Cuántas horas deben dormir los niños?
Las horas que necesita dormir un niño van disminuyendo a lo largo del primer año. El recién nacido no distingue el día de la noche, suele dormir entre 18 y 20 horas al día con interrupciones frecuentes para comer. Hacia el tercer mes comienza a establecerse el ritmo de sueño vigilia. El sueño nocturno se prolonga entre 5 y 9 horas y hace 3 ó 4 siestas por el día. A partir del sexto mes, el niño debe tener un ritmo de comida y sueño bien establecido. Es capaz de dormirse solo, a oscuras y durante 11 ó 12 horas seguidas y volverá a conciliar el sueño si se despierta por la noche. Suele dormir una siesta por la mañana y otra por la tarde. A partir del año duerme por la noche unas 13 horas y conserva la siesta de después de comer. |
En los primeros meses en los que el niño se despierta para comer por la noche, puede dormir en la habitación de los padres para hacer más fáciles las tomas nocturnas. Debe dormir siempre en su cuco o cuna. Hacia el tercer o cuarto mes, cuando empiece a dormir más tiempo seguido, sin comer por la noche, podemos poner la cuna en su habitación y acostumbrarle a dormir solo. Le pasaremos a la cama cuando se encuentre incómodo en la cuna por su tamaño y para estar tranquilos usaremos protectores de seguridad. Si os preocupa que se destape y se quede frío ponedle un pijama manta que le abrigará y le permitirá moverse con libertad. En verano no es necesario abrigarle demasiado. |
El primer año es fundamental para la prevención de los problemas de sueño. Es en esta época cuando se debe establecer una conducta de sueño correcta. Al igual que se enseña al niño a comer debemos enseñarle a dormir. Para enseñar al niño a dormir correctamente, debemos establecer una rutina alrededor de la hora de irse a dormir. Seguiremos una serie de pasos. Primero, hay que establecer un horario razonable para acostarle por la noche. Las nueve de la noche puede ser una buena hora. Los minutos anteriores a irse a la cuna o la cama, deben ser agradables para el niño. Le bañaremos, le contaremos un cuento, jugaremos un ratito con él. Le acostaremos cuando esté todavía despierto con su peluche, juguete preferido, mantita y si usa chupetes, le dejaremos uno o dos cerca para que pueda encontrarlos sin dificultad. Si se despierta por la noche, los encontrará siempre a su lado y se sentirá seguro y acompañado y volverá a dormirse sin ayuda. Hacer siempre las mismas cosas permitirá que el niño las relacione con la hora de irse a la cama y dormir. Aunque el niño llore, los padres deben estar seguros y confiar en que es lo mejor para el niño. Los primeros meses son los más difíciles para los padres y pueden surgir dudas si el niño toma pecho o tiene cólicos del lactante. La lactancia materna es el mejor alimento para el niño. En general se recomienda que tome cuando quiera lo que en muchas ocasiones supone que cada vez que el niño llora se le pone al pecho. Es importante saber que no siempre que un niño llora tiene hambre aunque chupe y coma. Muchas veces el pecho puede acabar sustituyendo al chupete. A partir de los seis meses, es muy importante dormir bien y sin interrupciones, y no son necesarias las tomas nocturnas. Los niños con cólicos del lactante pueden llorar por la noche aunque en general, es un llanto que empieza ya por la tarde y se prolonga hasta la madrugada. Además hay dos diferencias muy importantes con el llanto del niño con problemas de sueño: es muy difícil consolar al niño con cólico y desaparece entre el cuarto y quinto mes periodo en el que comienzan los problemas de sueño. |
El insomnio por hábitos incorrectos es el problema del sueño más frecuente en los niños. Afecta a niños de 6 meses a cinco años. Estos niños nunca han dormido bien, les cuesta dormirse, se despiertan por las noches muchas veces y no pueden volver a dormirse solos y sin ayuda. Como el niño no se duerme y se despierta por la noche, los padres intentan muchos trucos diferentes para que duerma. Por ejemplo: le duermen meciéndole en brazos, le ponen la televisión, le pasean en cochecito, se meten con él en la cama, etc. De esta forma, el niño relaciona la hora de dormir con lo que se hace ( mecerle-dormir, cochecito-dormir ) y cada vez que se despierte por la noche pedirá que le mezan, que le paseen, etc. , estableciéndose un circulo vicioso que se puede prolongar hasta que el niño sea mayor y el problema más difícil de solucionar. |
El único tratamiento del insomnio infantil es enseñar de nuevo al niño a dormir partiendo de cero. El objetivo es que concilie el sueño sin ayuda y si se despierta por la noche vuelva a dormirse sin problemas. Los medicamentos no son seguros ni eficaces en los niños. El tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible desde los seis meses, porque cuanto más mayor es el niño es más difícil realizarlo. Tanto el padre como la madre deben implicarse para establecer la rutina para la hora de acostarse. La persona que cuide al niño deberá mantenerla en las horas de siesta. Haremos siempre las mismas cosas: le bañaremos, le daremos de cenar, y le acostaremos siempre despierto y a la misma hora aunque el niño proteste. Podemos leerle un cuento, hablarle y si es mayor, explicarle que tiene que dormir, pero debemos marcharnos de la habitación siempre con el niño despierto. Debemos acudir siempre a la habitación pero nunca de forma inmediata de forma que iremos alargando el tiempo que tardamos en volver junto al niño: inicialmente un minuto, tres minutos, cinco minutos, siete minutos y así de forma sucesiva. Cada vez que acudamos junto al niño hay que hablarle, acariciarle, intentar tranquilizarle, pero, aunque siga llorando hay que volver a salir de la habitación. Lo normal es que el niño llore desconsoladamente y nos dé mucha pena pero si se realiza correctamente en dos o tres semanas se pueden obtener resultados. La clave del éxito es que los padres crean en lo que están haciendo, tengan paciencia y transmitan seguridad a sus hijos. |
Dra. Marta Montejo Fernández.
Urgencias de Pediatría- Departamento de Pediatría. Hospital de Cruce
Fuente : Saludalia
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