miércoles, 6 de agosto de 2008

Mitos sobre el TDAH


Es necesario desmentir ciertos mitos como los que se señalan a continuación:

El TDAH no existe, es un invento de la Psiquiatría norteamericana para vender medicación.

La existencia de un desorden neurobiológico no es algo que pueda ser decidido por la opinión pública a través de un debate, sino que es objeto de investigación científica. Distintos estudios a lo largo de un siglo han identificado a un grupo de individuos que tienen problemas de concentración, control de impulsos y, en algunos casos, hiperactividad. Si bien el nombre que se le ha dado a este grupo ha cambiado varias veces, los síntomas siempre se han dado en conjunto.

En 1998 la American Medical Association describió el TDAH como "uno de los trastornos mejor estudiados en medicina, en el que los datos globales sobre su validez superan a los de muchas enfermedades".

A su vez, la Organización Mundial de la Salud, en su documento "Caring for children and adolescents with mental disorders" (2003) lo identifica como un trastorno poco conocido y con importantes repercusiones económicas en el cuidado de la salud infantil, negado hasta fechas recientes debido a que no se reconocía la existencia de una vida mental propia en la infancia. Por otra parte, no existe ninguna prueba objetiva que invalide su diagnóstico o demuestre su inexistencia.

El TDAH es una moda

Es cierto que en la actualidad existe una mayor sensibilidad con respecto a los niños con TDAH. Antes se consideraba que tenían mal carácter o que estaban mal educados, sin contemplar la posibilidad de que existieran problemas neurobiológicos y psicosociales que causaran sus conductas. En la actualidad, las cosas están cambiando; hay más interés por el tema, lo cual no significa que sea una moda pasajera. Cada vez se publican más estudios e investigaciones, respondiendo a un serio interés en mejorar la calidad de vida de estos niños y por ende, la de sus familiares y profesores.

Un niño tiene TDAH porque su madre tuvo problemas en el parto

Hace unos años, las complicaciones en el parto o inmediatamente después del parto se consideraban un factor de riesgo, tanto para presentar este trastorno como para otros. Hoy se considera que muchos de los casos de TDAH presentan un componente genético. Por tanto, cualquiera de los dos factores es determinante para su aparición.

Un niño con TDAH tiene un tumor o una lesión cerebral

Un niño con TDAH no tiene ningún daño físico. Sencillamente, una zona de su cerebro funciona de forma diferente. Se sabe que en el niño con TDAH existe una producción irregular de dopamina y noradrenalina, dos neurotransmisores necesarios para que exista una buena comunicación entre las neuronas y todo funcione normalmente. Este déficit se relaciona con una disminución en la capacidad de la persona para inhibir reacciones o prestar atención.

El niño con TDAH es mentiroso y desobediente

El niño con TDAH no es mentiroso, pero su conducta suele provocar castigos y puede mentir para evitarlos, igual que lo hacen otros niños. Con frecuencia, no cumple con lo que le solicitan padres y maestros; esto ocurre por varias razones. A veces no pone suficiente atención, otras veces se siente incapaz de hacer lo que le piden. En muchas ocasiones “está harto” de que le manden hacer cosas y luego le critiquen por hacerlas mal, de modo que prefiere no hacerlas.

El comportamiento TDAH se soluciona con una buena paliza

El niño con TDAH no se porta mal a propósito; su conducta responde a causas neurobiológicas ajenas a él. Por tanto, la aplicación de castigos sin ningún otro tipo de técnica o tratamiento empeora el comportamiento de los niños con TDAH en lugar de mejorarlo.

Si un niño no es hiperactivo, no puede tener TDAH

Esto no es cierto. Se han identificado tres tipos de TDAH: hiperactivo-impulsivo (predominan los síntomas de hiperactividad e impulsividad), inatento (predominan los síntomas de falta de atención y es más común en las niñas) o combinado (predominan síntomas de hiperactividad, impulsividad e inatención). De hecho, el trastorno se denomina Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad.

El TDAH tiene que ver con factores relacionados con alergias alimentarias, aditivos y colorantes u otros problemas ambientales

No existen evidencias científicas que relacionen estos factores con las causas de este trastorno. Tampoco se ha probado que los tratamientos basados en restricciones de la dieta o en suplementos minerales o vitamínicos mejoren los síntomas del TDAH.

La mala educación que hoy en día proporcionan los padres a sus hijos genera en ellos TDAH

El TDAH es un trastorno neurobiológico; no tiene conexión con la relación y características afectivas de la familia. Si estas son negativas lo agravarán, pero no son causa suficiente para producirlo.

El TDAH es causado por las características de la vida moderna

Se debe tener en cuenta que la primera descripción médica del trastorno data de 1902, además existen indicios de que numerosas personalidades de siglos anteriores padecían este trastorno. Sin embargo, es cierto que la sociedad actual tiene ciertas características que pueden hacer más patente su presencia (las mayores exigencias escolares y sociales desde una edad temprana, la menor disponibilidad de soportes externos para las familias actuales, etc.).

El niño con TDAH es menos inteligente.

La inteligencia no tiene relación alguna con el TDAH; existen niños con TDAH que tienen una inteligencia normal, alta y baja.

El niño con TDAH necesita clases especiales

Si bien los síntomas del TDAH influyen en el rendimiento escolar, no afectan necesariamente la capacidad intelectual. Los niños con TDAH pueden necesitar intervenciones de tipo pedagógico, pero no clases diferentes al resto de sus compañeros.

Los profesores diagnostican el TDAH a todos los alumnos que son un poco inquietos y distraídos

Los profesores no tienen suficiente información acerca del niño para diagnosticar un TDAH. Por ello, cuando un profesor nota que en clase hay un alumno al que le cuesta concentrarse y prestar atención, es su responsabilidad hablar con los padres para que busquen un diagnóstico apropiado con un profesional.

La violencia en la TV puede causar TDAH

El TDAH es un trastorno neurobiológico, por lo que la programación televisiva no es una causa suficiente para su aparición. Sin embargo, es cierto que actualmente los programas ofrecen una violencia igual o mayor a la real. Cuando los padres no están lo suficientemente atentos a cómo su hijo interpreta los contenidos que mira, éste puede creer que pelear o agredir no es malo y que no trae consecuencias reales. Esto ocurre con todos los niños, pero puede ser peor en niños con TDAH, que de por sí tienen comportamientos hiperactivos y dificultades para aprender lo que está bien o lo que está mal.

Los psicoestimulantes no son seguros y producen múltiples efectos secundarios.

Los psicoestimulantes son fármacos avalados por estudios científicos y muchos años de uso, demostrando con creces su eficacia y seguridad en el tratamiento del TDAH. Sus efectos secundarios (dolor de cabeza, insomnio y disminución del apetito) son leves y desaparecen en unas semanas.

El tratamiento con psicoestimulantes debe interrumpirse en vacaciones y fines de semana.

Los psicoestimulantes afectan positivamente la capacidad atencional y el rendimiento escolar suele mejorar. Sus efectos también son beneficiosos sobre el control de la conducta. Es por ello que su uso debería mantenerse; además, el TDAH se manifiesta no sólo en el colegio, sino también en casa y otros entornos.

En el TDAH, el tratamiento farmacológico se utiliza para sustituir las intervenciones psicológicas y escolares, más costosas y eficaces.

Los estudios han demostrado que el tratamiento multimodal (la combinación simultánea del tratamiento farmacológico y de las intervenciones psicológicas y escolares) es el más eficaz para el TDAH Además, se han realizado estudios comparativos de los efectos de ambos tratamientos administrados de forma individual; en estos casos el tratamiento farmacológico se demostró significativamente más eficaz.

El TDAH se cura

El origen del TDAH es un trastorno en el desarrollo neurobiológico, por ello no se cura, y puede afectar negativamente el desarrollo de una persona a lo largo de su vida. De hecho, los adultos con TDAH que no han recibido un tratamiento adecuado suelen tener problemas laborales, económicos y de pareja, y es frecuente que sufran problemas psiquiátricos asociados, como la depresión.

Por estas razones, una detección precoz es fundamental; esto posibilitará que los síntomas pueden paliarse o disminuir con el tiempo, permitiendo que el niño desarrolle plenamente todas sus potencialidades.

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