Hoy en día, la escuela les quita casi todo el tiempo a los niños, pues cada vez se intenta que su desarrollo académico sea más completo. Las tareas de la escuela son cada vez más largas, y muchas veces el niño se ve obligado a dormir menos, para poder terminar la kilométrica tarea. Este hecho de robarle tiempo al sueño es más que un problema. De hecho se ha demostrado que los niños que duermen más presentan un mejor rendimiento académico que los que duermen menos.
Francia fue uno de los primeros países que descubrió esta situación en la década de los ochenta, pues hicieron un estudio en el que se evidenció que el 60% de los niños que duerme menos de ocho horas, llevan un bajo rendimiento académico.
Por otra parte, de aquellos niños que duermen más de diez horas, un 76% tenía un promedio escolar aceptable y un 11% se encuentra dentro del grupo de excelentes alumnos.
También, fue posible evidenciar, ya desde aquel momento que los niños que duermen poco o aquellos que presentan problemas en el dormir, presentan más a menudo problemas de aprendizaje como dislexia, y otros desórdenes lingüísticos.
De igual forma, se demostró que los niños que no duermen bien crecen menos, debido a que no secretan la cantidad necesaria de una hormona que únicamente se produce durante las horas de sueño.
Así las cosas, es importante que los padres tengamos conciencia de la calidad de sueño que tienen nuestros hijos, y darle prioridad a estas horas de descanso por encima de ratos de oscio, o de incluso horas de estudio.
Para hacer esto, es importante que haya una buena comunicación entre la maestra y los padres, y éstos sean firmes en que si bien es importante que los niños tengan tarea y las cumplan, para que refuercen su proceso de aprendizaje, es fundamental que duerman bien y no se sacrifiquen sus preciadas horas de sueño, no sólo por su nivel académico, sino incluso por razones de salud.
Fuente : SoloNosotras
Francia fue uno de los primeros países que descubrió esta situación en la década de los ochenta, pues hicieron un estudio en el que se evidenció que el 60% de los niños que duerme menos de ocho horas, llevan un bajo rendimiento académico.
Por otra parte, de aquellos niños que duermen más de diez horas, un 76% tenía un promedio escolar aceptable y un 11% se encuentra dentro del grupo de excelentes alumnos.
También, fue posible evidenciar, ya desde aquel momento que los niños que duermen poco o aquellos que presentan problemas en el dormir, presentan más a menudo problemas de aprendizaje como dislexia, y otros desórdenes lingüísticos.
De igual forma, se demostró que los niños que no duermen bien crecen menos, debido a que no secretan la cantidad necesaria de una hormona que únicamente se produce durante las horas de sueño.
Así las cosas, es importante que los padres tengamos conciencia de la calidad de sueño que tienen nuestros hijos, y darle prioridad a estas horas de descanso por encima de ratos de oscio, o de incluso horas de estudio.
Para hacer esto, es importante que haya una buena comunicación entre la maestra y los padres, y éstos sean firmes en que si bien es importante que los niños tengan tarea y las cumplan, para que refuercen su proceso de aprendizaje, es fundamental que duerman bien y no se sacrifiquen sus preciadas horas de sueño, no sólo por su nivel académico, sino incluso por razones de salud.
Fuente : SoloNosotras
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