domingo, 28 de septiembre de 2008

ABC del embarazo sano

El Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha elaborado una lista de cuidados a seguir durante el embarazo. Pero con una curiosidad, todas las recomendaciones empiezan con una letra del alfabeto. Así, detalla cada una de la A a la Z.

Si estás embarazada o planeas estarlo pronto, no te pierdas ni una sola letra.


A Ácido Fólico. Ingiera diariamente 400 microgramos de ácido fólico tanto antes como durante los primeros meses del embarazo para reducir el riesgo de defectos congénitos del cerebro y la espina dorsal. Todas las mujeres que tienen la posibilidad de quedar embarazadas deberían tomar a diario una vitamina con ácido fólico. Es también importante observar una dieta saludable con alimentos enriquecidos (productos a base de cereales, incluidos el arroz, el pan y fideos enriquecidos) y alimentos con fuentes naturales de ácido fólico (jugo de naranja, legumbres de hojas verdes, frijoles, maní, brócoli, espárragos, arvejas y lentejas).

B Beba más líquidos (agua es mejor) durante el embarazo para ayudar a su cuerpo a compensar el aumento del volumen de sangre. Beba al menos 6 a 8 vasos diarios de agua, jugo de fruta o leche. Una buena manera de saber si está bebiendo suficiente líquido es si su orina aparece de un color claro, casi como el agua, o de un color amarillo muy pálido.

C Coma alimentos saludables para que usted y el bebé que va a nacer tengan los nutrientes que necesitan. En sus comidas debe incluir los cinco grupos de alimentos básicos. Usted debería ingerir cada día lo siguiente: 6-11 raciones de cereales, 3-5 raciones de legumbres, 2-4 raciones de fruta, 4-6 raciones de leche y productos lácteos, 3-4 raciones de carne y alimentos proteínicos. Los alimentos con bajo contenido de grasa y alto contenido de fibra son importantes para una dieta saludable.

D Las Drogas lícitas tales como el alcohol y el café son consideraciones importantes para la mujer embarazada. No existe cantidad de alcohol sin riesgo que una mujer puede beber estando embarazada. El síndrome de alcohol en el feto, trastorno caracterizado por un crecimiento retardado, anormalidades faciales y disfunción del sistema nervioso central, lo causa el consumo de alcohol de una mujer durante su embarazo. La cafeína, que se encuentra en el té, el café, las bebidas no alcohólicas y el chocolate, también deberían limitarse. No deje de leer las etiquetas si está en plan de reducir la cafeína durante el embarazo. ¡Más de 200 alimentos, bebidas y medicamentos comprados sin receta contienen cafeína!

E Evite exponerse a sustancias tóxicas y productos químicos, tales como disolventes de limpieza, plomo y mercurio, algunos insecticidas y pintura. Las mujeres embarazadas deben evitar exponerse a emanaciones de pintura. Para mayor información, refiérase a las prácticas saludables al pintar interiores.

F Fumar durante el embarazo puede producir bajo peso en el bebé. El tabaco se ha asociado con la infertilidad, los abortos espontáneos, los embarazos tubáricos y la mortalidad y morbilidad infantil. Por otra parte, fumar puede causar incapacidades de aprendizaje a largo plazo. Si usted fuma, debe tratar de no hacerlo más. El humo secundario también puede ser nocivo para la madre y su bebé en crecimiento. Es una buena idea pedir a las personas que estén a su alrededor que no fumen durante su embarazo y después del nacimiento del bebé.

G Las pruebas Genéticas han de efectuarse adecuadamente. Es importante conocer su historial familiar. Si han habido problemas de embarazo o defectos congénitos en su familia, comuníqueselos a su médico. Además, los orientadores genéticos pueden proporcionarle la información que podría necesitar para decidir sobre si tener hijos o no. Puede comunicarse con un centro médico situado en su área para que le ayude a encontrar un orientador genético certificado.

H Haga el intento de unirse a un grupo de apoyo para futuras mamás o participe en una clase sobre maternidad o parto.

I Ingiera 30 miligramos de hierro durante su embarazo, como lo prescriba su médico, para reducir el riesgo de anemia más tarde en el embarazo. Todas las mujeres en edad de procrear deben observar una dieta rica en hierro.

J Jamás supere sus limitaciones. Informe a su médico si experimenta una de las condiciones siguientes: dolor de cualquier clase, cólicos fuertes, contracciones uterinas a 20 minutos de intervalo, sangrado vaginal, pérdida de líquido amniótico, mareos, desmayos, respiración difícil, palpitaciones, taquicardia (latidos acelerados del corazón), náusea o vómitos constantes, dificultades al caminar, edema (hinchazón de las coyunturas) o si su bebé manifiesta menor actividad.

K Cuide los Kilos. El exceso o falta de peso durante el embarazo puede generar problemas. Antes del embarazo, trate de alcanzar un peso que oscile dentro de las 15 libras de su peso ideal antes del embarazo. ¡Recuerde, el embarazo no es un periodo para hacer dieta! No deje de comer ni comience a omitir comidas cuando suba de peso. Tanto usted como su bebé necesitan calorías y la nutrición de una dieta saludable. No deje de consultar a su médico acerca de la dieta que debe observar.

L Lavarse las manos a lo largo del día es importante, en especial después de tocar carne cruda o utilizar el cuarto de baño. Esto puede ayudar a prevenir la propagación de muchos virus y bacterias que causan infecciones.

y .....la Lactancia es la opción más saludable tanto para usted como para su bebé. Hable con su médico, su familia y sus amigos, así como con su empleador sobre la forma que ha escogido para alimentar a su bebé y cómo pueden ellos apoyar su decisión.

M Condiciones Médicas tales como la diabetes, la epilepsia y la alta presión arterial deberían tratarse y mantenerse controladas. Pregunte a su médico si necesita cambiar o graduar algún medicamento durante el embarazo. Si está tomando algún medicamento, pregunte a su médico si no presenta riesgo seguir tomándolo durante el embarazo. También hable con él de cualquier hierba o vitamina que esté tomando. ¡Son medicinas también! Hable con su médico de todos los medicamentos, comprados con y sin receta, que esté tomando.

N Nunca tenga miedo de preguntar a su médico o profesional de atención médica acerca de su salud. Es mejor tomar todas las precauciones y plantear todas las interrogantes o preocupaciones que pueda tener.

O la Organización es clave. Su bebé le ama y usted debería demostrarle que usted también le ama. Proporcione a su bebé un entorno saludable de vida mientras dure el embarazo. Los lactantes y los niños requieren atención u orientación constantes. Su salud y seguridad deben observarse cuidadosamente en todo momento.

P La Propensión a la náusea, las molestias estomacales y los malestares matutinos son comunes durante el embarazo. Las comidas que normalmentele le gustan pueden darle asco. Puede necesitar cambiarlas por otros alimentos nutritivos. Cinco o seis comidas livianas al día pueden sentarle mejor que tres comidas grandes.

Q Quede en constante contacto con su médico y no deje de recibir atención prenatal tan pronto como piense que está embarazada. Es importante visitar a su médico regularmente a lo largo del embarazo; por lo que, asista a todas las citas de atención prenatal.

R Los Remedios para la tos y el resfriado comprados sin receta pueden contener alcohol u otros ingredientes que deberían evitarse durante el embarazo. Pregunte a su proveedor de atención de salud acerca de los medicamentos comprados con y sin receta que esté tomando o que considere tomar estando embarazada.

S Los Saunas, las bañeras y las habitaciones de vapor deben evitarse mientras esté embarazada. El calor excesivo puede perjudicarle durante el embarazo.

T La Toxoplasmosis es una infección causada por un parásito que puede ser sumamente nocivo para el bebé que va a nacer. Evite comer carne insuficientemente cocinada y manipular excrementos de gato. Asegúrese de ponerse guantes al efectuar labores de jardinería.

U El tamaño del Útero aumenta durante el primer trimestre, lo cual, conjuntamente con un funcionamiento más eficaz de los riñones, pueden hacerle sentir la necesidad de orinar más a menudo. También puede escapársele orina al estornudar, toser o reírse. Esto se debe a que el útero en crecimiento presiona la vejiga, que se encuentra directamente frente al útero y ligeramente debajo de éste durante los primeros meses del embarazo. Si siente ardor y deseo de orinar con frecuencia, no deje de comunicárselo a su médico.

V Las Vacunas constituyen una preocupación importante para la mujer embarazada. Hágase poner las vacunas que necesite antes del embarazo. Las recomendaciones de los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) son claros acerca del uso de vacunas durante el embarazo. Revise la lista y asegúrese de hablarlo con su médico.

W Favor de visitar el Índice de Temas de Salud de los CDC en Español para información sobre otros importantes temas de prevención.

X Evite los rayos X. Si necesita hacerse trabajo dental o pruebas diagnósticas, informe a su dentista o a su médico que está embarazada para que tengan aún más cuidado.

Y La práctica de Yoga, las caminatas, la natación y el ejercicio en una bicicleta fija son por lo general ejercicios sin riesgo para las embarazadas. Sin embargo consulte siempre con su médico antes de empezar cualquier clase de ejercicio, en especial durante el embarazo.

Z ZZZZZ….. Duerma… Asegúrese de descansar bien… Es aconsejable acostarse de lado lo más a menudo posible, en particular sobre el lado izquierdo, porque esa posición permite una mejor circulación para su bebé y ayuda a reducir la hinchazón.

Fuente : Bebés y más





jueves, 25 de septiembre de 2008

Los primeros meses de casados

Se acaba la fiesta y los recién casados que nunca que han convivido, parten felices a la luna de miel. Ahí comienzan ha experimentar las primeras angustias que produce adaptarse al otro, que por mucho que se le conozca, puede tener patrones de conductas diferentes al propio.

Los ajustes pueden demorar un tiempo. Es más, años, y algunas parejas pasan esta etapa con éxito y otras, fracasan en el intento.


La incomunicación, la intolerancia, el individualismo, la mamitis o papitis, la competitividad, la disminución de la vida sexual, la falta de tiempo y las comodidades a las que muchas veces no están dispuestos a renunciar los recién casados, son factores que inciden en que la vida de pareja de muchos jóvenes en los primeros años de matrimonio no sea la de sus expectativas.


La mayor cantidad de parejas jóvenes que se acercan a la consulta del sicólogo y terapeuta de parejas Fernando Maestre van angustiadas por el fuerte cambio que viven al pasar del "flirting" al matrimonio. Al casarse se encasillan mutuamente en determinados roles. Aparece el miedo de que la pareja se transforme en mi mamá o mi papá.

Así es como al poco tiempo dejan de dialogar y de conversar, transformando fácilmente las primeras peleas y discusiones en ver al otro como un contrincante. Surgen las primeras dudas y piensan, ¿cómo intervendrá mi mujer o mi marido en mi libertad, autonomía, independencia y estilo de vivir? Se les cae el matrimonio como un tremendo peso, sienten que se les acabó el recreo del flirteo y ahora hay que llevar una casa, trabajar, ser padres, juntar plata: la responsabilidad.

Maestre recomienda, ante tanto peso y seriedad, permitirse un cierto nivel de locura. Atreverse a hacer el amor dentro y fuera de la cama, dejar a los hijos e irse por un fin de semana. Hay parejas que se atreven, que dicen pasémoslo bien y no se sienten ridículas.



Es lo que hicieron María José y Ricardo, los dos de 25 años. Estuvieron de enamorados seis años y en su primer aniversario de matrimonio ya tenían claro que el amor se acompaña de esfuerzo. "Creemos en que nos podemos conquistar y que el amor no se acaba, podemos construirlo cada vez nuevamente y por eso nos escuchamos mucho, pero de verdad", cuenta María José.

De la paradisíaca luna de miel, aterrizaron en un departamento donde muchas cosas y tareas no les eran comunes y María José se vio más afectada. "A Ricardo le influyó más no tener su espacio propio; él echaba de menos su pieza y yo, la irresponsabilidad. Es como un golpe, te casas y eres adulta. Al principio, la convivencia es muy difícil. El desorden, los cigarros y la cama sin hacer eran un problema. No habíamos compartido formalmente los roles y siempre me sentía responsable de hacer todo. Después lo dividimos y ahora que estoy embarazada él hace más que yo".

Uno de los miedos que expresan las parejas jóvenes es caer en la rutina. Fernando Maestre asegura que ésta es obra de cada pareja, aunque reconoce que también influyen las exigencias del trabajo: "Es impresionante como rápidamente la gente rutiniza la vida marital y es terrible que los jóvenes ya hablen de ella. Influye que en esta sociedad hay que entregarles la mayor energía al trabajo y a otras metas; lo que sobra en tiempo queda para la relación de pareja".

Y hay veces en que sobra muy poco, por lo que no hay tiempo ni para hacer el amor. El profesional asegura que hay algunos que dejan su vida sexual para el fin de semana, otros sólo para las vacaciones u otros que en vez de hacer el amor tienen una performance atlética sexual".

No lo lograron

Así como algunos pasan esta valla, otros, no. Es el caso de María Paz, de 24, quien dejó a su marido y se fue a vivir a la casa de sus padres, después de seis meses de casada. Dice que no lo soportó más, que estaba convencida de que no resultaría y que no valía la pena luchar un poco más.

Lloró toda la luna de miel, echaba de menos a sus padres y todo empeoró cuando llegó a Chile. Durante los primeros meses, María Paz pasó gran parte del día con su mamá. Después, él veía tele mientras ella preparaba la comida. "Al principio no me importaba, pero después de un tiempo me sentía patética. No había venido al mundo a servir a mi maridito ni a que me sacara en cara que me mantenía. El me decía que no podíamos ni ir al cine por la plata".

María Paz piensa que el fin de su matrimonio se debe al aburrimiento de los dos. "No supimos cómo entretenernos con menos, me agoté rápido de sus mañas, casi de verle la cara. Creo que hoy la gente tiene menos paciencia y estamos menos dispuestos a ceder. Los detalles nos hicieron la rutina insoportable".

Sin distinciones de época, uno de los problemas que acompaña al matrimonio es el empezar a convivir e intentar la coordinación de dos culturas distintas. Lo explica Fernando Coddou: "Se dice que el amor ayuda en este proceso, pero no lo hace. Uno de los mitos es que si nos amamos nos coordinaremos en espontáneo y esto no ocurre así. Son dos personas diferentes y hay parejas que logran este ajuste, otras no. También influye que ahora los jóvenes parecieran estar menos dispuestos a ceder en lo que creen, lo que sin duda dificulta la posibilidad de coordinación entre estas distintas culturas familiares".

Hay presiones

No es el caso de Paula, de 27, y Javier, de 26, que en dos años han aprendido a organizar su vida juntos. La convivencia no ha sido problemas, cada uno mantiene sus espacios, pero también acordaron momentos juntos. De hecho, limitaron la vida social para darse más tiempo ellos. Aún así reconoce que la vida sexual ha disminuido considerablemente por cansancio y se está presentando la presión de tener el primer hijo.

La situación económica también tiende a ser un elemento de peso en la sobrevivencia de la pareja. Coddou explica que hoy, algunas parejas de un nivel socio económico medio alto se casan con departamento instalado y eso limita la vivencia del logro común.

"Muchos matrimonios que llevan treinta años de casados me cuentan que sus mejores años fueron cuando no tenían ni un peso partido por la mitad. Muchos recién casados se ven afectados por modelos externos. Peor aún, se atrapan en modelos externos de tal pobreza, como aquel que define comuna, auto, destino de luna de miel para una pareja de profesionales, que hace que pierdan el eje central de ser pareja: la libertad de construir la vida desde la intimidad y decir a nosotros nos gusta de esta manera" devela el profesional.




Fuente : PuntoMujer


Más información : El Crecimiento en el Amor
De enemigas a amigas, ¿cómo lograrlo? (nueras y suegras)

Pequeños tiranos

La imagen que tenemos de los pequeños, que son dóciles y tiernos también va acompañada de la fuerte necesidad de mando y control de su entorno.Este rasgo propio de la infancia es denominado por muchos como el narcisismo infantil, vale decir esa posición que el niño toma de querer gobernar y regir el mundo según sus deseos y goces.

Antes de los dos años de vida, el niño descubre el placer y la fuerza de la palabra “no” pudiendo poner palabras a esta posición de mando y de límites entre ellos, su entorno y sus padres.

Durante la infancia es normal y frecuente que a los niños les guste mandar: Lo más importante durante esta etapa es evitar una serie de actitudes que podrían convertir este tipo de mando en una característica de su futuro carácter pues muchos logran doblegar al adulto y éste no puede poner límites naturales y necesarios que el pequeño necesita para seguir desarrollándose.

Lamentablemente en muchos hogares los niños se convierten en verdaderos tiranos de sus padres, pues se someten fundamentalmente por culpa, miedo o porque no saben cómo criar un hijo. Han perdido la conexión con ellos mismos y están más perdidos que el niño.

Existen una serie de recomendaciones para el manejo de la crisis pero lo más importante es la tranquilidad y la serenidad que los padres sientan como figuras de ley ante sus hijos.

Acá veremos algunas recomendaciones:

- Ignorar cuando el comportamiento del hijo sea abusador o sometedor, es decir, no reírse ni mirarlo aunque te haga gracia.

- Si el hijo pide las cosas de forma violenta, autoritaria o abusadora, no cumplas lo que te pide, hasta que lo diga correctamente vale decir en un mínimo de diálogo. Tú como padre no te pongas en papel de victima.

- Si da órdenes a sus amigos, no lo avergüences delante de ellos. Lo llamas a un costado mostrándole lo que hace y diciéndole que estarás atenta a la manera como dice las cosas.

- Los padres debemos pedir las cosas siempre correctamente. Ese será un buen ejemplo para él.

- Enséñale el valor del respeto hacia los demás empezando por hacerle saber que ustedes como padres no están dispuestos a dejarse maltratar por nadie. Decirles lo que uno siente y lo que no vamos a permitir es fundamental.

Fuente : RPP

El Ácido Fólico es esencial en nuestra vida

¿Qué es el ácido fólico y por qué debo tomarlo?
El ácido fólico es una vitamina del complejo B que puede ayudar a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y la médula espinal denominados defectos del tubo neural (Neural Tube Defects--NTD) cuando se ingiere antes del embarazo y durante las primeras semanas del mismo.

Los estudios demuestran que las mujeres que consumen la cantidad recomendada de esta vitamina desde antes de la concepción y durante el primer mes del embarazo pueden reducir el riesgo de tener un bebé con defectos de nacimiento en el cerebro y la columna vertebral, los NTD's.


Los NTD's más comunes son la espina bífida y la anencefalia. La espina bífida es una de las causas principales de la discapacidad infantil. La anencefalia consiste en un serio subdesarollo del cráneo y del cerebro en el recién nacido. Los estudios también sugieren que el ácido fólico puede ayudar a prevenir algunos otros defectos de nacimiento, como el labio leporino y la fisura palatina.

Se sabe también que el ácido fólico juega un papel fundamental en el proceso de la multiplicación celular, por lo tanto es altamente necesario durante el embarazo. En un estudio se descubrió que las mujeres a quienes les faltaba ácido fólico tenían mayores probabilidades de dar a luz a un bebé prematuro y de bajo peso al nacer.

¿De dónde se obtiene el ácido fólico?
A pesar de que el ácido fólico puede encontrarse en determinados alimentos como frutas, vegetales, granos, etc., es difícil obtener la cantidad necesaria de esta vitamina sólo de la dieta. Toda mujer debería consumir 400 microgramos de ácido fólico diariamente. La dieta común de muchas mujeres no aporta en ningún caso más de 200 microgramos. Por eso se recomienda el uso diario de un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de ácido fólico en su forma sintética. La forma sintética del ácido fólico es además más sencilla de asimilar por el organismo que dicha vitamina en su forma natural.

El Instituto Médico (The Institute of Medicine) recomienda que una mujer aumente su consumo de ácido fólico sintético a 600 microgramos por día una vez que haya quedado embarazada. Los estudios han demostrado que la ingestión de una dosis mayor de ácido fólico por día durante el mes previo y los primeros meses de gestación, puede reducir el riesgo de que un feto sufra NTDs en un 70%. De todos modos, es importante que el consumo diario de ácido fólico por parte de la mujer no supere los 1000 microgramos diariamente.

Además de beneficiar a mi futuro bebé, ¿el ácido fólico me beneficia en algo a mí?
El ácido fólico beneficia a todo el mundo, hombres y mujeres de cualquier edad. Por ejemplo, se sabe que el ácido fólico cumple un papel importante en la producción de glóbulos rojos. A veces las personas que tienen deficiencias de ácido fólico desarrollan un tipo específico de anemia.

Por otra parte, estudios recientes sugieren que el ácido fólico también puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares. Las personas que poseen una cantidad elevada de una toxina llamada homocisteína en la sangre corren un mayor riesgo de contraer este tipo de enfermedades. La ingestión de ácido fólico disminuye la presencia de esta toxina en el organismo.

Además, se ha comprobado que la ingestión regular de ácido fólico puede reducir las posibilidades de aparición de diversos tipos de cáncer como el del cuello del útero y el del colon.

Por último, un estudio reciente ha demostrado que una de cada siete personas puede padecer una mutación genética que provoca una insuficiencia de ácido fólico y dificulta la absorción del mismo en su forma natural. La ingestión de esta vitamina en su forma sintética puede ayudar a suplir las carencias de ácido fólico en estas personas.

¿Qué más puedo hacer para asegurarme de tener un bebé saludable?
Anticípese a los hechos. Vea a su médico y hágase un examen físico completo. No fume ni beba alcohol, siga una dieta sana y no olvide tomar una vitamina de ácido fólico antes del embarazo.

Fuente :
Nacer sano

Más información : Comidas y recetas con ácido fólico

domingo, 21 de septiembre de 2008

La importancia del sentido del humor en la familia


En el contexto educativo de la familia, el sentido del humor es tan importante como lo son la disciplina, la educación académica o los valores.

Las relaciones entre padres e hijos que permiten y dedican más tiempo a las diversiones, el buen humor y la risa, son más sanas, menos tensas y más cordiales.

El sentido del humor nos permite ver los problemas en su dimensión más ajustada, sin llegar a extremos de sobre-valoración o de infra-valoración. Así, asumir la perspectiva del humor ante nuestros errores y debilidades nos facilita reconducir situaciones que, de otro modo, aumentarían las tensiones y los conflictos, y además amplía el campo de nuestra experiencia, ya que todos sabemos que se aprende tanto o más de los errores que de los aciertos.


La risa es una de las expresiones que más beneficios aporta a la persona. Es la expresión de una emoción tan importante como la alegría; activa la producción de endorfinas (neurotransmisores químicos que aportan al cerebro alivio y bienestar); libera tensiones; y favorece una respuesta emocional única orientada al optimismo y el bienestar. Todo esto se refleja también en la salud. Y además da lugar a un ambiente positivo y cordial.

Hay que recordar que los niños aprenden en gran medida por observación de su entorno (los padres somos modelos para los niños, nos lo propongamos o no), y cuanto más dignos de crédito sean los modelos a imitar, mejor y más duradero será el aprendizaje. En este sentido, la alegría y el buen humor también se educan, y las familias que logran pasar más tiempo divirtiéndose juntas, crean vínculos de relación más estrechos y duraderos.

Por todo ello es aconsejable pasar tiempo juntos en actividades lúdicas y divertidas, siendo posible enseñar a los niños a no sobredimensionar los problemas a través del buen humor y la alegría.

Pero en esta enseñanza hay que tener también muy en cuenta que el humor puede utilizarse para perjudicar, ridiculizar o consolidar y reproducir estereotipos, por lo que es necesario educar en la conciencia del daño que se puede hacer a los demás. Este aprendizaje elemental ayudará a los niños a desarrollar su sentido del humor sin perder la empatía (capacidad social básica que permite saber cómo se siente el otro y actuar en consecuencia).

Fuente : Blog de Gloria Martí




Efectos de la falta de apego en los niños


Los efectos de la falta de apego son efectos retardados, es decir, se verán mucho más adelante, pero realmente evidentes, y a veces dramáticos.

El bebé tiene necesidad de contacto físico. Tiene necesidad de agarrarse y de pegarse a la madre, de relacionarse con su pecho, de refugiarse en ella y de trepar por ella, etc. Y la falta de esas satisfacciones pueden acarrear conductas anormales en adolescentes y adultos.

Si analizamos a muchas familias con conflictos profundos, fácilmente nos encontramos con madres frías, distantes, poco cálidas en afecto, en expresividad corporal, en dejarse agarrar, trepar, tocar, palpar, chupar, etc. por su hijo de pocos días o meses, el cual, aunque esté bien alimentado, si le falta ese “piel-a-piel”, estará amenazado por problemas durante toda su maduración.


Es por eso que una madre bien orientada puede evitar que se produzcan procesos que alteran profundamente la maduración de la personalidad del hijo.

Estas conductas de apego, igual que se van formando, irán disminuyendo espontáneamente. El apego es total en los primeros días y meses de vida, pero mientras se crece, se van estructurando otras conductas que empiezan a “separar” al niño de la madre (o de la figura que la sustituya), como la tendencia a buscar a otros (niños), y luego a otros (adultos), la tendencia a explorar a través del juego, de la creatividad, la imitación, etc., pero tengamos en cuenta que estas tendencias se verán dificultadas si el niño no ha contado primero con el adecuado grado de apego con la madre (o figura sustituyente).

A corto plazo los efectos de la falta de apego pueden ser: un aumento del ritmo cardíaco, descenso de la temperatura corporal de noche, aumenta el tiempo que está despierto, aumentan los sobresaltos nocturnos, protesta (llora, grita…) el primer día de separación, el segundo día presenta posturas depresivas, disminuye el juego, y siente angustia por la separación de la madre.

A largo plazo todos sufren un retraso general, más profundo en el lenguaje, y tienen problemas en sus relaciones sociales. Estudios recientes relacionan las deficiencias en las relaciones con las figuras de apego con la neurosis, la depresión, el suicidio, la mortalidad, el retraso intelectual, desórdenes conductuales, etc.

Esta necesidad de apego está muy relacionado el tema de la lactancia materna. El amamantar al niño va a suponer mucho más que alimentarlo, siendo casi más importantes los procesos relacionales que se producen que el propio alimento.

Fuente : Blog de Gloria Martí


Trastornos psicológicos del lenguaje


El lenguaje es una acto social, resultado de la intervención de diversos factores:

- los estímulos del medio

- la inteligencia del niño

- la afectividad o mundo emocional del niño (un niño no atendido, rechazado..., puede abocarle a un mundo cerrado, de incomunicación).

Sabemos que cada niño sigue su propio ritmo; así también lo hace en el lenguaje, pero hay una serie de signos que será conveniente observar pues nos alertarán de que algo no marcha bien:


- que un bebé sea silencioso y no balbucee durante los primeros meses.

- que entre los 12 y 24 meses no comprenda órdenes sencillas (señalar con el dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adios con la mano,...) ni desarrolle una jerga (un habla) espontánea.

- que, alrededor de los 2 años, no pronuncie palabras parecidas a las del lenguaje establecido.

- que sobre los 3 años y medio, su habla no pueda ser entendida por personas que no forman parte de su núcleo familiar.


Si un niño de 2 años y medio no habla es importante discriminar:

- si comprende el lenguaje, lo que se le dice.

- si puede haber alguna lesión neurológica, sensorial ( de la audición, sobre todo)o motriz (ha de poder "hacer" lo que oye) o déficit en los órganos de fonación.

- si cuenta con un nivel de inteligencia suficiente; lenguaje e inteligencia van muy unidos.

- si le rodea un ambiente adecuado (de buena estimulación).

- si le rodea algún problema más de tipo psicológico, que pueda estar influyendo en dicha adquisición (algún bloqueo emocional, nacimiento de un hermanito,...).

Si se observa alguno de estos puntos, será conveniente consultar al pediatra o especialista en cuestión.


DISFONIA

Es un trastorno o alteración del tono o timbre de la voz en su emisión provocado: por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico.

Puede ser crónica o transitoria.

DISLALIAS

Es un trastorno o alteración en la articulación de los fonemas o sonidos: bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros.

Tipos:

- Dislalia evolutiva: propia del desarrollo evolutivo del niño. Se considera dentro de lo normal, pues el niño está en proceso de adquisición del lenguaje y los errores se irán corrigiendo progresivamente.

- Dislalia funcional: no se encuentra causa física ni orgánica en esas alteraciones de articulación. Puede cometer diferentes tipos de errores: de sustitución (sustituir un fonema por otro), de omisión (no pronunciarlo), de inversión (cambiarlo por el siguiente) y de distorsión.

- Dislalia audiógena: la alteración en la articulación de fonemas se produce por una deficiencia auditiva.

- Dislalia orgánica: la causa puede estar en los órganos del habla (disglosias) o por una lesión cerebral (disartrias).

DISFASIAS

No hay mucho acuerdo sobre su definición.

Se aplica a aquellos niños con un trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción y cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales,neurológicos,...

Suelen ir asociadas a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento,...)

AFASIAS

Trastorno del lenguaje producido por alguna lesión cerebral, despúes de que el individuo haya adquirido el lenguaje

Hay diferentes tipos según donde se localice la lesión.

DISFEMIA O TARTAMUDEZ

Consiste en la dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la repetición rápida de sonidos y/o sílabas, provocando bloqueos al intentar pronunciar una palabra.

- Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas, balanceo de brazos,...) que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo verbal.

- Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos; responde a una tensión propia de entre los 2 y 5 años (edad en la que suele hacer su aparición).

- No inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión.

- Los tartamudos no siempre tartamudean; pero una vez se ha iniciado el trastorno, saben con antelación qué palabra les causa el problema y eso puede provocar aún más ese rasgo.

- La actitud más correcta estaría en ignorar el tartamudeo temprano del niño, pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el problema empeore. Se le hablará correctamente, con paciencia, sin terminar las frases que el niño inicie, ni interrumpirle. Y favorecer un clima de tranquilidad y relajación (sin prisas), cuando se entable conversación con él.

- Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de algún especialista infantil.

FARFULLEO

Se trata de una alteración en la fluidez del lenguaje, en la que el individuo habla a gran velocidad, articulando desordenadamente.

A veces se confunde con la tartamudez.


Fuente : Guía de Psicología

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Padres que fuman, hijos que se enferman

Un bolsillo que parece roto por la renta del cigarrillo, la ‘tosecita’ molesta y el olor de cenicero en la ropa, la boca y las manos son algunas de las razones que muchos aducen para dejar el vicio. Sin embargo, existe un motivo más importante al que no todos le hacen caso: un hijo.

Si huirle al cáncer o a una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) no es suficiente motivo que lo sea por lo menos la salud del pequeño que viene en camino o que vive cerca de usted.

Las consecuencias de que el bebé sea fumador pasivo no son pocas. Diversos estudios han demostrado que el humo de segunda mano puede ser más peligroso, debido a que no pasa por filtros, como el que es aspirado directamente.

Aquí se nombran algunos de esos peligros, para que, si tiene un hijo en casa, lo piense varias veces antes de encender el próximo cigarrillo.


Durante el embarazo

La placenta de las mujeres que fuman durante el embarazo llega a ser mucho más grande al final de la gestación. Así lo comprobó un estudio que fue publicado en la revista científica The Lancet. Este aumento significa un incremento en las posibilidades de muerte del niño dentro del vientre.

Un solo cigarrillo al día ocasiona el riesgo de tener un bebé con bajo peso, además de un daño pulmonar de base. Estas afecciones merman las capacidades con las que cuenta para enfrentarse al nuevo ambiente, fuera del cuerpo de la mamá.

De igual manera, puede sufrir alteraciones nerviosas, en comparación con los hijos de mujeres que no fuman.

Después del nacimiento

Si los bebés nacen con bajo peso, el riesgo de ingresar a la unidad de cuidados intensivos aumenta.

Para la neumóloga pediatra Danitza Madero, los niños también están expuestos a grandes riesgos cuando la mamá, a pesar de dejar el cigarrillo durante el embarazo, lo retoma en el posparto. “Se ha comprobado mediante estudios epidemiológicos de seguimiento, que los niños expuestos a un ambiente de humo de cigarrillo durante el primer año de vida y que tienen una infección viral tipo bronquiolitis, tienen más riesgo de presentar sibilancias (congestión y ruido en el pecho) recurrentes”, dice.

El estudio al que se refiere Madero lo realizó un equipo de científicos de la Universidad de Tucson, Arizona, en Estados Unidos, y se ha convertido en un referente para los especialistas en el área.

Los investigadores hicieron seguimiento, desde la gestación, a un grupo de niños hasta los 21 años. “Determinaron que los hijos de fumadoras durante el embarazo, al tener una infección viral en el primer año de vida, después presentan con mayor frecuencia estos episodios, debido a que la función del pulmón está alterada antes de que aparezca la enfermedad”, aclara Madero.

Eso significa que, desde su nacimiento, tienen un sello que los marca como pequeños con más riesgos de complicaciones cuando adquieren una enfermedad respiratoria, que puede llevarlos a emplear oxígeno, realizarse nebulizaciones constantemente e ingresar al hospital. El daño pulmonar con el que nacen aumenta nueve veces las posibilidades de sufrir repetidas crisis respiratorias.

Niños alérgicos

Definitivamente, los padres fumadores no contribuyen a que sus hijos puedan controlar adecuadamente diversas alergias, según la neumóloga.

El pediatra alergólogo Francisco Leal Quevedo asegura que los niños nacen con los pulmones en ‘obra negra’ y la labor de los padres es fundamental para la culminación de su ‘construcción’.

Por eso, exponer al niño a este humo dañino “tiene mayor incidencia en el desarrollo de asma en el pequeño, debido a que las vías respiratorias, en la gestación, se formaron mucho más pequeñas de lo normal”, afirma el pediatra.

El Centro Respiratorio de Arizona asegura que los efectos de ser fumador pasivo son tos, dolor de cabeza y ojos irritados. Pero las consecuencias son más graves cuando se tiene contacto con el cigarrillo en la casa en la que se habita. Ese humo contiene cuatro mil químicos, de los cuales 200 son venenosos y 63 causan cáncer.

Madero aclara que “el humo de cigarrillo produce exacerbación en la sintomatología de pacientes alérgicos, es típico el paso de un niño asmático o rinítico cuyos síntomas se acentúan por el humo y por su olor. Por eso se les hace énfasis a los padres, que a pesar de que fumen fuera del domicilio o en la ventana, esa razón solo es un mecanismo de defensa para justificarse”.

El olor del cigarrillo permanece en la ropa, el pelo, las manos y la boca. Entonces, antes de acercarse a un niño, especialmente si padece alguna alergia, debe cambiarse la ropa y bañarse la boca y las manos. De lo contrario, “le irrita las vías respiratorias altas y genera más síntomas. Por eso se ve el niño con rinitis alérgica que no mejora”, dice la experta.

Fuente : Para el bebe







domingo, 14 de septiembre de 2008

Listado de Cosas Básicas para tu bebé


Hemos seleccionado un listado de accesorios, artículos y productos que tu bebé irá necesitar cuando ya esté en tus brazos. Eso te ayudará a mantenerte concentrada, descansada y más tranquila cuanto a la organización y la preparación para la llegada de tu bebé. Hay que considerar que esa lista es apenas una sugerencia.

Para llevar al hospital
- Pañales desechables (talla recién nacido) o de tela.
- Toallitas húmedas.
- Mantita de algodón o de lana (según la estación).
- Gorrito o sombrero (según la estación).
- Calcetines.
- Baberos de algodón.
- Bodies de algodón.
- Conjunto para la salida del hospital (una ropa cerrada por delante y abierta por la espalda, un pelele, por ej. ).
- Asiento para el coche. Con su respectiva almohadita y el cinturón de seguridad.

Para la habitación del bebé
- Cuna y colchón.
- Moisés y colchón.
- Un móvil de colores y alegre para colgar encima de la cuna.
- Cuna portátil.
- Mueble o mesa para cambiar.
- Porta-pañales.
- Aparador o cómoda de preferencia que pueda funcionar como cambiador.
- Papelera.
- Decoración sencilla y de colores claros.

Ropas de cama y de baño
La ropa, de preferencia, debe ser de algodón, y lavada solamente con jabón neutro (sin suavizantes), para evitar posibles alergias. .
- 4 toallas con capucha.
- Almohada y cojines para recién nacido.
- 4 juegos de sábanas para la cuna.
- 2 juegos de sábanas para el cochecito o el cuco.
- Una funda.
- Un juego de protector y colcha para la cuna.
Productos y utensilios para la alimentación
- 12 baberos.
- Leche adecuada a su bebé.
- 6 biberones de cristal o de plástico.
- Un equipo (recipiente y producto) esterilizador.
- Un calienta biberones.
- Un surtido de tetinas.
- Una escobilla para la higiene de los biberones y tetinas.

Artículos y productos para el baño
- Jabón neutro.
- Shampoo que no irrite los ojos.
- Paquetes de pañales para bebés de 3 a 5 Kg.
- Pomada para la prevención de asaduras.
- Toallitas húmedas.
- Algodón de bollitas.
- Alcohol (70%).
- Bastoncillos.
- Peine y/o cepillo para el pelo.
- Termómetro para el agua.
- Termómetro común.
- Cinta adhesiva.
- Tijeras de puntas redondeadas para cortar las uñas.
- Una bañerita de plástico.
- Cepillo de seda para el pelo.
- Un cambiador.
- Una mesa cambiadora.

Ropitas para estar, dormir, y pasear
- 2 gorros o sombreritos de lana (invierno) o de algodón (verano).
- 6 pijamas.
- 2 conjuntos para encima del pijama.
- Zapatitos y guantes de lana y/o algodón (según la estación).
- 6 pares de calcetines.
- 4 peleles.
- 6 bodies.
- 2 saquitos.
- Pañales de gasa.
- 2 mantas de pura lana virgen.
- 3 mantitas de algodón.
- 2 mantitas de hilos .
- Conjuntitos de ropa de paseo.

Equipos y artículos para el paseo con tu bebé
- 1 portabebé
- 1 cochecito.
- Paraguas para el cochecito.
- Una bolsa para llevar cambios, pañales, etc.
- 1 saco de dormir.
- Sonajeros y móviles.
- Chupetes.


Artículos de seguridad
- Lamparita para la noche, un abajour o una lámpara de enchufe.
- Monitor de sonido.

Los padres de hoy son demasiado demócratas


El autoritarismo es tan pernicioso como la ausencia de autoridad: hay situaciones en las que los padres deben saber decir: ¡No! Y que ese ¡no! sea innegociable, firme, dogma. Los padres deben tener la autoridad de imponer que algo no está bien. Y no ceder en esas cosas importantes. Eso hace al padre relevante a los ojos del hijo. Los padres se pasan hoy de demócratas...

Por Victor-M. Amela

Conocí a la psicóloga Andrea Fiorenza hace un par de años, y me deslumbró su sutileza. Se ha especializado, encima, en el enmarañado cosmos de la familia, en los problemas de los hijos. Los resuelve de modo que parece mágico, pero no lo es: aplica los principios de la terapia breve estratégica. Es breve porque resuelve los problemas en un corto plazo de tiempo, en pocas sesiones; es estratégica porque los aborda promoviendo cambios colaterales, aparentemente lejanos al problema central... Pero un pequeño cambio desencadena otros.

-De los hijos, ¿qué es lo que más preocupa hoy a los padres?

-Su rendimiento escolar y sus compañías.

-Lo mismo que siempre ha preocupado, ¿no?

-No: antes los padres no estaban tan pendientes de sus hijos. ¡Ahora están volcados en ellos!

-¿Qué ha causado tal cambio?

-Un cambio radical de organización social: antes era más jerárquica, piramidal, y por eso había mayor distancia emocional entre padres e hijos. En la generación anterior a la suya y a la mía, los hijos se dirigían a los padres de usted. Pero hoy la organización social es menos jerárquica, es más horizontal, democrática. Hay mayor proximidad emocional y, por eso, menor solidez de los papeles de padre y de hijo. La confusión de papeles causa disfunciones: el padre actúa casi como amigo del hijo, los hijos actúan casi como padres de sus padres. Los hijos aconsejan a sus padres cómo vestirse, y los padres obedecen. O los hijos deciden las vacaciones estivales de toda la familia.

-Porque hay diálogo: bien, ¿no?

-Si sólo hay diálogo... no basta para que todo funcione bien. Falta autoridad. Si todo es relativo y dialogable, el hijo pierde puntos sólidos de referencia, queda sin guía, y eso le genera ansiedad. Es inevitable. La autoridad es necesaria.

-¿No exagera?

-No. El autoritarismo es tan pernicioso como la ausencia de autoridad: hay situaciones en las que los padres deben saber decir: ¡No! Y que ese ¡no! sea innegociable, firme, dogma. Los padres deben tener la autoridad de imponer que algo no está bien. Y no ceder en esas cosas importantes. Eso hace al padre relevante a los ojos del hijo. Los padres se pasan hoy de demócratas. Tanta democracia familiar crea disfunciones conductuales. Yo imparto mil horas de terapia al año desde ya hace veinte. Y cada día veo más problemas derivados de padres demasiado volcados en sus hijos... y todo porque quieren que sean perfectos. Veo casos de padres que piden cambios de horario laboral en su empresa para estar en casa y hacer los deberes escolares con sus hijos. ¡Eso no es ayudarles! Hacen los deberes con sus hijos. O sea, los hacen ellos, los padres. Cuando vienen esos padres a mi consulta, les pregunto: ¿Qué, cómo te ha ido este mes? ¿Te han aprobado o te han suspendido? ¿A qué universidad irás con tu hijo? El problema es que los padres no aceptan la idea de que su hijo pueda ir mal en la escuela. E intervienen ellos. Y, al intervenir, desincentivan a su niño: el chaval se acomoda a eso, no desarrolla su capacidad de iniciativa, de reacción ante las dificultades, de capacidad de esfuerzo... ¡Un desastre!

-Tengo hijos pequeños. ¿Cómo debo actuar para no acabar así?

-Sin sustituir al niño. Si lo hace, sólo conseguirá anularle. El principio general en el trato con sus hijos debería ser este: Obsérvalo sin intervenir, ten paciencia, dale tiempo, espera a que él solito halle las soluciones a los problemas. Pero sin decirle: Sé responsable. Eso es antinatural. Sólo déle tiempo para que sea él quien, llegado el caso, le pida ayuda. Si actúas antes, usurpas su ánimo, su voluntad. La buena intención de los padres suele perjudicar a los hijos. Quieren fomentar su autoestima, y se obsesionan demasiado: a ver, todos tenemos mayor grado de autoestima en unos aspectos y menor en otros, ¿no? ¡Pues tranquilos!

-Sus terapias deben ser muy solicitadas en escuelas.

-Si en clase un profesor pregunta: ¿Quién sabe en qué año se descubrió América?, unos levantarán la mano y otros no. Creo que es mejor decirles: Escribid todos en un papelito el año del descubrimiento de América. Cuando lo han hecho, el profesor dice 1492: el que lo ha puesto bien, confirmará que lo sabía, y el que lo puso mal, constatará su error, y lo recordará.

-Eso en clase. Pero, ¿y en casa?

-Dígale al niño: Te concedo media hora para los deberes, o para estudiar, ¡y sólo media hora! De 19 a 19,30 horas, por ejemplo. Con despertador: cuando se cumpla el tiempo, se acabó. Fin. Los límites dan valor a lo que sucede dentro de ellos.

-¿Ha tratado algún caso real así? ¿con éxito?

-Cierto chico tenía dificultades de atención. Dedicaba dos horas cada tarde al estudio, con muy pocos frutos. Le ordené: ¡Sólo media hora de estudio, con aviso de un despertador! Luego, nada de estudiar: eres libre. Rendía más en esa media hora que antes en dos horas. Poco después, me rogaba que le ampliase un poco el plazo de tiempo.

-Cuénteme algún caso que haya atendido recientemente.

-El de un niño de nueve años que tartamudeaba: su padre lo llevaba a los mejores especialistas de toda Italia... y el niño empeoraba. Dictaminé que dejasen de llevarlo a especialistas y de someterlo a ejercicios. Porque la atención de los padres, el sentirse tan observado por ellos, lo bloqueaba más y más. ¡No le digáis nada sobre eso!, les ordené. Y ahí empezó la mejoría del niño. Hay una historia que ilustra este caso: un ciempiés caminaba sin problemas hasta que una oruga le dijo: ¡Es increíble cómo caminas tan bien sin tropezarte, con tantos pies! El ciempiés comenzó a prestar atención a sus pies y a querer controlarlos ¡y tropezó! Eso le pasaba a ese niño. Lo que fue sólo un pequeño problema al principio se trató mal... y acabó convirtiéndose en tartamudez. Si intentas controlar el lenguaje, se bloquea... Luego establecí sólo 15 minutos al día de ejercicios controlados. El resto del tiempo, nada.

-Lo malo de los hijos es que no obedecen...

-Porque se les ordena mal. Hay que tener claros los objetivos. Los padres son muy confusos en sus objetivos: quieren que sus hijos se porten bien y estén contentos. ¡Qué objetivos tan difusos! Le aconsejo tres objetivos claros, capitales. Uno: que el niño cumpla sus obligaciones (asearse, ir a la escuela...); dos: que respete a los padres (no insultarlos ni ofenderlos), y tres: que colabore en la comunidad familiar (a servir la mesa, a hacer camas... Que se sienta parte del grupo, con sus derechos y obligaciones). Basta con tener claro esto. Los padres quieren que los hijos hagan a gusto todo, incluso cosas que disgustan, y eso es imposible. A nadie le gusta hacer ciertas cosas. ¡Pero hay que hacerlas! Atravesar dificultades estimula al niño, lo ayuda a crecer bien. ¡Ojalá su hijo tenga alguna dificultad cada día! Y, si no, póngale usted una diariamente.

-Usted titula su libro: Niños y adolescentes difíciles. ¿Qué es ser difícil?

-Explico que es una etiqueta que se les pone: no existen niños o adolescentes difíciles, malos, enfermos... Sólo disfunciones relacionales. Al querer curar o controlar al niño difícil, el problema inicial empeora. Y disfunciones leves se convierten en poco tiempo en problemas complicados.

¿Qué hacer cuando surge ese problema sencillo?

-Yo localizo en qué punto se ha bloqueado la relación familiar, e introduzco ahí un pequeño cambio de comportamiento. Este pequeño cambio relacional desencadenará una cadena de cambios que hará que el conflicto se disuelva solo.

-Un ejemplo.

-Luca era un niño que cada mañana lloraba al ir al colegio, con las consiguientes escenas de separación dramática ante la puerta de la escuela. La madre, ya por la noche, le preguntaba por sus miedos, le daba ánimos. El padre, por la mañana, en el coche, intentaba ya tranquilizarlo, le prestaba mucha atención... Les ordené esto: Debéis empezar a actuar como si vuestro niño no llorase ya por las mañanas, como si todo fuese bien. Y les dije que, por la mañana, en casa, le dijesen al niño: Querido Luca, para ti quejarte es muy importante, y por eso te pedimos que lo hagas ahora, durante 15 minutos. Estaremos aquí callados, escuchándote. Por favor, empieza a quejarte. El niño respondió que no tenía ganas de quejarse, que quería jugar, y al llegar al colegio se fue corriendo él solo escaleras arriba. Sólo introduje un pequeño cambio relacional padres-hijo. Cuando luego pregunté a los padres: ¿Qué deberiáis hacer ahora para estropear este logro? lo tuvieron muy claro: Volver a prestarle a Luca todas las atenciones y a tranquilizarlo como antes, a comportarnos con él como si fuese a tener miedo de separarse de nosotros. Lo entendieron. Caso resuelto.

Fuente : Familiae Psicoterapia





miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tratamiento y medicación para niños bipolares

A pesar de que no hay cura para la enfermedad bipolar, en la mayoría de los casos el tratamiento puede estabilizar el humor y permitir el manejo y control de los síntomas.

Un buen plan de tratamiento incluye medicación, monitorización estrecha de los síntomas, educación acerca de la enfermedad, consejo o psicoterapia para el paciente y la familia, reducción del estrés, buena nutrición, ejercicio y sueño regular y participación en una red de apoyo.

La respuesta a la medicación y al tratamiento varía. Hay factores que contribuyen a un mejor resultado:

acceso a cuidado médico competente
diagnóstico y tratamiento temprano
adherencia a la medicación y al plan de tratamiento
un ambiente, tanto en el colegio como en casa, flexible y poco estresante
una red de apoyo formada por familiares y amigos

Hay factores que complican el tratamiento:
falta de acceso a cuidado médico competente
lagunas temporales entre el inicio de la enfermedad y el tratamiento
no tomar medicación prescrita
ambiente, tanto en el colegio como en casa, inflexible y estresante
la comorbilidad de otros diagnósticos
el uso de sustancias tales como drogas ilegales o alcohol

La buena noticia es que con un tratamiento apropiado y apoyo en casa y en el colegio, muchos niños con la enfermedad bipolar consiguen una reducción significativa de la gravedad, frecuencia y duración de los episodios de la enfermedad. Con educación acerca de su enfermedad (al igual que se ofrece a niños con epilepsia, diabetes y otros), aprenden a manejar y monitorizar sus síntomas mientras crecen.

El papel de los padres en el tratamiento

Al igual que en otras enfermedades crónicas tales como diabetes, epilepsia y asma, los niños y adolescentes con trastorno bipolar y sus familias necesitan trabajar estrechamente con su médico y otros profesionales sanitarios. Tener a la familia al completo involucrada en el plan de tratamiento del niño, puede reducir la frecuencia, duración y gravedad de los episodios. También puede ayudar a mejorar la habilidad del niño para funcionar con éxito en casa, en el colegio y en la comunidad.

Padres: aprendan todo lo que puedan de la enfermedad bipolar. Lean, participen en grupos de apoyo y formen una red de apoyo con otros padres. Hay muchas preguntas todavía sin responder acerca del trastorno bipolar incipiente, pero una intervención y tratamiento tempranos pueden ofrecer estabilidad del humor y restaurar el bienestar. Ustedes pueden manejar las recaídas mejor con una intervención temprana en la primera reaparición de los síntomas.

Medicación

Se han llevado a cabo unos pocos estudios controlados acerca del uso de medicaciones psiquiátricas en niños. El U.S. Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado sólo unas cuantas medicaciones para uso pediátrico. Los psiquiatras deben adaptar lo que saben respecto al tratamiento de adultos a niños y adolescentes.

Las medicaciones utilizadas para tratar adultos a menudo ayudan a estabilizar el humor en niños. La mayoría de los médicos comienzan a medicar inmediatamente tras el diagnóstico si los padres están de acuerdo. Si el padre o la madre no están de acuerdo, puede ser útil esperar un periodo de tiempo prudente para observar y clasificar los síntomas, aportándolos en una gráfica. Sin embargo, el tratamiento no debería ser postpuesto a largo plazo debido al riesgo de suicidio o fracaso escolar.

Un niño sintomático no debería nunca estar sin supervisión. Si el desacuerdo entre los padres hace imposible el tratamiento, como puede ocurrir en familias en trámites de divorcio, podría ser necesaria una orden judicial en relación al tratamiento.

Otros tratamientos, tales como la psicoterapia, podrían no ser efectivos hasta que no haya una estabilización del humor. De hecho, los estimulantes y antidepresivos instaurados sin un estabilizador del humor (a menudo el resultado de un mal diagnóstico) puede causar estragos en un niño bipolar, induciendo potencialmente a la manía, a ciclos más frecuentes y a un aumento en las explosiones de agresividad.

Ninguna medicación funciona en todos los niños. La familia debería esperar un proceso de prueba-y-error que dure semanas, meses, o más, ya que los médicos prueban varias medicaciones solas y en combinación antes de encontrar el mejor tratamiento para su hijo. Es importante no desanimarse durante la fase inicial del tratamiento. A veces son necesarios dos o más estabilizadores del humor, además de medicaciones adicionales para tratar síntomas residuales, con el fin de conseguir una estabilidad mantenida.

Para los padres es duro aceptar que su hijo tiene una enfermedad crónica que requiere tratamiento con varias medicaciones. Es importante recordar que la enfermedad bipolar no tratada tiene un porcentaje fatal de 18 % o más (de suicidio), igual o mayor a muchas de las enfermedad físicas más serias. La enfermedad no tratada lleva consigo el riesgo de la adicción a drogas o alcohol, fracaso en relaciones, fracaso escolar, y dificultad en encontrar y mantener un trabajo. Los riesgos de no tratar la enfermedad son sustanciales y deben medirse frente a los riesgos desconocidos por el uso de medicación, cuya seguridad y eficacia se han constatado en adultos, pero todavía no en niños.

Lo que sigue es una breve visión de las medicaciones utilizadas para tratar el trastorno bipolar. Hay más información acerca de medicaciones específicas disponible en la base de datos de medicaciones (Drug Database).

Esta breve visión no intenta reemplazar la evaluación y tratamiento de ningún niño por un médico. Asegúrese de consultar con un médico que conozca a su hijo antes de comenzar, parar o cambiar cualquier medicación.

Estabilizadores del humor

Litio (Eskalith, Lithobid, carbonato de litio) - Una sal que se forma naturalmente en la Tierra; el litio se ha utilizado con éxito durante décadas para calmar la manía y prevenir ciclos de humor. El litio tiene un efecto antisuicidio probado. Se ha estimado que un 70-80 % de los pacientes adultos con trastorno bipolar responden positivamente al tratamiento con litio. Algunos niños van bien con el litio, pero otros van mejor con otros estabilizadores del humor. El litio se utiliza a veces en combinación con otro estabilizador del humor.

Divalproex de sodio o ácido valproico (Depakote) - Los médicos, a menudo, prescriben este antiepiléptico para niños que tienen ciclos rápidos entre manía y depresión.

Carbamazepina (Tegretol) - Los médicos prescriben este antiepiléptico porque tiene propiedades antimaníacas y antiagresivas. Es útil en el tratamiento de ataques de ira frecuentes.

Gabapentina (Neurontin) - Éste es un nuevo antiepiléptico que parece tener menos efectos secundarios que otros estabilizadores del humor. Sin embargo, los médicos no saben lo efectiva que es esta medicación, y algunos padres informan de la activación de los síntomas de manía en niños.

Lamotrigina (Lamictal) - Este nuevo antiepiléptico puede ser efectivo en el control del ciclo rápido. Parece funcionar bien en la fase depresiva, y en la maníaca del trastorno bipolar. Cualquier aparición de rash/sarpullido de piel deber informarse inmediatamente al médico, ya que un efecto secundario raro pero severo (el Síndrome de Stevens-Johnson) puede ocurrir (por esta razón el Lamictal no se utilizan en niños menos de 16 años).

Topiramate (Topamax) - Este nuevo antiepiléptico puede controlar el ciclo rápido y los estados bipolares mixtos en pacientes que no han respondido bien al divalproex de sodio o la carbamazepina. A diferencia de otros estabilizadores del humor, no tiene la ganancia de peso como efecto secundario, pero su eficacia en niños no se ha confirmado.

Tiagabina (Gabitrol) - Este nuevo antiepiléptico tiene la aprobación de la FDA para el uso en adolescentes y se está utilizando ahora también en niños.
Otras medicaciones

Los médicos pueden prescribir medicación antipsicótica (Risperdal, Zyprexa, Seroquel) durante las fases maníacas, particularmente cuando los niños experimentan delirios o alucinaciones y cuando es necesario un control rápido de la manía. Algunos de estos antipsicóticos nuevos son muy efectivos para controlar la irritabilidad y agresión. La ganancia de peso es, a menudo, un efecto secundario de la medicación antipsicótica.

Los bloqueadores de los canales del calcio (verapamil, nimodipine, isradipine) han recibido recientemente especial atención ya que actúan como estabilizadores potenciales del humor para el tratamiento de manía aguda, ciclos ultrarrápidos y depresión recurrente.

La medicación ansiolítica (Klonopin, Xanax, Buspar y Ativan) reduce la ansiedad disminuyendo la actividad de los sistemas de activación del cerebro. Reduce la agitación e hiperactividad y ayuda a fomentar un sueño normal. Los médicos utilizan normalmente estas medicaciones añadidas a los estabilizadores del humor y antipsicóticos en la manía aguda.

Tratamientos alternativos y complementarios

Busque informes sobre tratamientos alternativos y complementarios en esta página web, tales como fototerapia, terapia electroconvulsiva, estimulación magnética transcraneal y suplementos nutricionales, tales como aceite Omega-3 (aceite de pescado) y Hierba de San Juan (St. John's Wort). (Algunos informes indican que el la hierba de San Juan puede disparar la manía; no debería administrarse a niños).

Psicoterapia

Además de visitar a un psiquiatra infantil, el plan de tratamiento para un niño con enfermedad bipolar normalmente incluye sesiones de terapia regulares con un trabajador social clínico licenciado, un psicólogo licenciado o un psiquiatra que ofrece psicoterapia. La terapia cognitivo-conductual, terapia interpersonal y grupos de apoyo multifamiliar son parte esencial del tratamiento para niños y adolescentes con trastorno bipolar. Un grupo de apoyo para el niño o adolescente con este trastorno puede ser beneficioso, a pesar de que existen pocos.

Educación Parental Terapéutica-"Therapeutic Parenting"TM

Los padres de niños con enfermedad bipolar han descubierto numerosas técnicas que la CABF refiere como educación terapéutica. Estas técnicas ayudan a calmar a sus hijos cuando están sintomáticos y pueden ayudar a prevenir y contener recaídas. Tales técnicas incluyen:
practicar y enseñar a su hijo técnicas de relajación
utilizar sujeción firme para contener las rabietas
priorizar batallas y pasar por alto los temas menos importantes
reducir el estrés en casa, incluyendo el aprendizaje y buen uso de las habilidades para escuchar y comunicarse
utilizar música y sonido, luz, agua, y masaje para atender al niño cuando se despierta, se duerme y como relajación
abogando por la reducción de estrés y otras adaptaciones necesarias en el colegio
ayudar al niño a anticipar y evitar, o prepararse para situaciones de estrés, controlando estrategias de afrontamiento con anticipación
animar la creatividad del niño a través de actividades que expresen y canalizen sus talentos y dones.
ofrecer una estructura rutinaria y con gran libertad dentro de unos límites claros.
quitar objetos de la casa (o guardarlos en lugar seguro) que el niño pueda utilizar para hacerse daño o hacer daño a otros durante sus explosiones de rabia, especialmente armas; mantener los medicamentos en un armario o caja cerradas con llave.

Artículo revisado por Demitri Papolos, M.D. Editado por Martha Hellander, CABF Executive Director.
Traducido al español por César Soutullo, M.D. y Aitziber Miner, Diplomada, Clínica Universitaria. Universidad de Navarra. Pamplona, España.
Fuente : Bpkids



Diágnostico del Trastorno Bipolar en niños


A menudo los niños sanos pasan por momentos en los que tienen dificultades para estar quietos, controlar sus impulsos o afrontar la frustración. El Manual Estadístico y de Diagnóstico IV (DSM-IV) todavía requiere que, para diagnosticar una enfermedad bipolar en niños, se reúnan los criterios diagnósticos para adultos. Hasta el momento no existen criterios separados para el diagnóstico en niños.

Algunos comportamientos del niño, sin embargo, deben ponernos en alerta:

ira o rabietas destructivas que continúan después de los cuatro años
hablar de querer morir o suicidarse
tratar de saltar desde un coche en movimiento
Para ilustrar lo difícil que es utilizar el DSM-IV para diagnosticar niños, el manual dice que un episodio hipomaníaco requiere un "claro periodo de humor persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dure al menos cuatro días". Sin embargo, hasta el 70 % de niños con esta enfermedad tiene cambios en el humor y la energía varias veces al día.

Ya que no está previsto que el DSM-IV se revise en un futuro inmediato, a menudo los expertos utilizan algunos criterios DSM-IV al igual que otras medidas. Por ejemplo, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (St. Louis, MO) utiliza una entrevista estructurada para diagnóstico llamada Wash U KIDDIE-SADS, que es más sensible a los períodos cíclicos rápidos observados normalmente en niños con trastorno bipolar.


En qué difiere la enfermedad bipolar de otras enfermedades?

Incluso cuando el comportamiento de un niño es claramente anormal, el diagnóstico correcto sigue siendo un reto. La enfermedad bipolar a menudo se acompaña de síntomas de otras enfermedades psiquiátricas. En algunos niños, el tratamiento adecuado de la enfermedad bipolar mejora los síntomas problemáticos que se creían debidos a otro diagnóstico. En otros niños, la enfermedad bipolar podría explicar sólo una parte de un caso más complejo que incluirían factores neurológicos, de desarrollo, etc.

Los diagnósticos que enmascaran o a veces tienen lugar al mismo tiempo que el trastorno bipolar incluyen:

depresión
trastorno de la conducta (TC)
trastorno oposicional-desafiante (TOD)
trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
trastorno de pánico
trastorno de ansiedad generalizada
trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
síndrome de Tourette
trastorno explosivo intermitente
trastorno reactivo del vínculo
En adolescentes, la enfermedad bipolar a menudo se maldiagnostica como:
trastorno de personalidad límite
trastorno por estrés postraumático
esquizofrenia

La necesidad de un diagnóstico temprano y adecuado

Desgraciadamente, después de que los primeros síntomas aparezcan en niños, a menudo pasan años hasta que el tratamiento comienza, si es que comienza. Mientras tanto, el trastorno empeora y el funcionamiento del niño en casa, en el colegio, en la comunidad empeora progresivamente.

Debemos subrayar la importancia de un diagnóstico temprano y adecuado. Los resultados de una enfermedad bipolar no tratada o tratada inadecuadamente pueden incluir:
un aumento innecesario de comportamientos y síntomas que lleven a la expulsión del colegio, el internamiento en un centro residencial de tratamiento, la hospitalización en un hospital psiquiátrico o la encarcelación en el sistema juvenil de justicia.
el desarrollo de trastornos de la personalidad tales como narcisista, antisocial y de personalidad límite.
un empeoramiento de la enfermedad bipolar debido a la medicación incorrecta.
abuso de drogas, accidentes y suicidio.

Es importante recordar que un diagnóstico no es un hecho científico claro. Es una opinión informada basada en el comportamiento del niño durante un tiempo, lo que sabemos de la historia familiar del niño, la respuesta del niño a las medicaciones, su desarrollo, el estado actual del a conocimiento científico y la formación y experiencia del médico que hace el diagnóstico. Estos factores (y el diagnóstico) pueden cambiar cuando hay más información disponible. Profesionales competentes pueden no estar de acuerdo en qué diagnóstico se ajusta mejor al individuo. Sin embargo, el diagnóstico es importante, ya que guía las decisiones de tratamiento y permite a la familia poner un nombre al problema que afecta a su niño. El diagnóstico puede dar respuestas a algunas preguntas pero abre otras que son incontestables en el momento actual del conocimiento científico.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Los padres preocupados por la conducta de su hijo, especialmente actos, amenazas o ideas suicidas, deben llevar inmediatamente a su hijo para que le evalue un profesional experto en los síntomas y el tratamiento temprano de la enfermedad bipolar.

Por ahora no hay analíticas de sangre o escáner cerebral que puedan establecer el diagnóstico de la enfermedad bipolar.

Los padres que sospechan que su hijo tiene un enfermedad bipolar (o cualquier enfermedad psiquiátrica) deben tomar notas diarias acerca del humor de su hijo, su conducta, los patrones de sueño, acontecimientos inusuales y afirmaciones del niño que preocupen a sus padres. Compartan estas notas con el médico que le evalúa y con el médico que finalmente trate a su hijo. Algunos padres mandan una copia de sus notas por fax o e-mail al doctor antes de cada cita.

Ya que los niños con enfermedad bipolar pueden ser encantandores y carismáticos durante una consulta, pueden, inicialmente, parecer que están bien de cara a un profesional. Por ello, una buena evaluación dura por lo menos dos citas e incluye una detallada historia familiar.

Encontrar al doctor adecuado

Si es posible, debe ser un psiquiatra infantil titulado el que diagnostique y trate a su hijo. Un psiquiatra infantil es un doctor que ha completado dos a cuatro años de residencia en psiquiatría del adulto y dos años adicionales de programa fellowship en psiquiatría infantil y adolescente. Desgraciadamente, hay una gran escasez de psiquiatras infantiles y pocos tienen la experiencia extensiva en el tratamiento del trastorno bipolar de comienzo temprano.

Los hospitales universitarios afiliados con facultades de medicina acreditadas son, a menudo, buenos lugares para comenzar a buscar un psiquiatra infantil con experiencia. Puede también preguntar al pediatra de su hijo como referencia. Consulte el Directorio CABF de Miembros Profesionales para ver los nombres de doctores en su area geográfica. También puede enviarnos una nota a profrelations@bpkids.org para averiguar si CABF conoce de otros doctores cerca de donde vive.

Si su comunidad no tiene un psiquiatra infantil con experiencia en trastornos del humor, entonces busque un psiquiatra de adultos que tenga: 1) experiencia amplia en trastornos del humor y 2) experiencia en tratar niños y adolescentes.

Otros especialistas que podrían ayudarle, al menos con una evaluación inicial, incluyen neuropediatras. Los neurólogos tienen experiencia con medicaciones anticonvulsivas a menudo utilizadas para el tratamiento de trastornos bipolares juveniles. Los pediatras que consultan con psicofarmacólogos pueden también ofrecer un cuidado competente si un psiquiatra infantil no está disponible.

Algunas familias llevan sus hijos a médicos conocidos nacionalmente en hospitales universitarios para el diagnóstico y estabilización. Estos expertos después devuelven al paciente a los profesionales locales para el manejo médico del tratamiento la psicoterápico del niño. Los profesionales locales consultan con el experto cuando lo necesitan.

Los padres experimentados recomiendan que busque un médico que:

tenga conocimientos acerca de los trastornos del humor, tenga una amplia experiencia en psicofarmacología y esté puesto al día en la investigación de este campo.
sepa que no tiene todas las respuestas y agradezca información descubierta por los padres.
explique los temas médicos claramente, escuche bien, y responda a las llamadas pronto.
se ofrezca para trabajar estrechamente con los padres y valore su resultado.
tenga una buena relación con el niño.
comprenda lo traumático que es una hospitalización para el niño y los padres, y se mantenga en contacto con la familia durante este periodo.
Abogue por el niño ante las compañías proveedoras de seguro médico (managed care companies) cuando sea necesario.
Abogue por el niño ante el colegio o la escuela para asegurarse de que el niño reciba los servicios apropiados para sus necesidades educacionales.
Fuente : BPKids


Síntomas de trastorno bipolar en niños y adolescentes


Hasta hace pocos años hablar del trastorno bipolar, una enfermedad caracterizada por alteraciones en el estado de ánimo en forma de episodios de manía (elevación patológica del humor) o de depresión, se relacionaba exclusivamente con los adultos. Sin embargo, diversos estudios retrospectivos sobre pacientes adultos muestran que cerca del 8 por ciento había experimentado los primeros síntomas antes de los 14 años. Pero aún existe un gran desconocimiento sobre cómo afecta a los pequeños, según pusieron de manifiesto expertos durante el XIII Simposio Internacional de Avances en Psiquiatría, celebrado en Madrid.

La enfermedad bipolar (o maníaco-depresiva) es una enfermedad seria pero médicamente tratable que afecta al cerebro y está caracterizado por cambios bruscos en el humor, la energía y el comportamiento. Los síntomas pueden presentarse en la infancia o niñez temprana, o pueden surgir de repente en la adolescencia o edad adulta. Hasta hace poco, era raro hacer un diagnóstico de este trastorno en niños. Los médicos ahora pueden reconocer y tratar la enfermedad bipolar en niños pequeños.

La intervención y tratamiento tempranos ofrecen la mejor oportunidad para el niño con enfermedad bipolar, para ganar en estabilidad y que así pueda crecer y aprender al máximo de sus posibilidades. Un tratamiento apropiado puede minimizar los efectos adversos que la enfermedad tiene sobre sus vidas y su familia.

Las familias de niños y adolescentes afectados casi siempre están desconcertadas por la enfermedad de comienzo temprano y sienten desesperadamente la necesidad de información y de apoyo. En esta sección de la página web de la Child and Adolescentes bipolar Foundation (CABF) , Usted encontrará las respuestas a algunas de las preguntas más comunes formuladas acerca del trastorno.

¿Cuál es la frecuencia de la enfermedad bipolar en niños?

No se sabe porque hay pocos estudios sobre esta enfermedad. Sin embargo, la enfermedad bipolar afecta a alrededor de un 1-2 % de adultos en el mundo. Cuanto más aprendemos acerca de ésta enfermedad, más descubrimos que también aparece en niños.


Se sospecha que un número significativo de niños diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en EE.UU sufren una enfermedad bipolar incipiente junto al TDAH o en lugar de éste.
De acuerdo con la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, hasta un tercio de los 3,4 millones de niños y adolescentes con depresión en los Estados Unidos podrían, de hecho, estar experimentando una enfermedad bipolar incipiente.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en niños?

La enfermedad bipolar está caracterizada por marcados cambios en el humor y la energía. La mayoría de adultos con esta enfermedad sufren estados persistentes de extrema euforia o agitación acompañados por energía alta, denominados manía. Los estados persistentes de extrema tristeza o irritabilidad acompañados de energía baja se denominan depresión.

Sin embargo, la enfermedad se manifiesta de manera diferente en niños. Los niños, normalmente, tienen un trastorno del humor continuo que es una mezcla de manía y depresión. Este ciclo rápido y severo de humor produce irritabilidad crónica y pocos períodos claros de normalidad entre los episodios.

Los síntomas podrían incluir:
humor expansivo (eufórico) o irritable
depresión
cambios de humor rápidos que pueden durar desde unas horas hasta unos pocos días
rabia explosiva, duradera y a menudo destructiva
ansiedad por separación
desafío a la autoridad
hiperactividad, agitación y distraibilidad
pocas horas de sueño o, al contrario, muchas horas de sueño
eneuresis y terrores nocturnos
"antojos" fuertes y frecuentes, a menudo de caramelos y carbohidratos
implicación excesiva en múltiples proyectos y actividades
disminución de la capacidad de juicio, impulsividad, pensamiento acelerado y presión del habla
comportamientos atrevidos y peligrosos
comportamiento sexual precoz o inapropiado
delirios y alucinaciones
creencia grandiosa de sus propias habilidades que desafían las leyes de la lógica (por ejemplo, habilidad para volar)
Los síntomas de la enfermedad bipolar pueden surgir en la infancia. Las madres, a menudo, refieren que los niños diagnosticados más tarde de este trastorno habían sido extremadamente difíciles de calmar y dormían de modo irregular. Parecían ser extremadamente dependientes y desde una edad muy temprana tenían rabietas o enfados incontrolables y desproporcionados. La palabra "no" a menudo provocan estos enfados.

Varios estudios en curso están investigando más características de los niños afectados. Los investigadores están estudiando, con resultados prometedores, la efectividad y seguridad de los tratamientos adultos en niños. La CABF informará de todos los descubrimientos acerca de la enfermedad bipolar incipiente e incluirá los artículos más importantes en nuestra biblioteca cuando sea posible.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en adolescentes?

En adolescentes, la enfermedad bipolar podría parecerse a cualquiera de las siguientes presentaciones clásicas de la enfermedad en adultos.

Bipolar I. En esta forma, el adolescente experimenta episodios alternativos de depresión y manía intensa y algunas veces psicótica.

Los síntomas de manía incluyen:
humor elevado, expansivo o irritable
disminución de la necesidad de dormir
lenguaje acelerado y presión del habla
delirios de grandeza
implicación excesiva en actividades placenteras pero arriesgadas
aumento de la actividad física y mental
baja capacidad de juicio
en casos severos, alucinaciones

Los síntomas de depresión incluyen:

tristeza intensa generalizada y lloros
dormir mucho o incapacidad para dormir
agitación e irritabilidad
abandono de actividades de las que disfrutaba
malos resultados académicos e incapacidad para concentrarse
ideas de muerte y suicidio
energía baja
cambio significativo en el apetito
Entre los episodios hay períodos de bienestar relativo o completo.
Bipolar II. En esta forma, el adolescente experimenta episodios de hipomanía entre periodos de depresión recurrentes. La hipomanía es el humor marcadamente elevado o irritable acompañado de un aumento de la energía física y mental. La hipomanía puede ser una época de gran creatividad.
Ciclotimia. Los adolescentes que sufren el trastorno en esta forma experimentan periodos de cambios en el humor claros pero menos severos.
Enfermedad bipolar no especificado. Los doctores hacen este diagnóstico cuando no está claro qué tipo de enfermedad bipolar está surgiendo.

Para algunos adolescentes, una pérdida u otro acontecimiento traumático podría desencadenar un primer episodio de depresión o manía. Los episodios que vienen detrás podrían ocurrir independientemente de cualquier estrés obvio, o podrían empeorar con el estrés. La pubertad es un período de riesgo. En las chicas, la primera menstruación puede desencadenar la enfermedad, y los síntomas a menudo varían en gravedad con el ciclo menstrual.

Una vez que la enfermedad ha surgido, los episodios tienden a recurrir y empeorar sin tratamiento. Los estudios muestran que desde que los primeros síntomas aparecen hasta que comienza el tratamiento pasan una media de diez años. La CABF anima a los padres a que su hijo adolescente se someta a una evaluación por un especialista si cuatro o más síntomas de los arriba mencionados persisten más de dos semanas. Una pronta intervención e instauración de tratamiento puede marcar la diferencia durante esta época crítica de desarrollo.
Fuente : BPKidks


domingo, 7 de septiembre de 2008

Consejos para criar a un hijo único

Muchos son los tópicos que pesan sobre la idea de tener un hijo único: será un mimado, mandón, consentido, etc. Pero en realidad la experiencia del hijo único tiene sus riesgos y sus ventajas, y su evolución, como la de cualquier otro niño, depende de la educación que le demos nosotros, los padres. Y son los padres los que debemos vigilar el no exagerar algunos comportamientos o algunas reacciones para evitar esas actitudes tópicas que, erróneamente, se han asociado al hijo único. El riesgo más común es que esa atención exclusiva que podemos prestarle a nuestro hijo se transforme en una actitud sobreprotectora. Hay muchas maneras de evitarlo.

El ritmo de la vida moderna, el gasto que supone la manutención de cada hijo o la decisión de muchas parejas de retrasar el momento de tener hijos, están provocando un aumento de lo que podríamos llamar la "moda del hijo único". Actualmente, entre el 20 y el 30% de las familias tienen un sólo hijo.

Muchos son los fantasmas que amenazan la tranquila decisión de tener un solo hijo. Muchos tópicos pesan sobre la idea de que un niño crezca sin hermanos. ¿Quién de nosotros no ha escuchado alguna vez algún comentario respecto al hijo único tipo "pobrecito, se va a aburrir" o "los hijos únicos 'salen' mimados" (o egoístas, o mandones, o engreídos…)?

Que no te asusten. La educación de un solo hijo, como la educación de dos hermanos o de una familia numerosa, tiene sus pros y sus contras, sus riesgos y sus ventajas. Lo único que necesitamos es un poco de información para saber cómo actuar ante determinadas situaciones, aprender a controlar algunos comportamientos y conocer aquellas virtudes que sería bueno potenciar.

La evolución del hijo único, como la de cualquier otro niño, depende, en su mayor parte, de la educación que le demos nosotros, los padres. Un hijo único, por el mero hecho de no tener hermanos, no está condenado a desarrollar ningún tipo especial de comportamientos. Quizás deberíamos decir que son los padres los que deben vigilar que algunas reacciones normales no se exageren por el hecho de tener sólo un hijo, y de esa manera evitar esas actitudes tópicas que, erróneamente, se han asociado al hijo único.

El principal riesgo que tienen los padres de un hijo único es caer en el exceso de atención. Pero cuidado. No estamos hablando de ese tipo de atención que proporciona al niño seguridad, estabilidad, confianza en sí mismo, autoestima y capacidad para desarrollarse correctamente. Estamos hablando de ese exceso de atención que va ligada al miedo por parte de los padres a que a su hijo le suceda algo malo, de esa atención que puede transformase rápidamente en una actitud sobreprotectora.

A continuación te señalamos algunas situaciones en las que debes poner atención y algunos comportamientos que deberías evitar y/o vigilar y sus posibles alternativas.

0Demasiada atención puede desencadenar en una preocupación excesiva y en un miedo exagerado a que al niño le pase algo. Debemos aprender a controlar el exceso de temor ya que podríamos transmitir ese miedo a nuestro hijo y no dejarle disfrutar de algunas actividades que podría vivir muy satisfactoriamente: irse de colonias, practicar deportes de aventura, etc. Ante este temor, intenta pensar en cosas positivas y delante de tu hijo evita repetir frases como "ve con cuidado", "vigila no te hagas daño", "no, que es peligroso". No evitaremos que realice aquellas actividades que podría hacer, sólo porque a nosotros nos dé miedo.

0La posibilidad de que el niño sea engreído, egocéntrico o consentido depende, en gran parte, de cómo nos dirijamos a él y cómo alabemos sus éxitos. Intentaremos no valorarlo de forma indiscriminada o gratuita, evitando frases como "eres el mejor", "eres el más guapo" "eres el más inteligente", sustituyéndolas por frases más realistas como: "¡Muy bien! Me ha gustado mucho el gol que has metido", "te felicito por la nota que has sacado en el examen de matemáticas" o "tienes unos ojos preciosos".

0Al no vivir en la casa con otros niños de su edad, es muy posible que madure antes y desarrolle antes las habilidades adultas. Esto puede ser muy positivo, pero no debemos olvidar que se trata de un niño y que necesita compartir tiempo y espacio con otros niños de su edad. Para facilitarle el contacto con otros niños, podemos llevarle a la guardería cuanto antes, permitir que vaya a casa de sus amigos o que ellos vengan a nuestra casa a jugar, apuntarlo a excursiones, campamentos, deportes de equipo, etc.

0Nuestro hijo, al no experimentar los roces y peleas típicas entre los hermanos (peleas por competencia, conflictos por no querer compartir, discusiones por disputarse la atención de los padres...), puede tener más dificultad para madurar emocionalmente. Esta situación se puede agravar si sobreprotegemos a nuestro hijo e intentamos evitar que "sufra", por ejemplo, defendiéndole inmediatamente cuando empieza a pelearse con otro niño. Por eso es muy importante que nuestro hijo entre en contacto con niños de su edad y nos sepamos mantener al margen. De esta manera aprenderá a relacionarse, compartir, competir y experimentar peleas y discusiones propias de la edad.

0Es posible que las separaciones entre padres e hijo sean más difíciles por ambas partes (cuando nuestro hijo comienza la escuela, la independencia propia de la adolescencia, etc.) Podemos favorecer, desde que nuestro hijo es pequeño, momentos de separación entre nosotros, por ejemplo: que se quede a dormir en casa de un amigo, apuntarlo a un campamento de verano, llevarlo a la guardería (primero pocas horas e ir aumentando el tiempo paulatinamente), etc.
Y una vez señaladas las actitudes que los padres tendemos a exagerar, llega el momento de pensar en todas las ventajas que nos depara la vivencia del hijo único.

0En lo que se refiere a ti, piensa que podrás permitirte el lujo de destinar más recursos económicos a esa sola personita, dedicarle mucho tiempo y atención y a la vez disponer también de tiempo para ti (para compartirlo con tus amigos, tu pareja o dedicarlo a tus hobbies o a tu vida profesional) y salvarte de la "terrible" vivencia de las peleas entre hermanos.

Y en lo que se refiere a tu hijo, si las relaciones que establezcáis con él son las adecuadas y no dejáis que vuestro hijo se convierta en el foco de todas las atenciones, será un niño caracterizado por:

La creatividad. Los hijos únicos aprenden pronto a entretenerse solos y eso favorece el desarrollo de su imaginación e invención. Son capaces de recrear mundos de ficción en los que entretenerse largo tiempo y de pasar de una a otra actividad según sus intereses y apetencias.

La generosidad y el orden. Ambos aspectos están favorecidos por el hecho de que el niño no tiene que 'defender' sus cosas constantemente de sus hermanos. Cuando presta sus cosas sabe que se las van a devolver (porque sólo son suyas, no son "de los dos"), de ahí que sepa mostrarse desprendido con otros niños. Cuando el niño deja sus cosas en un lugar sabe que más tarde seguirán allí (nadie se las toca, nadie las desordena, nadie se las quita), por eso pronto aprenderá a responsabilizarse de mantener las cosas en un orden que depende exclusivamente de él.

La madurez y el desarrollo lingüístico. El trato con adultos agilizará su desarrollo intelectual y emocional, porque tendrá modelos adultos que seguir.

La estabilidad emocional y la autoestima. Disfrutará de todo el amor, la atención y el tiempo que sus padres puedan dedicarle, no teniendo que compartir ninguna de estas cosas con un hermano. Eso evitará que conozca los celos, la envidia, el sentimiento de rechazo y otros muchos sentimientos propiciados por el roce entre hermanos.

Por último, queremos destacar que cuando entre el primer y segundo hermano hay una diferencia de siete años o más, podemos considerar al hijo mayor como hijo único, puesto que en sus primeros años de vida, los más decisivos desde el punto de vista de desarrollo psicológico y emocional, se habrá criado como tal. Por eso es tan importante que nuestro hijo se haya criado en un ambiente familiar equilibrado, como un miembro más y no como el centro de atención, para que le sea fácil y natural el hecho de compartir espacio, afecto, tiempo, objetos, padres, etc.

Lidia Ametller Martínez
Licenciada en Psicología
Fuente : Solo hijos