El principio o idea básica que ha de tener un buen educador que se considere como tal es que está tratando con seres humanos, y explícitamente con niños, lo cual conlleva una serie de condiciones que se han de tener en cuenta:
- Dejar de lado la antigua idea de educación basada en la transmisión de unos conocimientos obligatorios para cada edad, y centrarse más en la dimensión humana de los alumnos, estimulando de esta manera su capacidad de razonar, las técnicas para aprender, las expectativas de los alumnos, solucionando su preocupaciones, explicándoles lo que van a encontrar en la vida.
- Creación de un currículo personal, es decir, una planificación de cómo actuar en cada niño teniendo en cuenta diversos aspectos como su situación personal, la capacidad u estilo de aprendizaje, capacidad de concentración. De esta manera se ha de procurar planificaran los contenidos que se le han de administrar y efectuar una evaluación personal de tal individuo.
- Dimensiones del niño que se han de tener en cuenta:1. Dimensión individual, ya que en todo momento hay que tener en cuenta que son personas, y jamás debemos cosificarlos. Se han de tener en cuenta sus sentimientos, emociones, expectativas y ayudarlo a construir su personalidad.2. Dimensión social del alumno en todos los sentidos, desde la integración de este en un colectivo social como los valores sociales y culturales que el niño debe aprender para desarrollarse en esta sociedad.
- Recordar que cada niño es diferente del resto, y por tanto existe una diversidad de alumnos, todos ellos con capacidades, dificultades, motivaciones diferentes. No es aconsejable tomar decisiones por sí mismo, sino que es bueno consultar con otros educadores sobre como orientar la educación de esta persona, qué técnicas utilizar, por lo que se ha de dar un trabajo en equipo a nivel interdisciplinario. A veces es bueno tener dudas sobre cómo actuar ante una determinada situación, ya que mostramos nuestra preocupación por guiar lo mejor posible a esta persona.
- El educador ha de tener unas técnicas adecuadas para tratar con niños de todas las edades, técnicas para educar, técnicas para fomentar su estudio, es decir, debe poseer una formación técnica necesaria para la educación, no limitándose y conformándose únicamente al título universitario correspondiente.
- El alumno no debe ver al profesorado como una figura de poder, a la cual respetar, obedecer, y del mismo modo el profesor no ha de considerar al alumno como “uno más” al qué evaluar. Dicho en otras palabras, no debe existir mucha distancia entre ambos, sino que el profesor ha de conectar con sus alumnos, hacerles ver que pueden contar con él para lo que quieran. Se ha de producir un acercamiento por las dos partes para que la educación del niño sea más fructífera.
- No cabe duda que el profesor tiene la obligación de educar al niño, con el cual pasa bastante horas al cabo de la semana, pero no olvidemos que las otras figuras por excelencia encargadas de la educación de los niños son los padres, por lo tanto es necesario que padres y profesores estén en contacto, para comentar, evaluar y deliberar sobre el aprendizaje y crecimiento personal que esté realizando el niño.
- Parece difícil de creer todavía en los tiempos actuales, que el contexto social no considere con la suficiente importancia el papel fundamental que juega la escuela en el desarrollo personal del niño. Parece que a veces olvidamos los factores de maduración personal, adquisición de una identidad, adquisición de un razonamiento que se dan en la educación escolar, y en algunas ocasiones, todavía prevalecen las calificaciones como un objetivo escolar.
Publicado por Alfonso Foucé (psicólogo infantil y juvenil) y Marc Giner Sabadell(psicopedagogo) en http://www.clavepsicopedagogs.blogspot.com/
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