “estirones”.

*Los dolores de crecimiento presentan algunas características que pueden ayudarte a reconocerlos:

*Son intermitentes, pueden aparecer una noche y desaparecer después durante varias semanas o, incluso, meses.

*El dolor no se localiza en un punto concreto, aunque se da siempre en los miembros inferiores. Es más bien difuso y cambiante, por ejemplo, un día afecta a la pantorrilla derecha y al siguiente, al muslo izquierdo.

*Surgen por la noche o a última hora de la tarde, nunca por la mañana.

*No se acompañan de otros síntomas –como enrojecimiento o inflamación de la zona dolorida- y tampoco obligan al niño a cojear ni le impiden mover las extremidades libremente.

*En general, responden bien al tratamiento y se logra un gran alivio pasados unos 10 o 15 minutos.

*Los dolores de crecimiento mejoran con la aplicación de calor local en la zona afectada y los masajes. También el pediatra puede considerar necesaria la administración de analgésicos o antiinflamatorios.

*La duración del dolor puede variar entre los 30 minutos a una hora. Frecuentemente el dolor se agudiza al momento de acostarse o en la mañana, ya que el cuerpo está descansado y los músculos comienzan a relajarse. El dolor no causa fiebre, escalofríos, enrojecimiento, hinchazón o cojera. Por tal razón, si tu niño presenta algunos de los siguientes síntomas debes consultar con su médico para una evaluación:

Dolor intenso en un área específica que no le permite dormir. El médico podría recomendarle exámenes de laboratorio o una radiografía para descartar la posibilidad de infección o tumor.
No poder sostener el peso de su cuerpo con sus piernas o está cojeando. Si el área está roja e hinchada, puede ser alguna fractura o infección.
Dolor en el área de las coyunturas e hinchazón. Podría estar padeciendo artritis reumatoide juvenil.
Dolor alrededor o en la área de las caderas, las rodillas y si éste le impide caminar o estar de pie por mucho tiempo. El médico podría recomendarle unas radiografías para descartar la posibilidad de "Legg-Calve-Perthes", condición que afecta la coyuntura de la cadera.

Ejercicio, ¿bueno o malo?

Hay un tipo de ejercicio que puede mejorar o prevenir la aparición de las molestias. Son los estiramientos musculares, que los padres pueden realizar a sus hijos antes de acostarlos y tras la práctica de deporte. Debes hacerlo mientras está tumbado, flexionando y estirando sus rodillas y tobillos. 

¿Qué puedes hacer para aliviar los dolores?
Dale acetaminofén o ibuprofen, verificando la dosis adecuada de acuerdo a su edad.
Aplícale unas compresas de calor en el área con dolor durante 10 minutos.

Fuente :


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viernes, 6 de enero de 2012

Perú : Nace la Asociación ¿Dónde está papá?

LO QUE IMPORTA ES EL BIENESTAR DE LOS HIJOS...

Hoy en día en nuestra sociedad vemos casos en donde las madres MALTRATAN física y psicológicamente a los padres y lamentablemente los padres violentados no encuentran instituciones que los puedan ayudar, es por ello que nace la asociación ¿DÓNDE ESTA PAPÁ? la cual tiene como finalidad principal el brindarle asesoría legal y psicológica y lo más importante acompañarle en todo tu proceso judicial con el fin de poner un alto a tanto abuso ya sea por parte de la MADRE VIOLENTISTA o del mismo PODER JUDICIAL.

.Esta asociación sin fines de lucro busca la igualdad entre padres, pues nuestra legislacion es injusta, ha sido creada tan solo a proteger los intereses de las madres, dejando DE LADO A LOS PAPAS RESPONSABLES. En el Perú sabemos que existen muchos casos -por no decir la gran mayoria- de papás que no afrontan sus responsabilidades para con sus hijos, sin embargo no cumplen con prestarles alimentos, los cuales no se circunscriben solo en la alimentacion, sino tambien en educación, salud, vestido, y todos los gastos concernientes al menor y son las madres las que con sacrificio asumen el doble rol ante la ausencia de ese mal llamado padre. Sin embargo, así como existen estos "hombres" también existe un número considerable de papás que SI son responsables y que cumplen con acudir con sus hijos y que buscan interactuar con ellos en cada etapa de su vida a pesar que la relación matrimonial y/o de convivencia con la madre llego a su fin...y cuando dichos papás quieren hacer valer sus derechos para ver o estar con sus hijos, simplemente se chocan con una realidad legal discriminatoria para temas de tenencia, regimen de visitas y otros, en la cual se los excluye.


En esta página usted podrá encontrar temas presentes en los Divorcios ó separaciones destructivas con hijos menores. Síndrome de Alienación Parental (SAP), Obstrucción del vinculo con los hijos, Discriminación, Derechos Humanos, Derechos del niño, Denuncias Falsas por parte de la madre, Alimentos, Inculcación Maliciosa ,Violencia Familiar, Peritajes, Sustracción ó retención ilegal de hijos hacia otros Países, Restituciones internacionales de hijos.

Puede consultar Leyes:
Divorcio, Patria Potestad, Inasistencia Familiar, ley de tenencia compartida, Régimen de visitas para los abuelos. Convenio de restitución internacional de menores ( Convención de la Haya)
Consulta de
Organismos Oficiales, Poder Judicial, Defensorias, Registro de la Propiedad Inmueble, Boletín Oficial, Registro Civil, Comisarías, DEMUNAS.


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martes, 3 de enero de 2012

Conociendo los sentimientos de nuestro bebé




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Cuando se es madre primeriza, existe una ansiedad por entender los sentimientos de nuestros bebés, y por sobre todo sentirse querida por ellos. Esta ansiedad puede llevar a angustiar a aquellas madres que buscan algún tipo de manifestación de cariño que no surge del bebé, en especial si éste tiene pocos meses.
Es por eso que les dejamos algunos consejos para aprender a descifrar cómo esas pequeñas criaturas expresan lo que sienten, así como también saber tener paciencia y comprender que no demostrar no significa no sentir.
¿Te ha pasado que cuando tu crees que tu bebé te sonríe el resto de las personas te dicen que no fue una sonrisa sino un gesto involuntario? No les creas. Recientes estudios han comprobado que los bebés pueden sonreír al imitar la sonrisa de sus padres, y que al percibir que sus padres sonríen cuando están contentos comienzan a asociar el gesto con el sentimiento.
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Tener en cuenta esto es clave para comenzar a entender lo que sienten, y que ellos también logren entendernos. Los bebés de entre 6 y 12 meses primero relacionan lo que huelen y tocan con lo que ven, y luego comenzarán a buscar cómo luce el “estar contento” o el “estar triste”. Para ello se van a basar en lo que ven que la cara de sus papás expresan.

Lo mismo ocurre con la manera en que demuestran su cariño. No estés impaciente por recibir un beso espontáneo o un simple abrazo. Eso también lo aprenden de sus papás. Ellos están atentos a cada gesto tuyo, y buscarán imitarlo. Poco a poco, ya cerca del año de edad, comenzarán a lanzar besos al aire, que más tarde empezarán a darlos cuando les acerques la mejilla. 

Otra forma en que ellos comienzan a expresar lo que sienten y también el cómo ven el mundo que les rodea, es por medio del juego de la imitación. Seguramente hayas visto muchas veces a tus niños jugando con muñecos, o disfrazándose, pero ¿alguna vez te pusiste a observar quiénes son esos muñecos para ellos, y qué les hacen hacer? Descubrirás que al jugar, ellos imitan el comportamiento y lo que dicen las personas con las que están habitualmente. No te sorprenda que su muñeco “diga” las mismas palabras que tú, o desarrolle las mismas actividades. Por ello para conocerlo un poco más es bueno que lo observes jugar. 

Con estos consejos queremos hacerte ver lo relevante que es todo lo que hagas o digas frente a tu bebé. Cada gesto, cada palabra, cada reacción es para ellos la manera que tienen de empezar a conocer el mundo y a conocerse, así como de asociar lo que sienten con la forma en cómo expresarlo.

Fuente : Entre Padres

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