Febrero es uno de los meses más estresantes del año para los padres de niños en edad escolar. Cada año necesitamos más dinero para solventar la educación de sus hijos. Pagamos matrícula, cuota de Apafa, seguro, movilidad escolar, uniformes y, por supuesto, debemos comprar hasta el último de los útiles y libros que figuran en una lista que da miedo.
A unos cuantos días del arranque de clases en primarias y secundarias, públicas y particulares, algunos padres de familia aún no han (hemos) realizado la compra de útiles escolares por diferentes razones. Lo preocupante es que en medio de estos gastos, que a menudo requieren préstamos, algunos colegios –públicos y privados– ignoren la ley para hacer su agosto en pleno verano.
Un padre con niños en edad escolar la tiene difícil cada comienzo de año. Entre uniformes, útiles y matrículas debe hacer malabares para equilibrar el presupuesto familiar. Y la tiene más difícil si el colegio adonde van los chiquillos de la casa lo agobia con "pagos extraordinarios". Esto pasa en colegios públicos y privados. Por eso no faltan en estas fechas denuncias de padres que no solo protestan porque les exprimen el bolsillo, sino porque con el pretexto de educar a sus hijos abusan de ellos.
Una queja común: las ‘listas de útiles direccionadas’ por las autoridades educativas de ciertos colegios. Estos piden a los padres de familia comprar útiles de las marcas tal y cual en librerías "amigas". Lo mismo se hace con los libros y uniformes. Durante una inspección reciente en un colegio nacional de Surco, el Ministerio de Educación comprobó que, además de pedir a los padres que los útiles de sus hijos sean de una conocida marca, se les indicaba en qué librería debían hacer sus compras. Eso no es todo, el uniforme debía adquirirse obligatoriamente en el mismo colegio.
Denuncias de este tipo también llegaron a la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) y a comienzos de mes puso un paquete de ellas en manos de Indecopi. "Todos los colegios entregan listas con las marcas que se debe comprar, pero casi nadie dice que esto es opcional", afirma Jaime Delgado, director de Aspec. Por el momento el nombre de esas instituciones se mantiene en reserva porque Indecopi les ha iniciado un proceso administrativo que puede culminar en dos o tres meses.
Además de las ‘listas direccionadas’, otro aspecto que llama la atención es la cantidad de cosas que piden muchos colegios. Algunas listas incluyen, por ejemplo, varios millares de hojas bond para niños de nivel primario o decenas de rollos de papel higiénico. También materiales que el colegio debería tener: motas o plumones para pizarra acrílica. Muchas listas fácilmente tienen un costo que supera los mil soles. Aspec ha recibido otras denuncias sorprendentes: un colegio italiano pide libros en ese idioma que cuestan más de mil soles, y un kinder de Jesús María no pide útiles, pero sí una cuota de 650 soles para ese rubro.
Eva Céspedes, secretaria técnica de la Comisión de Protección al Consumidor de Indecopi, señala que ningún colegio puede exigir comprar los útiles de marcas que ellos escojan o en tiendas ya señaladas. "El padre es libre de elegir dónde compra sus útiles, libros y uniformes, de la marca que quiera. El colegio puede ofrecer como opcional uno o dos establecimientos, pero no puede ponerlos como obligatorios", advierte. Ningún colegio tampoco puede exigir todos los útiles al comienzo de año.
¿Y qué dicen los fabricantes de útiles? Karin Roedenbeck, gerenta de marca de Alpha, precisa que respaldan la campaña para evitar ‘listas de útiles direccionadas’ porque ese proceso debe ser lo más transparente posible. "En nuestro caso recomendamos con publicidad la calidad de nuestros productos. Y si figuramos en las listas de algunos colegios, también nos aseguramos de que esta sugerencia sea opcional. En todo caso los colegios podrían plantear una terna de marcas que aseguren algunas características: calidad, no toxicidad, durabilidad. No se deben comprar productos peligrosos para la salud de los estudiantes", propone.
LIBROS CAROS
Un padre con niños en edad escolar la tiene difícil cada comienzo de año. Entre uniformes, útiles y matrículas debe hacer malabares para equilibrar el presupuesto familiar. Y la tiene más difícil si el colegio adonde van los chiquillos de la casa lo agobia con "pagos extraordinarios". Esto pasa en colegios públicos y privados. Por eso no faltan en estas fechas denuncias de padres que no solo protestan porque les exprimen el bolsillo, sino porque con el pretexto de educar a sus hijos abusan de ellos.
Una queja común: las ‘listas de útiles direccionadas’ por las autoridades educativas de ciertos colegios. Estos piden a los padres de familia comprar útiles de las marcas tal y cual en librerías "amigas". Lo mismo se hace con los libros y uniformes. Durante una inspección reciente en un colegio nacional de Surco, el Ministerio de Educación comprobó que, además de pedir a los padres que los útiles de sus hijos sean de una conocida marca, se les indicaba en qué librería debían hacer sus compras. Eso no es todo, el uniforme debía adquirirse obligatoriamente en el mismo colegio.
Denuncias de este tipo también llegaron a la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) y a comienzos de mes puso un paquete de ellas en manos de Indecopi. "Todos los colegios entregan listas con las marcas que se debe comprar, pero casi nadie dice que esto es opcional", afirma Jaime Delgado, director de Aspec. Por el momento el nombre de esas instituciones se mantiene en reserva porque Indecopi les ha iniciado un proceso administrativo que puede culminar en dos o tres meses.
Además de las ‘listas direccionadas’, otro aspecto que llama la atención es la cantidad de cosas que piden muchos colegios. Algunas listas incluyen, por ejemplo, varios millares de hojas bond para niños de nivel primario o decenas de rollos de papel higiénico. También materiales que el colegio debería tener: motas o plumones para pizarra acrílica. Muchas listas fácilmente tienen un costo que supera los mil soles. Aspec ha recibido otras denuncias sorprendentes: un colegio italiano pide libros en ese idioma que cuestan más de mil soles, y un kinder de Jesús María no pide útiles, pero sí una cuota de 650 soles para ese rubro.
Eva Céspedes, secretaria técnica de la Comisión de Protección al Consumidor de Indecopi, señala que ningún colegio puede exigir comprar los útiles de marcas que ellos escojan o en tiendas ya señaladas. "El padre es libre de elegir dónde compra sus útiles, libros y uniformes, de la marca que quiera. El colegio puede ofrecer como opcional uno o dos establecimientos, pero no puede ponerlos como obligatorios", advierte. Ningún colegio tampoco puede exigir todos los útiles al comienzo de año.
¿Y qué dicen los fabricantes de útiles? Karin Roedenbeck, gerenta de marca de Alpha, precisa que respaldan la campaña para evitar ‘listas de útiles direccionadas’ porque ese proceso debe ser lo más transparente posible. "En nuestro caso recomendamos con publicidad la calidad de nuestros productos. Y si figuramos en las listas de algunos colegios, también nos aseguramos de que esta sugerencia sea opcional. En todo caso los colegios podrían plantear una terna de marcas que aseguren algunas características: calidad, no toxicidad, durabilidad. No se deben comprar productos peligrosos para la salud de los estudiantes", propone.
LIBROS CAROS
Un aspecto también vinculado al tema de los útiles sobre el que Jaime Delgado llama la atención es la concertación que habría desde hace varios años entre profesores o colegios y las editoriales. "Cada día los colegios están más comprometidos con las empresas. En el tema de útiles, algunos fabricantes dan incentivos a los colegios para ser incluidos en las listas que entregan a los padres. Y en el caso de las editoriales, estarían pagando un porcentaje al profesor o al colegio por cada libro que compra el padre de un alumno". Delgado se pregunta por qué el precio de los textos escolares oscila entre 50 y 80 soles, cuando su costo de impresión apenas llega a los 10 o 15 soles y están exonerados del pago de impuestos.
Sobre este tema, Eva Céspedes, de Indecopi, señala que conocen de esta ‘concertación’ entre colegios y empresas por las denuncias públicas que usuarios o instituciones han hecho, pero que ellos no han recibido ninguna hasta ahora. "La decisión de usar un libro debe hacerse con criterios técnicos y lo lógico es que todo el salón tenga el mismo libro. El sector Educación, que además certifica la calidad de los libros de nivel escolar, debe evaluar ese tema", señala.
TE COBRO TODO
En el caso de los pagos escolares por cualquier concepto la lista de irregularidades es larga. El Ministerio de Educación pudo comprobar que en un colegio de Los Olivos la directora pedía a los padres pagar 80 soles por Apafa –además de la matrícula– y pedía a los alumnos nuevos que ‘donaran’ una silla al colegio. Considerando que en la mayoría los colegios estatales se exigen "pagos extraordinarios" por distintas causas, el Minedu debería hacer inspecciones en todos los colegios. Sin embargo, por cuestiones de presupuesto y de logística, solo se acude a los colegios de donde proceden las denuncias.
La Defensoría del Pueblo también ha realizado numerosas visitas este mes y ha encontrado prácticas que van contra las normas. En el colegio nacional Nuestra Señora de Monserrat, en el Cercado de Lima, detectó que se cobraba 68 soles por un curso que prepara a los niños que quieren ingresar a dicho plantel. En el colegio Melitón Carvajal, en Lince, descubrió que pedían 6 soles por la libreta y el cuaderno de control, cuando se supone que estos documentos son gratuitos. En el colegio Ricardo Palma, de Surquillo, verificó que cobraban 25 soles por talleres de inglés o de computación, cursos que están incluidos en el plan curricular oficial del sector Educación.
En los colegios particulares los cobros pueden ser más altos. Los padres del colegio San Francisco de Borja, en San Borja, denunciaron a Aspec que este año les exigen 100 soles por un seguro que antes estaba incluido en la matrícula. Hace unas semanas Indecopi informó que en el colegio San José de Cluny, de Surquillo, se solicitaba el pago adelantado de la pensión en los primeros días del mes, cuando la ley indica que este debe hacerse luego de prestado el servicio.
En el caso de la fiscalización a los colegios privados, Eva Céspedes, de la Comisión de Defensa del Consumidor, señala que la ley de protección a la economía familiar busca garantizar el servicio al alumno. "La ley establece varias obligaciones para los colegios: la matrícula no puede ser mayor a la pensión, el único pago obligatorio es la matrícula y la pensión se paga a fin de mes, la cuota de ingreso la pagan los alumnos nuevos una sola vez y es automática para el próximo año, no se puede cobrar por mantenimiento del colegio ni por equipos ni por cursos adicionales. Tampoco se puede dejar sin clases al alumno por una deuda, a menos que haya un compromiso del padre de pagar según cronograma y no cumpla con dos de los pagos".
En el caso de los colegios nacionales, fiscalizados por el Ministerio de Educación, la sanción para quien pasa por encima de la ley puede ir desde la amonestación hasta la suspensión temporal y el cese definitivo de la actividad educativa. En el caso de los colegios particulares, que fiscaliza Indecopi, la sanción puede ir desde una amonestación hasta 100 UITs. No obstante, en promedio los colegios reciben sanciones de 3 UITs.
Como se ve, muchos colegios parecen haber olvidado el refrán "El que estudia triunfa" y, acorde con los tiempos, lo han sustituido por otro a todas luces excluyente: "Solo el que paga estudia". En verdad, es obligación de los padres garantizar la educación de sus hijos, pero las autoridades del sector deberían evitar que ciertas instituciones educativas los traten como a cajeros automáticos.
PRÁCTICA RECURRENTE
El Indecopi tiene cifras que demuestran claramente que los cobros ilegales y las listas de útiles direccionadas, entre otras irregularidades, son una práctica común en los colegios de Lima. Solo en el 2006 esta institución recibió 123 denuncias contra igual número de colegios, de las cuales 119 fueron declaradas fundadas. Estas instituciones incurrieron en 181 infracciones según el detalle siguiente: 99 cobraban pensiones adelantadas, 42 hacían ‘cobros extraordinarios’, 21 condicionaban la matrícula a la compra de uniformes o útiles escolares, 8 cobraban matrícula mayor a la pensión, 7 cobraban un seguro obligatorio y 1 condicionaba la matrícula al pago de la Apafa. Las multas que Indecopi aplicó ese año ascendieron a 173 mil 600 soles.
Sobre este tema, Eva Céspedes, de Indecopi, señala que conocen de esta ‘concertación’ entre colegios y empresas por las denuncias públicas que usuarios o instituciones han hecho, pero que ellos no han recibido ninguna hasta ahora. "La decisión de usar un libro debe hacerse con criterios técnicos y lo lógico es que todo el salón tenga el mismo libro. El sector Educación, que además certifica la calidad de los libros de nivel escolar, debe evaluar ese tema", señala.
TE COBRO TODO
En el caso de los pagos escolares por cualquier concepto la lista de irregularidades es larga. El Ministerio de Educación pudo comprobar que en un colegio de Los Olivos la directora pedía a los padres pagar 80 soles por Apafa –además de la matrícula– y pedía a los alumnos nuevos que ‘donaran’ una silla al colegio. Considerando que en la mayoría los colegios estatales se exigen "pagos extraordinarios" por distintas causas, el Minedu debería hacer inspecciones en todos los colegios. Sin embargo, por cuestiones de presupuesto y de logística, solo se acude a los colegios de donde proceden las denuncias.
La Defensoría del Pueblo también ha realizado numerosas visitas este mes y ha encontrado prácticas que van contra las normas. En el colegio nacional Nuestra Señora de Monserrat, en el Cercado de Lima, detectó que se cobraba 68 soles por un curso que prepara a los niños que quieren ingresar a dicho plantel. En el colegio Melitón Carvajal, en Lince, descubrió que pedían 6 soles por la libreta y el cuaderno de control, cuando se supone que estos documentos son gratuitos. En el colegio Ricardo Palma, de Surquillo, verificó que cobraban 25 soles por talleres de inglés o de computación, cursos que están incluidos en el plan curricular oficial del sector Educación.
En los colegios particulares los cobros pueden ser más altos. Los padres del colegio San Francisco de Borja, en San Borja, denunciaron a Aspec que este año les exigen 100 soles por un seguro que antes estaba incluido en la matrícula. Hace unas semanas Indecopi informó que en el colegio San José de Cluny, de Surquillo, se solicitaba el pago adelantado de la pensión en los primeros días del mes, cuando la ley indica que este debe hacerse luego de prestado el servicio.
En el caso de la fiscalización a los colegios privados, Eva Céspedes, de la Comisión de Defensa del Consumidor, señala que la ley de protección a la economía familiar busca garantizar el servicio al alumno. "La ley establece varias obligaciones para los colegios: la matrícula no puede ser mayor a la pensión, el único pago obligatorio es la matrícula y la pensión se paga a fin de mes, la cuota de ingreso la pagan los alumnos nuevos una sola vez y es automática para el próximo año, no se puede cobrar por mantenimiento del colegio ni por equipos ni por cursos adicionales. Tampoco se puede dejar sin clases al alumno por una deuda, a menos que haya un compromiso del padre de pagar según cronograma y no cumpla con dos de los pagos".
En el caso de los colegios nacionales, fiscalizados por el Ministerio de Educación, la sanción para quien pasa por encima de la ley puede ir desde la amonestación hasta la suspensión temporal y el cese definitivo de la actividad educativa. En el caso de los colegios particulares, que fiscaliza Indecopi, la sanción puede ir desde una amonestación hasta 100 UITs. No obstante, en promedio los colegios reciben sanciones de 3 UITs.
Como se ve, muchos colegios parecen haber olvidado el refrán "El que estudia triunfa" y, acorde con los tiempos, lo han sustituido por otro a todas luces excluyente: "Solo el que paga estudia". En verdad, es obligación de los padres garantizar la educación de sus hijos, pero las autoridades del sector deberían evitar que ciertas instituciones educativas los traten como a cajeros automáticos.
PRÁCTICA RECURRENTE
El Indecopi tiene cifras que demuestran claramente que los cobros ilegales y las listas de útiles direccionadas, entre otras irregularidades, son una práctica común en los colegios de Lima. Solo en el 2006 esta institución recibió 123 denuncias contra igual número de colegios, de las cuales 119 fueron declaradas fundadas. Estas instituciones incurrieron en 181 infracciones según el detalle siguiente: 99 cobraban pensiones adelantadas, 42 hacían ‘cobros extraordinarios’, 21 condicionaban la matrícula a la compra de uniformes o útiles escolares, 8 cobraban matrícula mayor a la pensión, 7 cobraban un seguro obligatorio y 1 condicionaba la matrícula al pago de la Apafa. Las multas que Indecopi aplicó ese año ascendieron a 173 mil 600 soles.
En el 2007 hubo 99 denuncias y 96 fueron declaradas fundadas. De las 143 infracciones detectadas, las irregularidades fueron las siguientes: 50 cobraban pensiones adelantadas, 59 realizaban ‘cobros extraordinarios’, 12 condicionaban la matrícula a la compra de uniformes o útiles escolares, 11 cobraban matrícula mayor a la pensión, 5 cobraban un seguro obligatorio, 4 no informaron por escrito las condiciones del servicio y 2 condicionaban la matrícula al pago de la Apafa. El año pasado se aplicaron multas por 254 mil 450 soles. Este año, hasta la quincena de febrero, se han recibido unas 60 denuncias, que están en proceso de investigación.
Aspec recomienda comprar útiles escolares con garantía de antitóxicos
Ley de los Centros Educativos Privados
Indecopi fiscalizará a los colegios privados por cobros indebidos
La Aspec pide a los padres de familia que denuncien cobros indebidos en los colegios
Campaña "Alto a los Negociados con Útiles Escolares"
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