domingo, 29 de junio de 2008

Familia y escuela: integrando la educación de nuestros niños

Hace ya un par de semanas que publicaba un artículo a raíz de las aportaciones más significativas, a mi entender, en el Congreso Nacional sobre TDAH 2008, este artículo constituiría una segunda parte en la que trato sobre la relación entre la familia y la escuela en casos de alumnos con TDA-H a partir de la exposición de Jesus Bernal, no obstante considero que la orientaciones que proporcionó no solo valen para estos casos sino que son perfectamente extensibles a cualquier circunstancia. Las principales razones que dio las sintetizaba en estos 7 puntos:
  1. Compromiso incondicional: ambas partes (escuela y familia) deben estar comprometidas de igual forma, al 100%, en el proceso educativo del/la alumn@. Debiendo de esta forma tender a un trabajo colaborativo en todo momento
  2. Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al/la niñ@ fuera. Ell@s nunca deben de estar en medio de una polémica, ya que si no serán l@s más perjudicados.
  3. Consideración positiva recíproca, ante el/la niñ@ y los demás. Aunque no compartamos las decisiones tomadas en la escuela, debemos respetarlas siempre enfrente de ell@s, aunque después consideremos la necesidad de hablar con el responsable para tratar de solucionar la problemática. Lógicamente, esta premisa resulta igualmente válida para la escuela, quien nunca debe desautorizar a la familia, bajo ningún concepto.
  4. En procesos de cambio, es decir, cuando se hace necesario cambiar de escuela puesto que el entente resulta imposible, se deben tomar las decisiones dejando fuera al niñ@, preservando lo positivo del colegio y la familia. No sirve de nada echar más leña al asador, conviene cerrar las etapas lo más positivamente posible.
  5. Conocer y confiar en los Recursos Generales y Servicios Especiales que existen en el entorno (sobretodo otras familias). Es bueno que las familias no caminen solas, si no que se puedan encontrar con otras familias y profesionales que los puedan orientar y apoyar en la superación de sus dificultades. También es importante que las escuelas estén en contacto con estos servicios y asociaciones, con la finalidad de tener una mayor información y más recursos para atender a su alumnado.
  6. Desde casa es bueno centrarnos en las tareas de casa. Es importante no intentar interferir en las tareas propias del contexto escolar, el hogar no debe ser un colegio paralelo. En muchas ocasiones sucede que l@s niñ@s salen de la escuela y entran en casa donde les espera otra sesión más de escuela, pero los profesores son sus padres, para poder hacer esto bien, deben tener mucha destreza y no olvidar nunca que su principal función es hacer de padres. Lo mismo ocurre en la escuela, esta no puede ni debe exigir que aquello que no se puede conseguir en la escuela se tenga que conseguir desde casa, si cambiamos los papeles no creo que haya buenos resultados en ningún caso. La responsabilidad compartida si que resulta el mejor camino.
  7. Fomentar actitudes de colaboración familia-colegio, de forma independiente de lo que haga el otro.
    Considero que son unas orientaciones muy prácticas y acertadas, aunque en determinadas ocasiones estoy seguro que no es fácil llevarlas a cabo.
Publicado por Marc Giner LLenas
en psicopedagogias.blogspot.com

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