jueves, 28 de agosto de 2008

Parto en el agua


Hay muchas formas de traer un hijo al mundo, por lo que es bueno que conozcas todas las posibilidades para que con tu médico escojas la más adecuada en tu caso particular.

El parto en el agua es una técnica muy natural que no se practica en forma masiva, pero esto no quiere decir que tenga grandes inconvenientes, sino que indica únicamente que por ahora el método es un poco costoso. Su práctica se inició en la década de los sesenta, como opción natural para las mujeres de parto sin riesgos.

Ciertos estudios en Inglaterra y el resto de Europa afirman que los niños nacidos en el agua mantienen una mejor relación psicoafectiva con la madre, atribuible a una mejor comunicación emocional durante este hermoso encuentro. También, existen antecedentes de un temprano desarrollo motriz en estos bebés comparado con niños nacidos en partos normales.

La experiencia como tal es emotiva al máximo y tiene verdaderas ventajas que vamos a señalar a continuación.

style="font-family:trebuchet ms;">Una de las primeras cosas que debes tomar en cuenta cuando decides tener al bebé mediante el parto en el agua, es el lugar donde se va a llevar a cabo el parto, pues puede hacerse en los hospitales u organizaciones que apoyan esta práctica o puede ser en tu casa.


Si has elegido tu casa, es una buena elección desde la perspectiva de las comodidades y desde el ámbito psicológico; el bebé sería recibido de una vez por el ambiente que será su hogar, por lo que su proceso de adaptación será más fácil. Sin embargo, debes asegurarte de que tu parto vaya a ser absolutamente normal, que no requerirás intervención médica, de que la habitación destinada a recbir el bebé esté en las óptimas condiciones higiénicas, y de que la persona que te atenderá sea un especialista. Además, es importante que consideres la posibilidad de que hayan problemas, en cuyo caso tengas la facilidad de desplazarte al hospital sin demoras y sin obstáculos.

Tener a tu bebé en la casa o al menos en el ambiente acuático, te garantiza una mayor privacidad, que tu gente más cercana te acompañe sin restricciones como en las salas de parto, y además te asegura un momento intenso lleno de magia, donde la naturaleza en su máxima expresión actuará como sabe hacerlo, es decir de la mejor manera.

Uno de los beneficios que tiene esta técnica es que el agua relaja tus músculos, de manera que tiene un efecto balsámico y así los dolores de parto se disminuyen considerablemente y la dilatación sucede más rápido. Eso sí, se recomienda que el agua no esté caliente al inicio del alumbramiento, pues es posible que la dilatación se interrumpa por el exceso de relajación. En consecuencia, lo mejor es sumergirse en agua tibia al principio, e ir calentando el agua paulatinamente, conforme se vaya a cercando la hora de dar a luz.

Otra de las maravillas que ofrece el parto en el agua es que se reducen las posibilidades de que la madre o el bebé contraigan infecciones, además de no utilizar medicamentos o anestesia, los que muchas veces en lugar de ayudar pueden complicar las cosas.

Por otra parte, acuclillarse es lo más común en este tipo de partos, de manera que la fuerza de gravedad colabora en la salida del bebé del vientre. Es la postura más natural y de hecho las mujeres que no acuden a hospitales, por institno adoptan esta posición; así se sienten más cómodas y sufren menos en el parto.

Esta modalidad de parto no se recomienda para aquellas mujeres que tengan antecedentes de diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiopatías, metrorragias del tercer trimestre, desproporción fetopélvica y, en general, cuando el ginecobstétra tratante no lo aconseje.

Dentro del agua, traer un hijo al mundo puede ser verdaderamente un milagro más allá de toda metáfora, pues no estás mejorándote de tu hijo, sólo lo estás recibiendo, y más con dulzura y encanto que con dolor, por lo que el trauma se disminuye. Así que piénsalo, consúltalo con tu médico y si no tienes miedo, atrévete. Quienes lo han vivido lo recomiendan al cien por ciento.

Fuente : SoloNosotras

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