Hasta hace pocos años hablar del trastorno bipolar, una enfermedad caracterizada por alteraciones en el estado de ánimo en forma de episodios de manía (elevación patológica del humor) o de depresión, se relacionaba exclusivamente con los adultos. Sin embargo, diversos estudios retrospectivos sobre pacientes adultos muestran que cerca del 8 por ciento había experimentado los primeros síntomas antes de los 14 años. Pero aún existe un gran desconocimiento sobre cómo afecta a los pequeños, según pusieron de manifiesto expertos durante el XIII Simposio Internacional de Avances en Psiquiatría, celebrado en Madrid.
La enfermedad bipolar (o maníaco-depresiva) es una enfermedad seria pero médicamente tratable que afecta al cerebro y está caracterizado por cambios bruscos en el humor, la energía y el comportamiento. Los síntomas pueden presentarse en la infancia o niñez temprana, o pueden surgir de repente en la adolescencia o edad adulta. Hasta hace poco, era raro hacer un diagnóstico de este trastorno en niños. Los médicos ahora pueden reconocer y tratar la enfermedad bipolar en niños pequeños.
La intervención y tratamiento tempranos ofrecen la mejor oportunidad para el niño con enfermedad bipolar, para ganar en estabilidad y que así pueda crecer y aprender al máximo de sus posibilidades. Un tratamiento apropiado puede minimizar los efectos adversos que la enfermedad tiene sobre sus vidas y su familia.
Las familias de niños y adolescentes afectados casi siempre están desconcertadas por la enfermedad de comienzo temprano y sienten desesperadamente la necesidad de información y de apoyo. En esta sección de la página web de la Child and Adolescentes bipolar Foundation (CABF) , Usted encontrará las respuestas a algunas de las preguntas más comunes formuladas acerca del trastorno.
¿Cuál es la frecuencia de la enfermedad bipolar en niños?
No se sabe porque hay pocos estudios sobre esta enfermedad. Sin embargo, la enfermedad bipolar afecta a alrededor de un 1-2 % de adultos en el mundo. Cuanto más aprendemos acerca de ésta enfermedad, más descubrimos que también aparece en niños.
Se sospecha que un número significativo de niños diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en EE.UU sufren una enfermedad bipolar incipiente junto al TDAH o en lugar de éste.
De acuerdo con la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, hasta un tercio de los 3,4 millones de niños y adolescentes con depresión en los Estados Unidos podrían, de hecho, estar experimentando una enfermedad bipolar incipiente.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en niños?
La enfermedad bipolar está caracterizada por marcados cambios en el humor y la energía. La mayoría de adultos con esta enfermedad sufren estados persistentes de extrema euforia o agitación acompañados por energía alta, denominados manía. Los estados persistentes de extrema tristeza o irritabilidad acompañados de energía baja se denominan depresión.
Sin embargo, la enfermedad se manifiesta de manera diferente en niños. Los niños, normalmente, tienen un trastorno del humor continuo que es una mezcla de manía y depresión. Este ciclo rápido y severo de humor produce irritabilidad crónica y pocos períodos claros de normalidad entre los episodios.
Los síntomas podrían incluir:
La enfermedad bipolar (o maníaco-depresiva) es una enfermedad seria pero médicamente tratable que afecta al cerebro y está caracterizado por cambios bruscos en el humor, la energía y el comportamiento. Los síntomas pueden presentarse en la infancia o niñez temprana, o pueden surgir de repente en la adolescencia o edad adulta. Hasta hace poco, era raro hacer un diagnóstico de este trastorno en niños. Los médicos ahora pueden reconocer y tratar la enfermedad bipolar en niños pequeños.
La intervención y tratamiento tempranos ofrecen la mejor oportunidad para el niño con enfermedad bipolar, para ganar en estabilidad y que así pueda crecer y aprender al máximo de sus posibilidades. Un tratamiento apropiado puede minimizar los efectos adversos que la enfermedad tiene sobre sus vidas y su familia.
Las familias de niños y adolescentes afectados casi siempre están desconcertadas por la enfermedad de comienzo temprano y sienten desesperadamente la necesidad de información y de apoyo. En esta sección de la página web de la Child and Adolescentes bipolar Foundation (CABF) , Usted encontrará las respuestas a algunas de las preguntas más comunes formuladas acerca del trastorno.
¿Cuál es la frecuencia de la enfermedad bipolar en niños?
No se sabe porque hay pocos estudios sobre esta enfermedad. Sin embargo, la enfermedad bipolar afecta a alrededor de un 1-2 % de adultos en el mundo. Cuanto más aprendemos acerca de ésta enfermedad, más descubrimos que también aparece en niños.
Se sospecha que un número significativo de niños diagnosticados de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en EE.UU sufren una enfermedad bipolar incipiente junto al TDAH o en lugar de éste.
De acuerdo con la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, hasta un tercio de los 3,4 millones de niños y adolescentes con depresión en los Estados Unidos podrían, de hecho, estar experimentando una enfermedad bipolar incipiente.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en niños?
La enfermedad bipolar está caracterizada por marcados cambios en el humor y la energía. La mayoría de adultos con esta enfermedad sufren estados persistentes de extrema euforia o agitación acompañados por energía alta, denominados manía. Los estados persistentes de extrema tristeza o irritabilidad acompañados de energía baja se denominan depresión.
Sin embargo, la enfermedad se manifiesta de manera diferente en niños. Los niños, normalmente, tienen un trastorno del humor continuo que es una mezcla de manía y depresión. Este ciclo rápido y severo de humor produce irritabilidad crónica y pocos períodos claros de normalidad entre los episodios.
Los síntomas podrían incluir:
humor expansivo (eufórico) o irritable
depresión
cambios de humor rápidos que pueden durar desde unas horas hasta unos pocos días
rabia explosiva, duradera y a menudo destructiva
ansiedad por separación
desafío a la autoridad
hiperactividad, agitación y distraibilidad
pocas horas de sueño o, al contrario, muchas horas de sueño
eneuresis y terrores nocturnos
"antojos" fuertes y frecuentes, a menudo de caramelos y carbohidratos
implicación excesiva en múltiples proyectos y actividades
disminución de la capacidad de juicio, impulsividad, pensamiento acelerado y presión del habla
comportamientos atrevidos y peligrosos
comportamiento sexual precoz o inapropiado
delirios y alucinaciones
creencia grandiosa de sus propias habilidades que desafían las leyes de la lógica (por ejemplo, habilidad para volar)
Los síntomas de la enfermedad bipolar pueden surgir en la infancia. Las madres, a menudo, refieren que los niños diagnosticados más tarde de este trastorno habían sido extremadamente difíciles de calmar y dormían de modo irregular. Parecían ser extremadamente dependientes y desde una edad muy temprana tenían rabietas o enfados incontrolables y desproporcionados. La palabra "no" a menudo provocan estos enfados.
Varios estudios en curso están investigando más características de los niños afectados. Los investigadores están estudiando, con resultados prometedores, la efectividad y seguridad de los tratamientos adultos en niños. La CABF informará de todos los descubrimientos acerca de la enfermedad bipolar incipiente e incluirá los artículos más importantes en nuestra biblioteca cuando sea posible.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en adolescentes?
En adolescentes, la enfermedad bipolar podría parecerse a cualquiera de las siguientes presentaciones clásicas de la enfermedad en adultos.
Bipolar I. En esta forma, el adolescente experimenta episodios alternativos de depresión y manía intensa y algunas veces psicótica.
Los síntomas de manía incluyen:
depresión
cambios de humor rápidos que pueden durar desde unas horas hasta unos pocos días
rabia explosiva, duradera y a menudo destructiva
ansiedad por separación
desafío a la autoridad
hiperactividad, agitación y distraibilidad
pocas horas de sueño o, al contrario, muchas horas de sueño
eneuresis y terrores nocturnos
"antojos" fuertes y frecuentes, a menudo de caramelos y carbohidratos
implicación excesiva en múltiples proyectos y actividades
disminución de la capacidad de juicio, impulsividad, pensamiento acelerado y presión del habla
comportamientos atrevidos y peligrosos
comportamiento sexual precoz o inapropiado
delirios y alucinaciones
creencia grandiosa de sus propias habilidades que desafían las leyes de la lógica (por ejemplo, habilidad para volar)
Los síntomas de la enfermedad bipolar pueden surgir en la infancia. Las madres, a menudo, refieren que los niños diagnosticados más tarde de este trastorno habían sido extremadamente difíciles de calmar y dormían de modo irregular. Parecían ser extremadamente dependientes y desde una edad muy temprana tenían rabietas o enfados incontrolables y desproporcionados. La palabra "no" a menudo provocan estos enfados.
Varios estudios en curso están investigando más características de los niños afectados. Los investigadores están estudiando, con resultados prometedores, la efectividad y seguridad de los tratamientos adultos en niños. La CABF informará de todos los descubrimientos acerca de la enfermedad bipolar incipiente e incluirá los artículos más importantes en nuestra biblioteca cuando sea posible.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad bipolar en adolescentes?
En adolescentes, la enfermedad bipolar podría parecerse a cualquiera de las siguientes presentaciones clásicas de la enfermedad en adultos.
Bipolar I. En esta forma, el adolescente experimenta episodios alternativos de depresión y manía intensa y algunas veces psicótica.
Los síntomas de manía incluyen:
humor elevado, expansivo o irritable
disminución de la necesidad de dormir
lenguaje acelerado y presión del habla
delirios de grandeza
implicación excesiva en actividades placenteras pero arriesgadas
aumento de la actividad física y mental
baja capacidad de juicio
en casos severos, alucinaciones
disminución de la necesidad de dormir
lenguaje acelerado y presión del habla
delirios de grandeza
implicación excesiva en actividades placenteras pero arriesgadas
aumento de la actividad física y mental
baja capacidad de juicio
en casos severos, alucinaciones
Los síntomas de depresión incluyen:
tristeza intensa generalizada y lloros
dormir mucho o incapacidad para dormir
agitación e irritabilidad
abandono de actividades de las que disfrutaba
malos resultados académicos e incapacidad para concentrarse
ideas de muerte y suicidio
energía baja
cambio significativo en el apetito
Entre los episodios hay períodos de bienestar relativo o completo.
Bipolar II. En esta forma, el adolescente experimenta episodios de hipomanía entre periodos de depresión recurrentes. La hipomanía es el humor marcadamente elevado o irritable acompañado de un aumento de la energía física y mental. La hipomanía puede ser una época de gran creatividad.
Ciclotimia. Los adolescentes que sufren el trastorno en esta forma experimentan periodos de cambios en el humor claros pero menos severos.
Enfermedad bipolar no especificado. Los doctores hacen este diagnóstico cuando no está claro qué tipo de enfermedad bipolar está surgiendo.
Enfermedad bipolar no especificado. Los doctores hacen este diagnóstico cuando no está claro qué tipo de enfermedad bipolar está surgiendo.
Para algunos adolescentes, una pérdida u otro acontecimiento traumático podría desencadenar un primer episodio de depresión o manía. Los episodios que vienen detrás podrían ocurrir independientemente de cualquier estrés obvio, o podrían empeorar con el estrés. La pubertad es un período de riesgo. En las chicas, la primera menstruación puede desencadenar la enfermedad, y los síntomas a menudo varían en gravedad con el ciclo menstrual.
Una vez que la enfermedad ha surgido, los episodios tienden a recurrir y empeorar sin tratamiento. Los estudios muestran que desde que los primeros síntomas aparecen hasta que comienza el tratamiento pasan una media de diez años. La CABF anima a los padres a que su hijo adolescente se someta a una evaluación por un especialista si cuatro o más síntomas de los arriba mencionados persisten más de dos semanas. Una pronta intervención e instauración de tratamiento puede marcar la diferencia durante esta época crítica de desarrollo.
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