martes, 5 de octubre de 2010

¿El padre separado o divorciado es menos padre?

LUIS MARIA ASSANEO discrepa con otras posiciones y asegura que “es un mito que se ha armado alrededor de esto, de que los padres son más padres cuando están casados y conviven con sus hijos” .Y hasta pone en duda la palabra duelo:

“El duelo es duelo cuando tenemos un objeto perdido, pero con el divorcio los hijos no se pierden, el vínculo sigue estando aunque no en las mismas condiciones, pero en muchos casos ese vínculo mejora.

En realidad la sensación de soledad casi radical en la que ha quedado sumido un padre es porque se le revela su propia castración, la reafirmación de que todo no se puede, aunque la ciencia nos diga que sí.

Por otra parte, y con relación al vínculo nuevo que se establece entre padre separado e hijo, una cosa es la cantidad y otra es la calidad; un padre conviviente puede estar absolutamente presente, y hasta ser asfixiante, y el vinculo puede ser rudimentario, débil, y un padre puede ser que por trabajo o porque se separó de la madre no esté siempre presente en forma física, sin embargo está presente en toda la actividad de la familia.

Pero en esto no solo tiene que ver cómo el padre ejerza esa función, también es muy importante la actitud de la madre, ya que desde el psicoanálisis, el padre es un decir de la madre, es una internalizacion psíquica a partir de que la madre lo nombra y le dice a los hijos, ése es papá”.

En síntesis, muchos padres se quejan con dolor y melancolía de cómo se trastoca la relación con sus hijos luego de la separación de pareja, y a la vez acusan a quien se queda con la custodia de ellos, de hacer y deshacer a su antojo sin considerarlos.

Nos queda sólo la esperanza de que cada ex pareja de mamá y papá separados se alíen en busca de un bien mayor, por los niños y por ellos mismos, sin necesidad de jueces ni abogados, recordando que alguna vez se amaron y que esos niños son el fruto de ese amor, para que las funciones materna y paterna se sigan cumpliendo sin obstrucciones, pese a todo, y que Mrs. Doubtfire se convierta en apenas una película que vive sólo en la memoria insistente de los cinéfilos.

VOCES DE PAPÁS

EDGARDO (37) administrativo, marplatense: Mi separación fue muy dolorosa, porque sabia que el vínculo con mis hijos ya no iba a ser igual y se frustraba la posibilidad de tener una familia. Es difícil aceptar que mis hijos no puedan tener a su papá para acompañarlos y ayudarlos a crecer en todo momento.

MARIO (48) ingeniero, de Olivos: El contacto con mi hija siempre se dificulta porque la mamá le genera actividades extras en mis horarios de visita, o usa la estrategia de ponerse tan violenta y tan mal, que la nena prefiere quedarse con mamá "para que se calme" o "no se angustie".

EMILIANO (27) Agente de Viajes, de Lanús: Cuando mi hijo tenía 4 años y después de una relación muy difícil con la madre, la misma en el año 2002 me denunció falsamente por abuso sexual hacia mi hijo, para que no pudiera verlo. Allí comencé un largo peregrinar por distintas instancias judiciales hasta el día de hoy. La terapia psicológica individual me ayudo a sostenerme en todo este tiempo. A mi hijo continúo si poder verlo desde hace tres años, y sin tener noticias de él desde hace más de un año.

Tomado de En Plenitud
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