La imagen que tenemos de los pequeños, que son dóciles y tiernos también va acompañada de la fuerte necesidad de mando y control de su entorno.Este rasgo propio de la infancia es denominado por muchos como el narcisismo infantil, vale decir esa posición que el niño toma de querer gobernar y regir el mundo según sus deseos y goces.
Antes de los dos años de vida, el niño descubre el placer y la fuerza de la palabra “no” pudiendo poner palabras a esta posición de mando y de límites entre ellos, su entorno y sus padres.
Durante la infancia es normal y frecuente que a los niños les guste mandar: Lo más importante durante esta etapa es evitar una serie de actitudes que podrían convertir este tipo de mando en una característica de su futuro carácter pues muchos logran doblegar al adulto y éste no puede poner límites naturales y necesarios que el pequeño necesita para seguir desarrollándose.
Lamentablemente en muchos hogares los niños se convierten en verdaderos tiranos de sus padres, pues se someten fundamentalmente por culpa, miedo o porque no saben cómo criar un hijo. Han perdido la conexión con ellos mismos y están más perdidos que el niño.
Existen una serie de recomendaciones para el manejo de la crisis pero lo más importante es la tranquilidad y la serenidad que los padres sientan como figuras de ley ante sus hijos.
Acá veremos algunas recomendaciones:
- Ignorar cuando el comportamiento del hijo sea abusador o sometedor, es decir, no reírse ni mirarlo aunque te haga gracia.
- Si el hijo pide las cosas de forma violenta, autoritaria o abusadora, no cumplas lo que te pide, hasta que lo diga correctamente vale decir en un mínimo de diálogo. Tú como padre no te pongas en papel de victima.
- Si da órdenes a sus amigos, no lo avergüences delante de ellos. Lo llamas a un costado mostrándole lo que hace y diciéndole que estarás atenta a la manera como dice las cosas.
- Los padres debemos pedir las cosas siempre correctamente. Ese será un buen ejemplo para él.
- Enséñale el valor del respeto hacia los demás empezando por hacerle saber que ustedes como padres no están dispuestos a dejarse maltratar por nadie. Decirles lo que uno siente y lo que no vamos a permitir es fundamental.
Antes de los dos años de vida, el niño descubre el placer y la fuerza de la palabra “no” pudiendo poner palabras a esta posición de mando y de límites entre ellos, su entorno y sus padres.
Durante la infancia es normal y frecuente que a los niños les guste mandar: Lo más importante durante esta etapa es evitar una serie de actitudes que podrían convertir este tipo de mando en una característica de su futuro carácter pues muchos logran doblegar al adulto y éste no puede poner límites naturales y necesarios que el pequeño necesita para seguir desarrollándose.
Lamentablemente en muchos hogares los niños se convierten en verdaderos tiranos de sus padres, pues se someten fundamentalmente por culpa, miedo o porque no saben cómo criar un hijo. Han perdido la conexión con ellos mismos y están más perdidos que el niño.
Existen una serie de recomendaciones para el manejo de la crisis pero lo más importante es la tranquilidad y la serenidad que los padres sientan como figuras de ley ante sus hijos.
Acá veremos algunas recomendaciones:
- Ignorar cuando el comportamiento del hijo sea abusador o sometedor, es decir, no reírse ni mirarlo aunque te haga gracia.
- Si el hijo pide las cosas de forma violenta, autoritaria o abusadora, no cumplas lo que te pide, hasta que lo diga correctamente vale decir en un mínimo de diálogo. Tú como padre no te pongas en papel de victima.
- Si da órdenes a sus amigos, no lo avergüences delante de ellos. Lo llamas a un costado mostrándole lo que hace y diciéndole que estarás atenta a la manera como dice las cosas.
- Los padres debemos pedir las cosas siempre correctamente. Ese será un buen ejemplo para él.
- Enséñale el valor del respeto hacia los demás empezando por hacerle saber que ustedes como padres no están dispuestos a dejarse maltratar por nadie. Decirles lo que uno siente y lo que no vamos a permitir es fundamental.
Fuente : RPP
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